El legado de Bourne
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Anteriormente en la saga Bourne pudimos conocer los oscuros proyectos “Treadstone” y “Blackbriar”. Ambos eran sólo la punta de un iceberg mucho mayor. Un iceberg llamado proyecto “Outcome”. Es tiempo de legado. Es tiempo de… ‘El legado de Bourne’.

“¿Sabes lo que es un tragapecados?” (Eric Byer)

Crítica de El legado de Bourne

Tras escribir los guiones de los films anteriores de “la saga Bourne”, Tony Gilroy toma aquí de forma directa los mandos en la dirección. El director y guionista nos entrega una película entretenida y disfrutable. Una película en la que el espíritu de Jason Bourne está presente en casi todo el metraje, aunque Matt Damon no aparezca físicamente ni una sola vez. Los que sí que aparecen, casi a modo de cameos, son personajes ya vistos en las películas anteriores. Personajes como: Pam Landy, Ezra Kramer, Noah Vosen o Simon Ross.

‘El legado de Bourne’ es un film de una buena facturación. Una cinta notable con un ritmo narrativo muy correcto y ajustado que no deja tiempo para el aburrimiento ni tan siquiera cuando van introduciendo a los nuevos personajes. Poniéndonos muy críticos, podríamos achacarle al film una cierta debilidad. Esta «carencia» surge en una de las motivaciones que inducen al personaje interpretado por Jeremy Renner a moverse y actuar. Me refiero a cierto tema de pastillas del que no diré nada más. Este asunto, en contraposición a la otra trama, queda algo “descompensado”.

En esta cinta además destacan las escenas de acción y persecuciones. Las primeras están muy eficaz y brillantemente resueltas cuando se trata de enfrentamientos a tiro limpio. Sin embargo, cuando se trata de combates cuerpo a cuerpo la cámara recoge los movimientos con tal rapidez que es casi imposible apreciar nada. Se puede justificar esto en que Aaron Cross es un arma altamente letal en el combate cuerpo a cuerpo. Creo que estas bien pudieron ser las intenciones a la hora de filmar así estas escenas. Por otro lado, las persecuciones resultan excelentes. Una pasada. Atención especial a la persecución que tiene lugar en Manila con un sobresaliente montaje y desarrollo de la misma. Esa set-piece corta literalmente la respiración y fue muy complicada de rodar ya que incluía unos 90 coches y más de 300 extras.

Y con respecto a la trama, y dejando al margen lo ya comentado de algunas de las motivaciones de Aaron Cross, cabe decir que la misma vuelve a incidir en el siempre interesante tema de las conspiraciones estatales. Aquí son conspiraciones para tapar los sucios programas de agentes “durmientes”. Agentes que se mueven por todo el globo como personas normales y que son “activados” en determinados momentos. En este hilo es donde entra en juego plenamente el rol interpretado por Edward Norton. Su personaje maneja a su antojo los múltiples recursos de la maquinaria del Estado. Todo esto con el fin de ocultar a la opinión pública los trapos más sucios del país. Aquellos trapos que existen pero que nadie quiere reconocer… los trapos sucios del programa “Outcome”.

Y si esta película resulta un buen producto, pese a las ausencias de Paul Greengrass y Matt Damon, no le va a la zaga la banda sonora de James Newton Howard. Una BSO que resulta trepidante, vibrante y atrayente. La música remata fenomenalmente todo el producto final.

En el casting, y después de la retirada del proyecto de Matt Damon, había que encontrar a un artista que fuera capaz de llenar ese vacío. Un actor capaz de continuar con una saga tan respetada y querida por afición y crítica. Aquí es donde entra en acción Jeremy Renner. Un Jeremy Renner que además viene acompañado por artistas tan relevantes como Rachel Weisz, Edward Norton o un recuperadísimo Stacy Keach.

Jeremy Renner interpreta Aaron Cross, un agente de campo que ahora está pasando un periodo de pruebas en las montañas de Alaska. Ojo con Renner que se marca una actuación muy destacada. Está muy bien en su papel de Aaron Cross y se convierte en todo un As en la manga del legado. Por su parte, Rachel Weisz da vida la bioquímica Doctora Marta Shearing, una de las doctoras encargadas de la supervisión de los agentes de campo de los programas ocultos a la sociedad. No vamos a descubrir ahora el buen hacer tras la pantalla de la actriz inglesa. No obstante, realmente palidece (literalmente) ante el despliegue físico de Renner. Al final termina por ser una simple compañera o casi.

Edward Norton es Eric Byer, un ex_coronel relativamente joven y el encargado de sacar la basura antes de que esta empiece a apestar. Muy bien también Edward Norton en su papel. Un rol que le convierte en el principal enemigo de Aaron Cross. La verdad, tanto Renner como Norton llenan la pantalla con cada una de sus apariciones. Norton es de esos actores cuyo buen hacer es incuestionable. Y Renner viene llamando fuertemente a las puertas de los grandes: las de aquellos actores cuyo carisma sirve para soportar por sí solo todo el peso de una gran producción.

Finalmente quisiera destacar también en el plano actoral a Stacy Keach (mítico Mike Hammer televisivo) que interpreta al Almirante Turso, la mano derecha de Eric Byer. Me alegró mucho ver a un Stacy Keach en plena forma en un papel con cierta relevancia en un importante film comercial destinado a las grandes salas.

“¿Qué daños puede haber?” (Dan Hillcott)
“Supondría reducir el programa a cenizas” (Eric Byer)

En conclusión.
Como he venido exponiendo a lo largo de esta crítica de El legado de Bourne, con esta cinta tenemos delante de nosotros un destacado film. Un film de gran ritmo y sobresalientes escenas de persecución. Además, esconde en su manga el AS de Jeremy Renner y su letal aparición como Aaron Cross.

“Deberías haberme dejado en paz” (Aaron Cross)

Curiosidades.
-Durante la pre-producción, y para el rodaje de determinadas escenas, se visitaron las ciudades de Ho Chi Minh (Vietnam), Yakarta (Indonesia) y Manila (Filipinas). Al final se optó por rodar en Manila dada la experiencia que ya tienen allí al haberse rodado films como ‘Apocalypse Now’ o ‘Platoon’. Además, es la primera vez que Manila aparece en un film de Hollywood como Manila y no “disfrazada” de otra ciudad.
-En las escenas que transcurren en Manila también observamos algún que otro “yipni”. El “yipni” es un minibús hecho a partir de todoterrenos estadounidenses que fueron abandonados por los norteamericanos al finalizar la II Guerra Mundial. En Manila se calcula que hay unos cien mil yipnis operativos.
-El actor Louis Ozawa Changchien aprendió a practicar el parkour para poder realizar con éxito determinadas escenas de ‘El Legado de Bourne’.

Tráiler de El legado de Bourne

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