Las aventuras del Doctor Dolittle
Después de que su esposa muera trágicamente al naufragar su embarcación, el Doctor Dolittle se retira completamente del mundo convirtiéndose en un total ermitaño que sólo convive con sus animales. Sin embargo, la gravísima y misteriosa enfermedad de la Reina de Inglaterra le hará abandonar su retiro para embarcarse en la búsqueda de “El Árbol de la Vida”. La fruta de esta mítica planta es la única que puede salvar a la joven Reina. Para Dolittle acaba de empezar una gran aventura. (Cineycine).
“Si lo miras desde la óptica del paradigma heróico, Dolittle es ese superhéroe cuyo superpoder es escuchar a los animales. El motivo por el que es capaz de comunicarse con todas esas criaturas es ese núcleo de profunda empatía que lo caracteriza”. El director y guionista Stephen Gaghan nos invita a vivir ‘Las aventuras del Doctor Dolittle’.
“Érase una vez un doctor muy peculiar…”
Crítica de Las aventuras del Doctor Dolittle
A estas alturas, no creo que haya nadie que no sepa quién es el Doctor Dolittle. No obstante, conviene recordar que es un entrañable y divertido personaje creado por el inglés Hugh John Lofting (1886-1947). La principal particularidad de este médico-veterinario es que tiene el don de entender y hablar con los animales. A finales de los años 90, y principios del siglo XXI, su popularidad se incrementó gracias a los dos films protagonizados por el gran Eddie Murphy. No obstante, ya anteriormente había sido interpretado por otros artistas como Rex Harrison. Ahora el legado pasa al popularísimo Robert Downey Jr.
En marzo de 2017, Universal Pictures anunció un acuerdo con Downey Jr. para convertirse en el nuevo Doctor Dolittle. Colgada ya la armadura de Iron Man, este parecía un nuevo personaje con el que el artista pudiera iniciar otra franquicia. Las cosas se pusieron mejor cuando, al año siguiente, se anunció su espectacular casting de voces. Amigos del famoso actor como Tom Holland, artistas en la cresta de la ola como Rami Malek, o intérpretes consagradas como Emma Thompson se unieron al proyecto. Un proyecto al frente del cual estaba Stephen Gaghan como director y guionista. Gaghan se inspiró en el espíritu victoriano y en el anteriormente citado film protagonizado por Rex Harrison. Sin embargo, no siempre sale todo como uno espera…
Lo cierto es que el film empieza bastante bien con un elegante prólogo realizado en animación tradicional. También sobresalen sus primeros y divertidos minutos en los que conocemos a este nuevo Doctor Dolittle. Nuestro protagonista vive retirado del mundo y con un aspecto total de Robinson Crusoe. Los problemas del film empiezan justo cuando Dolittle acepta el encargo real iniciando un viaje por mar. Llegado ese punto, lo que debería haber sido una gran aventura pasa entonces sin pena ni gloria. Además, la travesía no dice nada ni se siente como tal.
Ahora bien, los defectos más claros se adivinan en el montaje con una transición de escenas muy poco conseguida. En el film algunas secuencias terminan sin mucho sentido y también pasamos de unas a otras como quien cambia cromos. Tan pronto está Dolittle diciéndole algo importante a Tommy en una jornada nocturna como al segundo siguiente estamos ya en pleno día sin apenas trascendencia de lo anterior. Otro ejemplo serían todos los sucesos que transcurren en la isla gobernada por Rassouli (con Banderas entrando y saliendo sin criterio) o la intervención de cierta criatura en el clímax.
En los aspectos comentados se nota claramente que la película sufrió los ya habituales y temidos reshoots. Eso sí, aquí el rodaje de escenas adicionales una vez terminada la cinta fue más brutal. Tan es así que, según fuentes norteamericanas, se llegó a contratar a dos nuevos directores no acreditados: Chris McKay y Jonathan Liebesman (este último con crédito como productor ejecutivo). Ambos añadieron nuevas “escenas divertidas” y se dio un nuevo tono al libreto añadiendo más “chistes”… alguno de ellos realmente absurdo e infantilizado al máximo.
Por otro lado, uno de los puntos más destacados de ‘Dolittle’ es la interacción y el empleo de animales digitales. En ambos temas la propuesta funciona bastante bien. Tanto Dolittle como el resto de protagonistas humanos tienen una buena relación directa o indirecta con los animales del film (y son muchos y en las más diversas situaciones). Con respecto a estos últimos estimo que están bastante logrados con mención especial para ese enorme tigre llamado Barry, un fiero animal al que presta su voz Ralph Fiennes. Cierto es que no se supera lo visto en los live-action Disney, pero tampoco hay que desmerecer a estos animales fotorrealistas.
En relación a lo anterior, todo el trabajo visual de la película es obra de Nicolas Aithadi y John Dykstra. Básicamente se filmaron marionetas de animales disecados y especialistas con trajes verdes imitando los movimientos de determinadas criaturas. Posteriormente ese material grabado pasó al ordenador dónde los “verdaderos” animales cobraron “vida propia”.
Respecto al elenco hay poco que resaltar. El gran protagonista es Robert Downey Jr. encarnando a un Dolittle totalmente caricaturesco y con el que dar rienda suelta a su lado más cómico. También resulta innegable destacar lo bien que Downey Jr. consigue interactuar con todas las criaturas digitales en acciones francamente naturales.
Acompañando al veterinario en su viaje tenemos a Harry Collett como Tommy Stubbins. Este joven actor no logra aprovechar la gran oportunidad que representa esta película y apenas muestra un registro en todo el metraje. Por si fuera poco, tampoco tiene una gran química con Downey Jr. Del resto del impresionante casting de voces originales merece la pena resaltar el trabajo de Emma Thompson como el loro Poly y el de John Cena prestando su voz al oso Yoshi. Por su parte, Jessie Buckley da vida a la Reina Victoria pasando casi todas sus escenas dormida y sin diálogos.
En el lado de los villanos nos encontramos con Michael Sheen y Jim Broadbent. El primero también se abraza a una interpretación caricaturesca e infantilizada como el Doctor Müdfly, el envidioso rival de Dolittle. Y el segundo opta por la seriedad para su rol de Lord Thomas Badgley. También hay que referirse aquí al anteriormente citado Ralph Fiennes como el viejo y poderoso tigre Barry que tiene cuentas pendientes con Dolittle.
Sobre el papel de Antonio Banderas no hay que hacerse muchas ilusiones. Nuestro compatriota tiene menos de 10 minutos en pantalla. Banderas entra y sale como el rey Rassouli en la parte del metraje que transcurre en su isla, Puerto Monteverde. Realmente pienso que Banderas se podía haber ahorrado este papel. Finalmente, quiero destacar a la jovencita Carmel Laniado que debuta en la gran pantalla encarnando a Lady Rose, la joven dama de confianza de la Reina. En sus minutos, Carmel demuestra que le pilló el tono perfecto a su personaje resultando bastante agradable verla en escena.
“Los humanos nunca cambiarán” (Dolittle)
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Las aventuras del Doctor Dolittle, una cinta que intenta ser una simpática película de aventuras pero no logra dar completamente en el blanco. El film reserva prácticamente todo su entusiasmo y entretenimiento para los más pequeños de la casa. Estoy seguro que ellos, y los fans más acérrimos de Downey Jr., la disfrutarán a tope. A nivel personal la considero una aventura pasable, pero creo que poco más.
Tráiler de Las aventuras del Doctor Dolittle
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