La sombra del poder
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En el mundo del periodismo los periodistas buscan la verdad, pero… ¿Qué pasaría si esa verdad fuera tremendamente vergonzosa? ¿Serían capaces de publicarla? Acompañadnos en este oscuro viaje al fondo más negro de Washington D.C. El periodista Cal McAffrey quiere descubrir la verdad en… ‘La sombra del poder’.

Crítica de La sombra del poder

Comenzamos esta reseña con dos preguntas: ¿Qué pasaría si uniéramos a tres de los mejores guionistas de thrillers actuales como Matthew Michael Carnahan, Tony Gilroy y Billy Ray? ¿Qué pasaría si los uniéramos con el excelente director Kevin Macdonald en un thriller político? El resultado de las dos preguntas nos entrega un film totalmente entretenido y de gran calidad. Si a eso le sumamos un gran reparto, entonces, el resultado es sencillamente sensacional. Así las cosas, ‘La sombra del poder’ es una de las mejores películas de Kevin Macdonald, junto con ‘El último rey de Escocia’ (2006). El ritmo, la narración y el suspense de la película dan lugar a un producto de una calidad indiscutible.

Uno de los mayores aciertos de la cinta es la elección de los tres guionistas. Para empezar tenemos a Matthew Carnahan en estado de gracia. Carnahan es el guionista de cintas tan tremendas comoLa sombra del reinoo ‘Leones por corderos’. Luego tenemos al magnífico Tony Gilroy, un guionista curtido en las conspiraciones gubernamentales y empresariales. Es a él a quien debemos buena parte de las escenas de suspense del film. Y, por último, encontramos al notable Billy Ray, también curtido en el género del thriller y que en 2007 dirigió la muy recomendable El espía’. Sin lugar a dudas, un trío de ases que elevan la calidad del libreto hasta límites insospechados. Por su parte, Kevin Macdonald dirige con mano de hierro esta trama de conspiraciones. El realizador destaca por aplicar un gran tempo y por su sobresaliente dirección de actores.

Como he expuesto, Macdonald mantiene el interés a lo largo de los 127 minutos que dura la cinta. Para ello no necesita acudir a efectos caros ni a parafernalias visuales. Salvo el detalle de que la película se encuentra rodada con cámara en mano. Pero como pasaba en ‘La sombra del reino’, el uso es bueno y justificado. Además se ofrecen sendas escenas de un portentoso suspense. Especialmente una que transcurre en un aparcamiento donde McAffrey escapa de un siniestro personaje (atención a la cara de Crowe). Esta secuencia es digna del mejor Gilroy y del mejor Ray. Por no hablar de los diálogos, algunos son oro puro, sencillamente sensacionales.

Los actores también son de lo mejor de la propuesta. Para empezar tenemos a un Russell Crowe impecable interpretando al curtido McAffrey, un periodista veterano que odia las nuevas tecnologías y todo lo que conllevan. Su compañera, Della (interpretada por Rachel McAdams), representa lo contrario a él y escribe en un blog. Pero el que se lleva la palma es Ben Affleck, actor odiado por muchos, pero que aquí se marca una interpretación de 10. También de 10 está Stephen Collins. Aunque aparezca poco, y pueda ser el típico congresista de todo por la patria, es un personaje que no es para nada perfecto. Lo único que pretende es hacer lo correcto. Además, tenemos a la siempre impecable Helen Mirren como la jefa del periódico que parece estar interesada sólo en las ventas. La actriz británica demuestra con creces que sigue siendo una apuesta segura.

A través del film, Macdonald tira también sus críticas contra el sistema americano. Especialmente atacadas son las corporaciones privadas que asolan las guerras actuales. Tal y como dice el personaje de Affleck: «son personas que una vez ayudaron a su país y que ahora sólo lo hacen por dinero». Estas entidades quedan reflejadas como si se tratara de una fábrica que crea soldados que sólo piensan en beneficios. Al mismo tiempo, sus jefes son también unos insensibles. Unos tipos más preocupados por los réditos que por las vidas humanas que sus empleados liquidan en países extranjeros.

¡Ojo! tampoco se libra el periodismo, pues lo que se dice vieja escuela ha desaparecido. Todo en favor de una generación de bloggers que redactan sin tener conocimiento de lo que escriben. Ambos extremos personificados en los personajes de Crowe y McAdams. El primero es de la vieja escuela que contrasta fuentes, corrobora hechos y conoce los sucesos y a los implicados. En cambio, el personaje de McAdams es precisamente el tipo de periodista que comentábamos. Una «bloguera» que va publicando cosas como si se tratara de tener más reputación o popularidad.

En los apartados técnicos ‘La sombra del poder’ alcanza puntos muy altos. La fotografía de Rodrigo Prieto es de sobresaliente, dando ese tono oscuro y frío a ese Washington corporativo y deprimente. Otro de los puntos fuertes es la notable banda sonora de Alex Heffes. Su música suena fría y directa como un cuchillo acompañando las imágenes de Macdonald a lo largo del metraje.

En conclusión.
Finalizo esta crítica de La sombra del poder, un muy buen thriller de conspiraciones. Una película cargada de un excelente entretenimiento y un reparto que vale su peso en oro. En definitiva, un film excelentemente «cocinado» por unos guionistas y director de primer nivel.

Tráiler de La sombra del poder

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