Ghost in the Shell: El alma de la máquina
Hong Kong, en el futuro. Varios científicos importantes de Hanka Robotics, empresa líder en productos cibernéticos, están siendo “hackeados” por un misterioso individuo llamado Kuze cuyo lema es: “Quien colabore con Hanka Robotics será destruido”. Del caso se ocupará La Sección 9, una unidad especial de ciberterrorismo que tiene en la Mayor y Batou a sus agentes más eficaces. (Cineycine).
Después de licenciarse como “action-woman” en los films de los vengativos, triunfar con ‘Lucy’ (Luc Besson, 2014) y llevar un tiempo queriendo protagonizar su propio film de superhéroes… esta película significó su gran oportunidad. Scarlett Johansson se transforma en una ciborg convertida en personaje de culto. Demos paso ya a… ‘Ghost in the Shell: El alma de la máquina’.
“Tu alma, tu espíritu, tu ghost… siguen ahí dentro” (Doctora Ouelet)
Crítica de Ghost in the Shell: El alma de la máquina
Tras mucha espera y ansias, por fin, le echamos el ojo a esta versión de imagen real de ‘Ghost in the Shell’, la película basada en el manga cyberpunk de Masamune Shirow. Manga que el director japonés Mamoru Oshii llevó al anime en los años 1995 y 2008. La pregunta que todo el mundo, especialmente los fans, se estará haciendo es esta: ¿Supera esta versión al film de Oshii? La respuesta es SI pero NO. Me explico a continuación…
Esta cinta dirigida por Rupert Sanders supera ampliamente al film del que bebe en el libreto. Sin embargo, no lo supera a la hora visualizar la acción en pantalla y empata al respecto de los personajes. En consecuencia, el resultado es una puntuación casi idéntica al tan venerado film de Mamoru Oshii. A continuación, en los siguientes párrafos, ahondaré más en estos tres aspectos que son los más importantes.
En su momento ya comenté que la versión de Mamoru Oshii era técnicamente impecable, pero que su guión era un lastre. Aquel era un libreto plagado de grandes ideas expuestas todas ellas de manera atropellada. Tan es así que el espectador no versado terminaba perdiéndose y no captando la totalidad de lo expuesto. Ese “caos narrativo” es algo que no ocurre en la versión de Rupert Sanders. El realizador ha contado con un libreto escrito por Jamie Moss y William Wheeler. Ambos guionistas entregan una trama muy trabajada y fácilmente entendible, tanto para gente puesta en el manga/anime como para novatos.
Al igual que en la obra de Shirow y Oshii, seremos testigos del conflicto existencial interno de Mayor (el ghost), del uso indiscriminado de la tecnología en la vida humana, o de la IA que quiere tener vida propia. Todo esto a lo largo de una historia en la que el villano llamado Kuze es el conocido “Titiritero” del film de Oshii, sólo que aquí se le da nombre. Ahora bien, el metraje superior al film animado produce que todo esto esté expuesto de manera mucho más desarrollada. Además se tocan interesantes extras. Por ejemplo: el origen de Mayor. Aquí se explicará porque el personaje es occidental y no oriental. Incluso habrá un guiño muy agradecido a este respecto. También veremos como Batou consigue sus ojos cibernéticos. Finalmente se expondrán claramente las motivaciones de Kuze/Titiritero o su interés por Mayor.
Al respecto de la acción cabe decir que esta versión de imagen real queda por debajo del anime. Y queda por debajo porque casi todas las secuencias relevantes tienen lugar por la noche, o en escenarios muy poco iluminados en los que resulta difícil apreciar movimientos y demás. De las pocas escenas de este tipo rodadas a plena luz es obligado destacar aquella secuencia de los basureros. Secuencia que resulta un homenaje a la del anime de Mamoru Oshii, que se reproduce prácticamente calcada desde su inicio y hasta su final.
Un apartado especial merecen los múltiples guiños que Rupert Sanders dedica al film de Mamoru Oshii. Son guiños/homenajes muy naturalmente insertados a lo largo del metraje. Estos homenajes calcan en imagen real determinadas secuencias que pudimos ver en el anime. Algunos ejemplos (de los muchos que hay, en imágenes y diálogos) serían los siguientes: la creación del cuerpo cibernético de la Mayor y su salto al vacío, las comunicaciones mentales, toda la secuencia de acción de los basureros ya comentada, la charla en la barca,… Además, Sanders regala a Oshii un cariñoso detalle al incorporar en una escena la presencia del perro de raza basset hound. Un perrito que tanto le gustó incluir al realizador japonés en su película en varios y sutiles planos. Por descontado que en los títulos de crédito finales sonará una adaptación muy respetuosa y casi calcada del tema principal “Making of Cyborg”.
“No envíes a un conejo a cazar a un zorro”. Arma perfecta.
Vamos ahora con los protagonistas de carne y hueso de La Sección 9. La tremendamente popular Scarlett Johansson es la Mayor Mira Killian, la creación ciborg más perfecta de Hanka Robotics. Mayor representa el futuro para la doctora Ouelet: “Ella es en lo que nos convertiremos todos algún día”. Mayor es la mejor arma de La Sección 9, pero su cerebro humano está sufriendo “interferencias”. En consecuencia, ansía saber qué es en realidad y cuál es su origen. Mayor tiene dudas, dudas existenciales… La interpretación de Scarlett Johnsson es tremendamente fría, antiempática y, en cierta manera, heredada de ‘Lucy’ (Luc Besson, 2014). Ahora bien, esta performance no puede verse, en esta ocasión, como un reproche hacia su labor. Scarlett se limita a recrear la misma mentalidad que tenía el personaje en el film animado.
El danés Pilou Asbæk da vida a Batou, el mejor amigo y compañero de armas de la Mayor. Aquí parto de la base de que su personaje animado fue de los que más me gustó. Dicho esto, no me ha desagradado nada la labor de Pilou en su rol de este gigantesco y musculado compañero.
Del resto de agentes de La Sección 9 no se puede decir gran cosa puesto que salen poco o nada. El que más planos tiene es Chin Han como Togusa. Quien sí que goza de importancia es el mítico Takeshi Kitano en su rol de Aramaki, el jefe de toda La Sección 9. Aramaki es el que libra también las batallas a nivel burocrático. A destacar que, mientras el resto de intérpretes recitan sus diálogos en inglés, Takeshi habla siempre en japonés. No es que se parezca mucho al Aramaki del anime, pero yo prefiero a este jefe más “activo” y con un par de escenas para su lucimiento personal.
Cerrando hay que hacer mención a otros papeles importantes. Son los de Juliette Binoche que está bien como la doctora Ouelet, la científica “madre” de Mayor. Peter Ferdinando no desentona como cabeza suprema de Hanka Robotics. Esta empresa cibernética vendría a ser una mezcla de La Sección 6 y la corporación Megatek del film de Oshii. Por último tenemos a Michael Pitt como Kuze (Titiritero), el villano de la función. Kuze resulta más temible cuando lo vemos entre las sombras que cuando se nos va mostrando. No entro en sus motivaciones criminales porque es el punto fuerte de la trama.
“Quien colabore con Hanka Robotics será destruido” (Kuze)
En conclusión.
Hora de finalizar esta crítica de Ghost in the Shell: El alma de la máquina. Aquí tenemos una película que mejora en algunos aspectos a la obra original, pierde la batalla en otros y queda empatada en el resto. Creo que se complementa bastante bien con el anime y consigue hacer un buen “díptico” con él. No veo inconvenientes de peso para que fans y legos puedan disfrutar con esta versión protagonizada por Scarlett Johansson.
Tráiler de Ghost in the Shell: El alma de la máquina
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Tengo que hacer defensa, porque ni de lejos se merece el masacramiento recibido en USA (ok, no es otra Cura del Bienestar, pero tampoco es un Dragon Ball Involution), a mi esa peli de Rupert Sanders me ha parecido un producto entretenido y bien elaborado que respeta el material original (Oshii se pasaba por el forro la trama detectivesca y daba prioridad al tema de la deshumanizacion, que tampoco llega a lo que hizo Shirow), pero se queda un tanto corta.
A mi el reparto me he convencido, pero quedan muy cojos ciertos personajes (el de Juliette Binoche), Scarlett Johansson me ha parecido lo suficientemente solvente, al igual que Pilou Absaek e incluso Takeshi Kitano (este tio es un Bad ass), tambien se hace patente el poderio visual de Sanders (la pelea en el agua, por ejemplo o el inicio, sacado del primer episodio de la serie anime). Quizas le cueste llegar a tener la profundidad del material de Shirow, pero con justicia, la obra de Oshii esta años LUZ, al igual que esta, por el momento la mejor adaptacion hecha de un manga sigue siendo AKIRA.