Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 1
Rescatada por los rebeldes del Distrito 13, Katniss Everdeen deberá intentar convertirse en el símbolo definitivo de la rebelión. Katniss deberá convertirse en el “Sinsajo” que una a todos los Distritos rebeldes contra el opresivo poder del Capitolio. (Cineycine).
Para Katniss Everdeen llega la hora de abanderar toda una revolución. Katniss debe reunir en torno a ella, y a su imagen, a los Distritos rebeldes. Todo para empezar a hacer pagar al Capitolio presidido por el Presidente Snow. Ha llegado el momento del “Sinsajo” en… ‘Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 1’.
“Si nosotros ardemos, tú arderás con nosotros” (Katniss Everdeen)
Crítica de Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 1
Expectativas no satisfechas. “Decepción” es la palabra que más me vino a la cabeza después de reflexionar bien acerca de esta tercera entrega. «Decepción» porque con Sinsajo 1 tenemos una película de 123 minutos que no termina de arrancar en ningún momento. Una cinta que carece de dinamismo, emoción y acción. Por si fuera poco, difumina y aliena por completo a los diferentes personajes. Personajes que pierden todos ellos, incluida Jennifer Lawrence, la brillantez y personalidad que alcanzaron en la anterior entrega, En llamas.
Aquí nos situamos todo el rato en el búnker de los rebeldes del Distrito 13. Un subterráneo que parece sacado de ‘Alien 3’ (David Fincher, 1992). Un búnker sombrío y oscuro, muy alejado de la pompa y el fuste del Capitolio. Este lugar termina por absorber por completo a todos los que allí habitan. Nadie destaca. Nadie. Vale que no estemos ya en los juegos con los festivales de vestuario, presentaciones, cañonazos,… Vale que este film sea, posiblemente, el más triste y oscuro de toda la saga: ver, por ejemplo, cuando Katniss visita las ruinas del Distrito 12 y pisa una calavera. Con todo eso estoy de acuerdo, pero lo que no puede ser es que este espíritu tan oscuro destruya por completo a los protagonistas. Este hecho impide reconocerlos de una película a otra. Y lo que es más grave… impide distinguirlos a unos de otros.
Al principio, y según pasan los minutos, uno ve el film con la esperanza de que muestre algo más allá del discurso político reinante en todo momento. De que según va avanzando se nos muestre algo de acción, de que todo termine por estallar en algún momento. Sin embargo, nada de esto ocurre. En las dos horas de duración las escenas de acción escasean. Y algunas resultan tan ridículas en su planteamiento y ejecución que es mejor pasarlas por alto. Así las cosas, no queda más remedio que echar de menos las dos películas anteriores. Eso, y ver esta tercera como una “transición” hacia la cuarta parte que eleve un listón tocado. Sí, hay que reconocerlo, Sinsajo 1 es muy diferente a las dos primeras partes. No obstante, esa diferencia, en esta ocasión, la convierte claramente en inferior a lo visto anteriormente.
Ahora bien, no todo es criticable. También hay aspectos positivos, y el más claro de todos ellos es el guión. Un guión bastante bueno que regala grandes frases, siendo la pena que no vengan acompañadas de hechos. Además nos muestra el lado más político de ambos bandos: el Capitolio y los rebeldes.
El libreto refleja con bastante realismo el hecho de tratar de convertir a un personaje televisivo en un símbolo del pueblo. Como muestra tenemos las carencias y miedos de Katniss. La protagonista, lejos de su “hábitat” (los juegos), se nos muestra más hundida y vulnerable que nunca. El script también da paso a los “juegos políticos” de programación y contraprogramación de propaganda para tratar de convencer y sumar adeptos. Finalmente, su aspecto más destacado es mostrar que las diferencias entre un lado y otro son tan finas que, al final, sólo tenemos a “tres jóvenes puros” atrapados en una guerra de viejos. Parafraseando a John Rambo: “Los viejos ocasionan las guerras y los jóvenes las combaten. Nadie gana. Y todo aquél que esté en medio muere. Nunca hay nadie que nos explique la verdad”.
Tal y como he expuesto anteriormente, la mayor parte del elenco actoral deviene en esta entrega despersonalizado y despojado de cualquier empatía y conexión con el público. Empiezo con Jennifer Lawrence. La actriz pierde en esta cinta todo el sensacional carisma y despliegue actoral de las películas anteriores. Jennifer se acerca peligrosamente al bajo nivel que ya exhibió en ‘Serena’ (Susanne Bier, 2014). Se salva, nuevamente, por determinados momentos puntuales, por ejemplo, cuando visita el Distrito 12. En general se la ve muy perdida y sin conectar con el nuevo rol del personaje. Esto último se intenta salvar con esta frase de Alma Coin: “Los juegos la han destrozado”. Pero no es suficiente.
Por su parte, Josh Hutcherson y Liam Hemsworth mantienen su nivel de sosería ya visto En llamas. Ahora bien, justo es decir que Hutcherson sale poco y por la tele… Por su parte, Liam quizás esté más espabilado. Por su banda va Sam Claflin. Este último sí que logra apuntarse un tanto positivo con su “nuevo” Finnick. Sin duda alguna, es el que más logra transmitir de estos tres coprotagonistas.
De los veteranos se mantienen Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Jeffrey Wright, Philip Seymour Hoffman y Donald Sutherland. Da bastante pena ver como Harrelson y Banks pierden todo “el encanto” de la peculiar personalidad de sus personajes. Ambos quedan “encerrados interpretativamente” en los tristes monos que llevan todos en el búnker. Algo similar pasa con Jeffrey Wright. Si no fuera porque maneja los aparatos técnicos quedaría tan despersonalizado como Harrelson y Banks. Mejor se las apañan el fallecido Philip Seymour Hoffman (la película va dedicada a él) y Donald Sutherland. El viejo zorro de Sutherland sigue destilando maldad en sus pocas intervenciones.
Entre los nuevos, decepción con Julianne Moore que se ve “atrapada” y desaprovechada en el papel de la presidenta Alma Coin. Alma es un personaje presentado con una exagerada frialdad y sin ningún tipo de brillantez ni empatía. Además no levanta cabeza ni en sus discursos públicos. Más de lo mismo para Mahershala Ali y Natalie Dormer. El primero en un papel de militar “al uso” y la segunda, al igual que Moore, infrautilizada como Cressida, una chica que no hace otra cosa más que intentar grabar a Katniss para luego editar los videos de la resistencia.
“Creen en el Sinsajo” (Cressida)
En conclusión.
Acabo esta crítica de Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 1, una penúltima entrega que para disfrutarla al máximo es mejor es concebirla como lo que es: una parte de un todo que tendría su culminación en la siguiente entrega. Es muy claro que este film queda claramente por debajo de sus dos predecesoras. Esperaba más de este Sinsajo que aquí no ha levantado el vuelo como debiera. Y es que como diría el Presidente Snow…
“Nunca les dejes verte sangrar” (Presidente Snow)
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