3 días para matar
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Un agente del servicio secreto al borde de la muerte acepta a la desesperada un encargo mortal. Por delante tiene una misión de 72 horas en las que deberá apretar el gatillo sin preguntar ni cuestionar. ¿El pago? Una inyección de una droga experimental que puede salvarle la vida. A esa esperanza se agarra como al hierro candente. ¡Tic tac, tic tac! El tiempo corre y Kevin Costner sólo tiene… ¡‘3 días para matar’!

¿¡Matar o morir!?

Crítica de 3 días para matar

Un tipo tan “americano” como dice ser McG se pliega al estilo de Luc Besson en ‘3 días para matar’. El resultado es un vistoso pero, a ratos, muy desconcertante thriller de acción. Un thriller con ráfagas de drama familiar y comedia simplista. Aquí el gran ganador es su protagonista: un excelente Kevin Costner.

Lejos de sus tiempos de galán, Costner está demostrando que la madurez le ha dado un gran aplomo en pantalla. Una presencia digna de ser reconocida desde ya, y que lo iguala a grandes leyendas del cine americano como Clint Eastwood. Y lo cierto es que, al final, la película que hoy reseñamos se le acaba quedando pequeña. Y eso que su comienzo era realmente prometedor… Sin embargo, la aparición de ciertas responsabilidades familiares, y el pastiche de géneros en el que va derivando, acaba por dejar un sabor agridulce en su conjunto.

Tripictures lanzó esta película en España apoyada por un Nº2 en su fin de semana de estreno en USA. Allí, y contando con un presupuesto de 28 millones de $, logró en su primera semana una recaudación de 12.300.000 $, sólo superada por el fenómeno Lego’. Lo que vino a significar que Luc Besson seguía en racha ganadora, encadenando otro éxito tras los buenos números deMalavita (2013) que cosechó 68 millones en todo el mundo para una inversión de 30. Pero una cosa son los números y otra la calidad… Así las cosas, tanto ‘Malavita’ como ‘3 días para matar’ podían haber sido mucho mejores films con un director más centrado (y ¡ojo! porque el propio Besson fue el director de la primera) y con un tono más claro en su devenir.

Mientras ‘Malavita’ mezclaba cine de gánster con la comedia de adolescentes problemáticos, ‘3 días para matar’ empieza notablemente con la presentación de un contundente agente secreto a lo Harry Tasker (el Arnold de ‘Mentiras arriesgadas’), pero que acaba arrugándose en una especie de “Espía de guardería” con Bremmer (Costner) abortando misiones tras las impertinentes llamadas de su hija adolescente al tono de cierta abominable melodía de llamada.

En el desorden anterior se pierden villanos tan prometedores como “El Albino”, encarnado por Tómas Lemarquis, y la electrizante presencia de Amber Heard vestida de las formas más imposibles. Por el camino también se pierden unas cuantas set-pieces de acción del estilo de los 90 (lo cual es de agradecer). En esas secuencias Costner despacha a una buena serie de malosos con un estilo tremendamente contundente. Inclusive se permite homenajear a una de las escenas más recordadas de su filmografía (una clarísima alusión a ‘El guardaespaldas’).

Como consecuencia de todo lo comentado, al final acaba reinando cierto desconcierto. Esto lleva al espectador a desconectar de la historia. Tampoco ayudan ciertos chistes recurrentes, la melodía de llamada de Zoey, los constantes secuestros al personaje de Mitat (Marc Andréoni) y tampoco el patético momento de la receta de salsa de tomate… Demasiadas bromas malas que terminan por arruinar, en gran parte, el efecto dramático de la historia. Tan sólo el gran aplomo de Costner para machacar villanos y la ya citada presencia de un personaje tan intrigante como “El Albino” logran remontar en parte. El resultado es un film que se queda varios peldaños por debajo de Venganza(Pierre Morel, 2008) y ‘Desde París con amor’ (Pierre Morel, 2010). Films donde también dos intérpretes entrados en años se lo pasaban en grande cobrando en euros para Besson.

Pasando al reparto, y habiendo dejado claro que Costner es el gran ganador de la función, acompañándole encontramos a una exuberante Amber Heard, una visiblemente envejecida Connie Nielsen y a la ascendente Hailee Steinfeld en un personaje realmente insoportable de adolescente burbujeante. Y del bando contrario tenemos a Richard Sammel como El Lobo, un terrorista internacional imposible de atrapar. Finalmente, también destaca el ya varias veces resaltado Lemarquis como su mano derecha, El Albino.

En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de 3 días para matar, una ensalada de géneros que debe cargar con la losa de tener que llevar a cuestas las personalidades de su director y su productor estrella. A pesar de ello, hay que destacar la magistral demostración de Costner como antihéroe. También merecen ser reconocidas sus escenas de acción, pero un inconstante ritmo que va decreciendo de manera progresiva en favor del drama familiar más básico y de bromas y chistes que sobran… acaban lastrando el conjunto. Si se hubiese centrado sólo en la acción estaríamos ante un film candidato al top ten del año de su estreno en su especialidad. Lástima que acabará plegándose a unas directrices equivocadas.

Tráiler de 3 días para matar

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