Estallido
Comparte con tus amigos










Enviar

Un virus mortal, un gobierno que trata de tapar su procedencia y una población en Estados Unidos infectada. Ante este panorama, solo un grupo de personas lideradas por Dustin Hoffman y Rene Russo parecen ser capaces de impedir la propagación de la pandemia. 25 años después la realidad supera a la ficción de este portentoso thriller. Se ha vuelto a producir un ‘Estallido’.

“Nuestro viejo amigo africano ha vuelto” (General McClintock)

Crítica de Estallido

Vivimos en una rabiosa actualidad donde la idea de las pandemias globales causa un terrible pánico. En lo relativo al cine decir que ha bebido, en no pocas ocasiones, de la idea de virus imparables. Amenazas donde el tiempo corre para salvar vidas y que son el eje central de este tipo de “propuestas vírico-cinéfilas”. Quizás la más realista en este sentido, y a varios niveles de interacción sobre cómo funcionan las agencias mundiales en casos de emergencias sanitarias, sería la muy recomendable Contagio (Steven Soderbergh, 2011). No obstante, ‘Estallido’ tampoco desmerece en nada.

‘Estallido’ es una propuesta con varios focos de interés: una trama conspiranoica, un thriller de acción noventero y una serie elementos dramáticos decentes. Una película inspirada (muy levemente) en ‘The Hot Zone’, novela de no ficción escrita por Richard Preston sobre los orígenes de diversos virus que se fueron conociendo en la década de los 90.

Dirigiendo el asunto tenemos a Wolfgang Petersen, un realizador que vivió su mejor etapa en la citada década. Petersen dirigió un buen puñado de thrillers de acción cortados por patrones similares. Ahí están los casos de En la línea de fuego (1993) o ‘Air Force One’ (1997) como ejemplos de su buena artesanía en el género. En el caso de ‘Estallido’ decir que suele ser relegada a una especie de limbo. A pesar de todo, cuenta con varios de los elementos de las dos películas citadas: un buen plantel de actores, un buen ritmo narrativo y una trama potente involucrando al espectador. Es cierto que sigue los patrones del thriller paranoico con el que Hollywood solía deleitarnos en la época, pero aun así no deja de ser una propuesta entretenida y efectiva en varias de sus partes. Inclusive su portentoso tag-line no deja de ser nostálgico.

El buen manejo de los tempos del thriller, sumado a un casting cargado de estrellas, eleva bastante la cinta. Seguramente, en manos de otro realizador menos capacitado varias de sus escenas no lucirían tanto, por ejemplo: las escenas en las que el personaje de Hoffman va en helicóptero a descubrir el paradero del barco que transportaba al mono infectado, o la secuencia de la niña viendo al mono y tratándolo como una mascota. Secuencias estas inverosímiles en estos tiempos pero, siendo sinceros, efectivas. Todo esto también se recubre, estupendamente, con la banda sonora de James Newton Howard en su época más pletórica. Su música sobresale en las set-pieces y en su creación del suspense y terror en algunas de las imágenes. Presten atención a aquella en la que un primerizo Patrick Dempsey nota los primeros síntomas del virus…

En la trama, la gestión del origen del virus se cuenta en un tremendo prólogo que se extiende hasta la llegada del mono a Estados Unidos, existiendo una clara referencia a muchos de los posibles orígenes de pandemias. Petersen gestiona muy bien el uso del suspense en esos momentos. Obviamente, las similitudes con el temido Ébola están ahí: un virus que salió de la nada y que sólo los países desarrollados parecen ser capaces de evitar su enorme tasa de mortalidad.

Además del virus, y como buen thriller noventero, Petersen añade al tema los conceptos conspiranoicos de gobiernos que tratan de tapar la verdad a base de “voladuras”. Por supuesto, no faltan tampoco los “caballeros solitarios” en busca de la verdad. De aquí viene un casting de intérpretes que, por aquel entonces, estaban en alza y eran garantía de éxito. Así pues, el elenco fue bastante destacado contribuyendo a elevar el proyecto. A resaltar las convincentes interpretaciones de Dustin Hoffman y Rene Russo como pareja de científicos en lucha contra el virus con la ayuda de Cuba Gooding Jr. Ojo también con Kevin Spacey cuyo personaje protagoniza uno de los momentos más terroríficos.

Párrafo al margen para la excelente química entre Donald Sutherland y Morgan Freeman. Ambos dan vida a dos militares que, por todos los medios, tratan de ocultar el brote en la población de Cedar Creek. Atención a Sutherland en uno de esos roles que han caracterizado parte de su carrera: la de maloso sin escrúpulos dispuesto a lo que sea con tal de salvar su pellejo y su carrera. Para ejemplo la secuencia contrarreloj donde, sin reparos, saca toda la mala leche que ha tratado de tapar a lo largo del film.

En conclusión.
Termino esta crítica de Estallido, un film que puede que no haya entrado en el olimpo del cine. Ahora bien, es una propuesta muy entretenida con una destacada gestión del suspense y buenas secuencias de acción con un casting entregado al material. Y todo adornado por uno de los mejores trabajos de James Newton Howard en la época. En definitiva, un film que quizás merece un poco más de reconocimiento del que tiene actualmente.

Tráiler de Estallido

Escucha nuestro podcast