Assassin’s Creed
Octubre de 2016. Cal Lynch es condenado a muerte por inyección letal acusado de un doble asesinato. Sin embargo, su muerte es una farsa y despierta reclutado en contra de su voluntad en Abstergo, una organización con sede en Madrid destinada a erradicar la violencia. Su objetivo es buscar en el pasado la “Fruta del Edén”. (Cineycine).
Dos sociedades secretas, Asesinos y Templarios, llevan siglos enfrentadas por el control del libre albedrío de la humanidad. La clave para la resolución del conflicto parece ubicarse cronológicamente en la Sevilla de 1492 y en la figura de Aguilar de Nerja. Es tiempo de “sincronizar”. Es tiempo de… ‘Assassin’s Creed’.
“Trabajamos en la oscuridad para servir a la luz. Somos asesinos” (Cal Lynch)
Crítica de Assassin’s Creed
En el año 2007 Ubisoft lanzaba al mercado ‘Assassin’s Creed’, un videojuego que presentaba la lucha de dos clanes enfrentados en el tiempo: los Asesinos y los Templarios. Las ventas fueron un completo éxito y dio lugar a varias secuelas y merchandisng de todo tipo. Ahora ha llegado el momento de que la acción pase al cine con este film protagonizado por Michael Fassbender. Un film que, al igual que pasó con Alice y la franquicia de “Resident Evil”, introduce a un nuevo personaje en el universo de los juegos. Ese personaje es Cal Lynch y su historia comienza aquí mismo.
Creo que no soy dudoso cuando elaboro críticas de películas basadas en videojuegos. Como videojugón que fui (eso de “gamer”, no me va) me siento atraído por este tipo de producciones y siempre suelo resaltar los aspectos positivos sobre los negativos. Ahora bien, en el caso que nos ocupa no se trata ya de ser un jugón o no para valorar la película. El problema radica en que nos encontramos ante un producto que en su globalidad resulta fallido. Dejando al margen los homenajes al juego (mitología, personajes, o movimientos), el film no pasa la prueba del algodón. Y no la pasa por varios factores…
Para empezar se ha contado con un presupuesto del entorno de unos 110-170 millones y la verdad es que resaltan poco. Esto se debe a que toda la filmación y fotografía son absolutamente oscuras. Parece que se quisieran tapar posibles carencias. Hay escenas en las que cuesta ver las expresiones de las caras o las cosas, especialmente la máquina “Animus” que no luce nada. Con las instalaciones de Abstergo en Madrid (al lado del Estadio Vicente Calderón) pasa lo mismo… se han usado unos tonos azulados para darles ambiente, pero todo destaca por su baja iluminación. Sólo encontramos algo de luz en las escenas que transcurren en “Sevilla” a pleno día. Sin embargo, y curiosamente, varias de ellas vienen acompañadas por el levantamiento de polvo, humo o fuego que también incide en la visibilidad. Realmente no sé qué pretendía el director Justin Kurzel al filmar así esta película.
Al respecto de la trama, decir que viene adornada con varios elementos en apariencia atractivos: viajes en el tiempo (las sincronizaciones con la Andalucía de 1492), dos clanes/sociedades secretas ocultas y enfrentadas (los Asesinos y los Templarios) o la combinación de personajes históricos reales con personajes imaginarios (ejemplo: Torquemada como real y Cal Lynch/Aguilar como inventado). No obstante, todo eso queda en casi nada porque toda la intriga/misterio se ve venir de lejos cuando, al principio (año 1986), vemos a cierto personaje bajarse de un coche en La Baja California (a los versados en el juego esto les dará igual pues ya conocen el tema… pero no a los legos, que sin andan listos verán de esta forma la trama “destapada” al principio de todo).
Lo que sí resulta efectivo es la plasmación en el libreto de parte de la mitología de los videojuegos, pero adaptada a la gran pantalla. De esta forma destaca la guerra entre Asesinos y Templarios, la presencia de Abstergo o los objetos de poder. En este caso, y como en el primer juego, “la Manzana del Edén”.
Por su parte, la acción devine demasiado coreografiada. Esto provoca que la mayoría de las peleas las veamos más como un baile que como una confrontación real. Además, sumar el hecho de que están rodadas de manera aceleradísima (el mal de nuestro tiempo que parecía corregirse pero que ha vuelto) y a eso añadir la oscuridad ya comentada o la ausencia de sangre (por ejemplo, resulta ridículo ver un degollamiento en primer plano sin que salpique nada de “rojo”).
Antes de entrar en las interpretaciones cabe destacar, para bien, algunas secuencias que sí merecen la pena. Entre ellas tenemos: la persecución en unos carros, o la más brillante que es la persecución por los tejados de la Sevilla de 1492. Esta última es una secuencia repleta de movimientos de parkour y de los videojuegos (inclusive no sólo del ‘Assassin´s Creed’, sino también del ‘Prince of Persia’). La citada persecución resulta un lujo por su dinamismo, velocidad y movilidad.
“Tu sangre no te pertenece. Pertenece al Credo”… Salto de Fe.
En el terreno de las interpretaciones el protagonismo principal va para Michael Fassbender, Marion Cotillard y Jeremy Irons. Podría pensarse que este trío elevaría la calidad del film, pero la verdad es que sus interpretaciones resultan muy hieráticas y frías, especialmente las de Marion Cotillard (Sofia, la científica asignada a Cal Lynch) y Jeremy Irons (Rikkin, la cabeza visible y representativa de Abstergo). Irons no quita el gesto de solemnidad en toda la película y Cotillard resulta irreconocible desde un punto de vista interpretativo respecto a ‘Aliados’ (Robert Zemeckis, 2016). Por su parte, Michael Fassbender intenta algo más, sobre todo desde un punto de vista físico, poniéndole coraje y energía a su doble rol de Cal Lynch/Aguilar de Nerja. Ahora bien, cuando se mete en el papel de Aguilar sus frases son contadas. En este caso queda en evidencia su escaso dominio y pronunciación del español (VO, siempre).
Entre los secundarios, los mejor parados y más metidos en sus roles son Michael Kenneth Williams como el asesino Moussa y Ariane Labed como la asesina María. La actriz griega entrega un personaje con cierto interés en su rol. Totalmente decepcionante resulta Javier Gutiérrez como un Torquemada que no infunde nada. Su principal esbirro es Hovik Keuchkerian que como Ojeda reparte sus buenas trompadas. Finalmente, las presencias de Brendan Gleeson y Charlotte Rampling son meramente “testimoniales”. Especialmente la de Gleeson limitado a dos escenas con no más de una página de diálogo: un “cameo expendable” en toda regla.
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Assassin’s Creed, una película que tenía como punto de partida la atractiva temática de los videojuegos de Ubisoft, pero que, por los motivos ya expuestos, no ha sabido sacarle todo el jugo a esta sabrosa “Fruta del Edén”. Habrá que esperar a próximas entregas.
Tráiler de Assassin’s Creed
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Ya la he visto y la verdad es que seré claro y directo. Le casco un 5 pelado porque conseguí acabarla, lo cual significa que algo sí que me entretuvo, pero no le doy más méritos. Fallida en todos los aspectos, con una ambientación oscura y polvorienta que aún la hace más pesada de digerir. La presencia de un actorazo como Fassbender en esta película sólo me la explico por dos motivos: o buscaba un papel alimenticio o Apocalipse le hizo algo cuando rodó Xmen. A medida que pasan los años y voy viendo películas basadas en videojuegos, hay dos cosas que me van quedando muy claras… Una, que cada vez son más malas. Y dos, que esa cosa que hizo Van Damme con Street Fighter al final resultará que no estaba tan mal.
Podría decir que es una peli recomendada para fans de la saga, pero resulta que yo soy uno de esos y si lo llego a saber empleo el tiempo en otra cosa.
Vista.
Irregular en todos los aspectos, es mas, las ostias que le dieron a Warcraft eran muy inmerecidas, aqui se merece todas las que le han caido. Es bastante fallida, no aprovecha el reparto que tiene, ojo, que Fassbender es productor del filme y Marion Cotillard esta inexpresiva total.
Aqui me falta un argumento mas interesante (a parte, cambian cosas del juego y no me refiero a las localizaciones, sino el objeto), la fotografia no esta tan mal y la bso de Jed Kurzel tiene sus puntos, pero es sumamente irregular.