Punisher 2: Zona de guerra
Sólo oír su nombre ya provoca miedo en sus enemigos. Respetado por la policía, y temido por los delincuentes, El Castigador tiene una misión: limpiar las calles de la escoria que el sistema policial y judicial no alcanza a detener. Donde no llega la ley... empieza el Castigador. (Cineycine).
Este film prometía ser el reseteo final de la franquicia de “El Castigador” en cines. A la tercera iba a ser la vencida. Pero, lo que son las cosas… la mejor adaptación del mítico personaje de Frank Castle a la gran pantalla, acabó siendo un tremendo fracaso de taquilla. El resultado fue el cierre definitivo del personaje de la calavera en el pecho en las grandes salas. Eso sí, una cosa queda clara ¡Este sí es el Castigador! Bienvenidos a ‘Punisher 2: Zona de Guerra’.
“Os veré en el infierno” (Frank Castle)
Crítica de Punisher 2: Zona de guerra
La premisa argumental de esta película nos da para una entretenidísima y desfasada ensalada de tiros, tollinas y sangre. Todo esto y más en un espectáculo de acción que vamos a presenciar en sus notables 107 minutos. Cualquier parecido de esta con su anterior adaptación de “El Castigador” es pura coincidencia. Aquí cambia todo. Para empezar, cambia el tono del film que pasa a ser oscuro y sanguinario. También tenemos otros actores. Esto supone que desde su protagonista pasando por los figurantes y hasta los hechos del fatídico pasado de Castle vuelven a ser narrados con detallado parecido al cómic.
Habiendo vista la anterior entrega dirigida por Jonathan Hensleigh y protagonizada por Thomas Jane como el vengador de negro, puedo decir, sin riesgo a equivocarme, que ‘Punisher 2: Zona de guerra’ la supera o, cuanto menos, la iguala. Esta propuesta termina elevándose no sólo como una de las mejores adaptaciones de la factoría Marvel, sino como una gran muestra de cine de acción de los 80 producido y visto actualmente.
Que la cinta fuera un tremendo fiasco en EE.UU., y por eso llegara directa a DVD/ Blu-ray de la mano de Sony, es una injusticia de proporciones gigantescas. Aunque, por muy injusto que sea, ese es el destino que les queda a las cintas de acción que no escatimen en violencia y no tengan a un cachas guaperas como héroe (o heroína). Efectivamente, esta es la farsa que nos toca vivir. Por ello, films tan reivindicables como este o ‘Sentencia de muerte’ (James Wan, 2007) han sido sonados fracasos de taquilla. Y es que, salvando casos excepcionales, pocos films de acción con calificación solo apta para mayores de 18 años ha cosechado unos números cercanos al éxito. Toda una declaración de por donde van los tiros en cuanto al público que puebla los cines hoy en día.
La mejor forma de disfrutar de ‘Punisher 2: Zona de guerra’ es dejar de un lado todas las leyes de la lógica. Tener en cuenta que la verosimilitud en este tipo de películas es imposible y prestar la mínima atención a los diálogos (la mayoría de vergüenza ajena). Aquí hay que centrarse en las numerosas y brutales set pieces de acción. Esto es puro cómic desfasado en movimiento… Si nos ponemos a diseccionar a fondo el guión, mal vamos. Básicamente porque este no es más que una premisa, escrita deprisa y corriendo, para poner en marcha a Castle de la forma más despiadada posible. Un Castle que, como en los cómics, no muestra apenas emociones y casi en ningún momento cambia de su rostro esa expresión de exterminador sanguinario sin entrañas. Tan solo una vez le veremos mostrar un sentimiento cercano al drama…
Ahondando en lo anterior, la mejor baza del film es su violencia desmedida y su tono políticamente incorrecto. La acción es mostrada en toda su crudeza sin ningún tipo de filtro. En pantalla veremos primeros planos de sillas atravesando cráneos, cuellos partidos de mil formas posibles, cabezas reventadas e incluso ¡cuerpos volatilizados! Castle, Jigsaw y Chalado Jim son unos auténticos asesinos. La única salvedad es que Castle mata a los malos… mientras que los otros dos se cargan a todo lo que pillan sin atender a razas ni posiciones sociales. Además las subtramas sirven para que Castle siga matando a más malosos con atención especial a cómo se carga a los yamakasis cocainómanos y psicópatas. Y también para que Jigsaw y Chalado Jim den rienda suelta a todo su histrionismo. Todo ello para hacer avanzar el metraje hasta llegar a su apoteósico clímax final.
Otro punto a destacar es el tono y la fotografía de la que hace gala la cinta: oscura, gótica y mal sana. Una hábil mezcla de negro y azul bañados en un humo constante y dando a la ciudad un agradecido punto de caos. Gran acierto este de la directora Lexi Alexander y del director de fotografía, Steve Gainer. Un diez en ese aspecto. Todo lo contrario que con el empleo de la música. En este apartado es realmente cansina selección de canciones no originales que no pegan con el ambiente del film. Una score original y más trabajada, en vez de una selección de canciones heavy o rock duro, hubiese venido mucho mejor a la propuesta, que no disimula en ningún momento la referencia a ‘El Cuervo’ (Alex Proyas, 1994), muy presente durante todo el metraje.
Las interpretaciones son lo que se busca, ni más ni menos. Ray Stevenson, es Frank Castle alias “El Castigador”. Y lo es en presencia física y gestos. A Stevenson no se le pide una interpretación de Oscar y este logra dar vida a Castle con plena convicción. Momentos épicos son su cara en cada asesinato o verle ponerse en su sitio la nariz con un lápiz.
En el lado de los villanos, Dominic West es Billy Russoti aka Jigsaw. Se nota que disfruta dando vida a un maloso realmente escalofriante. West logra escapar de la caricatura y consigue una notable actuación. Algo que no se puede decir de Doug Hutchison, Chalado Jim, que recuerda al peor Gary Oldman de todos los tiempos, aquel que ponía de los nervios en ‘El clan de los irlandeses’ (Phil Joanou). Agradecido es el papel secundario de Wayne Knight, que interpreta a Micro, el proveedor de armas de Castle. Knight es un actor nacido para la comedia, algo que salta a la vista si uno ve su físico de loser total a lo Peter Griffin. Como actor vivió su época dorada a finales de los 80 y principios de los 90, gracias a la genial serie ‘Seinfeld’ y a sus papeles secundarios en varios hits noventeros.
“Esto solo acaba de empezar” (Frank Castle)
En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Punisher 2: Zona de guerra, una buena y agradecida muestra del cine de acción que se solía hacer en los 80, sobre todo en cintas como ‘Ejecutor’, ‘Cobra’, o la hermana bastarda de la saga «El Castigador» protagonizada por Dolph Lundgren. Disfrútenla porque dudo mucho que se vuelva a hacer en unos años una una cinta tan bruta como esta contando con un presupuesto importante.
Tráiler de Punisher 2: Zona de guerra
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