La noche más oscura
El 1 de mayo de 2011 se llevó a cabo una operación militar secreta en Pakistán para capturar vivo o muerto a Osama Bin Laden. La operación se pudo llevar a cabo gracias a años de investigación por parte de los servicios de inteligencia norteamericanos. Tras el ataque terrorista a las torres gemelas, el gobierno y la ciudadanía habían exigido la detención del máximo responsable. La caza de Bin Laden había comenzado. (Cineycine).
Tras ganar el Oscar por ‘En tierra hostil’ (2008) Kathryn Bigelow nos presentó esta nueva producción. Una película basada en la búsqueda y posterior captura del terrorista más buscado del mundo. Un proceso que fue largo y laborioso, pero que terminó poniendo fin a una de las mayores obsesiones de los norteamericanos. Todo quedó resumido en… ‘La noche más oscura’.
«No soy tu amigo. No voy a ayudarte. Voy a destrozarte. ¿Alguna pregunta?» (Dan)
Crítica de La noche más oscura
Cuando anunciaron por primera vez esta película pensé irremediablemente en una producción terrorífica. De esas que amenazan con mantenerte pegado a la butaca y clavando las uñas en la mano de tu acompañante. Quizás por ello no creo que ‘La noche más oscura’ sea el título más apropiado para un thriller de investigación como este. Una vez más estamos ante una traducción torticera perpetrada por ese misterioso colectivo que se dedica a traducir títulos. El original tiene mucho más sentido y no nos lleva a confusión. Y es que ‘Zero Dark Thirty’ es un término militar que significa «media hora después de medianoche», la hora precisa en que arrancó la operación que iba a terminar con la captura y muerte de Osama Bin Laden. Quizás no sea algo importante ni significativo a la hora de ver esta película, pero no está demás comentarlo.
Hecha esta pequeña aclaración hablemos de la película. Confieso que Kathryn Bigelow me parece una directora con una trayectoria peculiar. Empezó en los ochenta y noventa dirigiendo producciones interesantes como ‘Le llaman Bodhi’ (1991) o mediocres como ‘Acero azul’ (1990). Una carrera con altibajos que la llevó a dirigir películas un tanto fallidas como ‘Días extraños’ (1995) o ‘K-19’ (2002). Parecía que nunca iba a despuntar y que acabaría relegada a películas de bajo presupuesto. Fue entonces cuando se sacó de la manga un as titulado ‘En tierra hostil’ (2008), cinta que le valió un merecido Oscar como mejor directora. No sé si moverse en tramas militares la motiva especialmente, pero basta con ver esta película que nos ocupa para constatar que, una vez más, se superó con un trabajo minucioso que no da puntada sin hilo.
A estas alturas no es necesario hablar del 11S y de Osama Bin Laden. Por eso, cuando uno se dispone a ver una cinta norteamericana que versa sobre este delicado tema es hora de ponerse en guardia. Más aún si tenemos en cuenta que lo que aquí se relata es la investigación que condujo a su captura, con especial detalle en el trabajo realizado por la CIA. En otras palabras, el temor a eso que popularmente llamamos «americanada» está patente.
Por otro lado, también está presente la incómoda sospecha de que todo pueda ser un artificio al servicio de la propaganda militar. Sin embargo, debo decir con alivio que no. A pesar del enorme arsenal de dirección disponible para convertir en épico y honorable el acto más deleznable, Kathryn Bigelow no cae en el servilismo y opta por tratar el asunto con bastante honestidad. Es algo que queda muy patente en las escenas de torturas. En esas secuencias la justificación brilla por su ausencia. Incluso se despierta en nosotros cierta sensación de piedad hacia el detenido, por más que sepamos que es un terrorista.
Para conseguir este resultado fue crucial el trabajo de Mark Boal, confeccionando un guión tan esmerado como el que le valió el Oscar por la ya citada ‘En tierra hostil’. Hablamos de un periodo de aproximadamente diez años. Una década a lo largo de la cual la CIA trabajó bajo muchas presiones para poder averiguar dónde se escondía Bin Laden. Obviamente fue un periodo plagado de actos moralmente reprobables… pero Mark Boal no se recrea en esos aspectos truculentos ni los glorifica, sino que los retrata desde una perspectiva meramente documental. Es un inicio de película duro y probablemente tedioso para algunos, pero a la par necesario. Es gracias a esa parte del metraje que conseguimos entender a Maya y Dan, analizando sus frustraciones y obsesiones. Esto les lleva a afrontar la búsqueda de Bin Laden como si fuera la piedra angular de su vida.
El apartado interpretativo está a la altura de la meticulosa trama. Por el film se pasean actores habitualmente secundarios como el australiano Jason Clarke o Reda Kateb. Ambos realizan una labor más que correcta. Sin embargo, es especialmente destacable el trabajo de Jessica Chastain que lleva al límite a su personaje. Primero afronta su nuevo cargo con ferocidad y ambición, destacando entre sus colegas masculinos y contando con el apoyo de su amiga interpretada por Jennifer Ehle, esta última realiza un notable trabajo. Pero, poco a poco, la presión, el estrés y la tragedia salpican la vida de Maya y terminamos viéndola atrapada en una espiral que amenaza con destruirla. Tan es así que, al final, nos queda la inequívoca sensación de que su vida sin Bin Laden ha dejado de tener sentido, alcanzando un claro punto de desquiciamiento mental.
Destacar también como Kathryn Bigelow rueda con pulso firme el asalto militar del equipo SEAL norteamericano en la población pakistaní de Abbottabad. Su filmación, nuevamente, mantiene el clímax y el suspense… a pesar de que sabemos cómo va a terminar todo. Y también nuevamente se nos muestra el procedimiento operativo de los SEAL con todo lujo de detalles, pero sin caer en la complacencia o la epicidad, sin esconder la brutalidad y sangre fría con la que se realiza el asalto. Como ejercicio de filmación de lo que es una situación de combate es absolutamente impecable. Tema al margen es si tras ver esta película podremos seguir creyendo en la historia oficial que nos vendieron con tanto esmero. Un servidor ya os anticipa que no.
Conclusión.
Hora de finalizar esta crítica de La noche más oscura, lo cierto es que lo pasé muy bien viéndola. Quizás porque me apasiona el género o quizás porque Kathryn Bigelow consiguió hilvanar con soltura una trama compleja que se alargó durante más una década. Sea como fuera, no me cabe duda de que estamos ante uno de los mejores thrillers de espionaje de los últimos años. Un film con una puesta en escena exquisita, una fotografía muy cuidada y un ritmo narrativo que mantiene el interés del espectador incluso en esos momentos donde no hay lugar para la sorpresa… La caza de Bin Laden se convierte en un suceso interesante y en un retrato fiel de una búsqueda que cerró una de las páginas más oscuras de la historia reciente de Estados Unidos.
Tráiler de La noche más oscura
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