¡Shazam! La furia de los dioses
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Con el universo DC a punto de ser “rebooteado” por James Gunn, se presenta esta película. Con los últimos resquicios del antiguo “HamadaVerse”, esta propuesta intenta recuperar con ansias la gloria del primer film. Eso sí, sus resultados ya no son tan frescos como en aquella ocasión. Agarraos y saboread el arcoíris con ‘¡Shazam! La furia de los fioses!’.

-“¡Vamos a divertirnos!” (Kalipso)
-“¿Divertirnos? ¡Estamos en guerra!” (Hespera)

Crítica de ¡Shazam! La furia de los dioses

El universo DC se va reiniciar tras el finiquito de Walter Hamada y el posicionamiento de James Gunn y Peter Safran como nuevos responsables máximos. Ante esta situación, Warner decidió estrenar los films pendientes del DCEU que pudieran tener un mayor éxito sacrificando al resto. No hay más que ver lo sucedido con ‘Batgirl’ a las pocas semanas de entrar en el cargo como presidente a David Zaslav. Por otro lado, en el caso de ‘Shazam: La furia de los dioses’ se optó por su estreno en cines. Y viendo los resultados de la misma… no sé qué esperar del nuevo universo que plantean Gunn y Safran.

En su corta trayectoria al frente de todo, Walter Hamada impuso un control caótico y fue incapaz de encontrar un rumbo claro para las películas bajo su mando. Para colmo, hablamos de películas de calidad dispar y algunas de ellas intentando copiar a la competencia… En el caso del primer¡Shazam! (David F. Sandberg, 2019), no estamos ante el mejor producto de WB y DC. Sin embargo, sí que era una propuesta modesta, y honesta en sus ideas y pretensiones. Probablemente, su mayor logro fue conseguir recaudar bastante dinero en comparación a su presupuesto (366 millones de $ mundiales Vs 100 de coste). Así pues, Hamada y compañía dieron luz verde a una secuela. Una continuación que, entre reshoots y demás incidencias, ha tardado 4 años en ver la luz.

Entrando en materia, ¿Es ‘¡Shazam! La furia de los dioses’ la decepción que muchos han expresado en Internet? En parte, sí lo es… y en parte, no lo es. La película ya no respira la honestidad que tenía la primera entrega. Ahora nos deja una clara impresión de no saber muy bien cómo gestionar sus intenciones. Lo normal en una secuela es mejorar lo anterior… y aquí esto no se consigue. Varios aspectos inciden en esto: la falta de un conflicto dramático más profundo, al guión de Henry Gayden y Chris Morgan le falta una mejor introducción de los villanos de la cinta, además da la sensación de que se han comido los dos primeros actos dejando tan sólo la mitad del segundo y todo el tercero… Es como si la base original hubiera sido recortada para ofrecer una producción más directa buscando el entretenimiento.

Al margen de todo lo ya comentado, el concepto de la “Shazafamilia” y el desarrollo de las tres villanas de la historia quedan desaprovechados. Ahondando en las villanas, decir que encima su historia de origen se cuenta a mitad de metraje. Queda claro que el libreto, y el proyecto en sí, pasó por bastantes manos vista la exposición del film.

Otro gran problema que le veo a la película es el humor. No tengo nada en contra del humor, pero es cierto que llevamos una retahíla de cintas de superhéroes en la última década que parecen inclinarlo todo hacia la comedia. Un recurso para salvar cualquier situación aunque no termine de cuadrar. Si bien en la primera entrega muchas de sus bromas funcionaban de cara a la propuesta, ahora se podría decir que casi el 90% de las bromas no provocan el impacto deseado y alguna directamente sobra.

Respecto a David F. Sandberg es de justicia señalar que cumple en términos de dirección. Por su parte, los efectos visuales tampoco están mal. Y siguiendo con lo positivo decir que la cinta no aburre, a pesar de su desmesurada duración de 130 minutos. En este sentido, su ritmo narrativo no decae y el film va directo llegando a un clímax que homenajea al mítico Ray Harryhausen y a su legendario arte del stop-motion. Precisamente, es el tramo final lo que más suscitará el interés del espectador al ofrecer un espectáculo muy destacable, bien equilibrado y mejor perpetrado frente a ciertos ejemplos recientes dentro del género… Y todo ello acompañado por la decente partitura de Christophe Beck. Su banda sonora, aunque no sea tan brillante como la de su antecesora, es bastante cumplidora.

Dentro del cast volvemos a contar con Zachary Levi que se siente cómodo en este rol de héroe cómico. Pero tan sólo al final presenta cierto heroísmo. Asher Angel básicamente tiene unas cuatro escenas… no obstante, parece que su personaje mejora sustancialmente frente al primer film. Pero como Levi ocupa el 80% del metraje, no se le permite más lucimiento a Asher. Lo contrario sucede con Grace Caroline Curry. Recordemos que en la primera entrega no interpretaba a su contrapartida adulta (lo hacia Michell Burth), pero ahora hace doblete. Esto provoca incluso un agujero de guión bastante gordo de cara a las identidades de sus personajes. Por así decirlo se crea una rotura del tema de las contrapartidas adultas del resto.

Jack Dylan Grazer es el más beneficiado del script en su rol de Freddy. El actor se salva en un delgado equilibrio entre la comicidad y el concepto emocional que rodea a su personaje con el de Rachel Zegler. Esta última tiene su química con Grazer y con Adam Brody (la contrapartida adulta de Freddy). Por su parte, Marta Milans y Cooper Andrews siguen cumpliendo como padres adoptivos.

Las tres villanas van para Lucy Liu, Helen Mirren y la ya citada Rachel Zegler. Las tres consiguen, con cierta soltura, crear unos personajes convincentes con unas motivaciones tópicas pero creíbles. Representan a las hijas de Atlas, el titán de la mitología griega, y quieren recuperar los poderes de los dioses que fueron robados por el mago. Este último, nuevamente, encarnado por Djimon Hounsou en un papel totalmente alimenticio, pero que funciona con cierta solemnidad y gracia.

En conclusión.
Concluyo esta crítica de ¡Shazam! La furia de los dioses, una secuela un tanto decepcionante comparada con su primera parte. Aunque no aburre, y respira cierta honestidad en sus ideas, no tiene la frescura de la original. La producción se compensa algo con un trío de villanas convincente y, sobre todo, su sentido y divertido homenaje a Harryhausen.

AVISO: Hay dos escenas post-créditos (una al principio y otra al final).

Tráiler de ¡Shazam! La furia de los dioses

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