Dylan Dog: Los muertos de la noche
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Brandon Routh intentó revitalizar su carrera con esta mediocre producción de bajo presupuesto. Un film que adapta las aventuras narradas en el cómic de Tiziano Sclavi, ‘Dylan Dog’. Hablamos de una obra sobre un investigador de lo oculto que se convirtió en todo un icono de la cultura italiana desde su lanzamiento en 1986. Por desgracia, y como explicaremos en la siguiente review, nos encontramos ante un producto muy inferior a la obra original. Presentemos ya mismo a ‘Dylan Dog: Los muertos de la noche’.

Crítica de Dylan Dog: Los muertos de la noche

Seguramente muchos de ustedes se habrán hecho algunas preguntas al saber de esta película. Entre ellas: ¿Quién demonios es Dylan Dog? ¿Su protagonista es el mismo deSuperman Returns? Y después de aquello ¿Qué fue de Brandon Routh? Pues bien, antes de entrar a valorar la película, creo que resulta imprescindible aclarar esas dudas. Comenzamos por la más importante de ellas: hablar sobre la mitología de Dylan Dog.

‘Dylan Dog’ es un cómic de culto de origen Italiano creado en 1986. La obra corresponde al guionista Tiziano Sclavi junto con la ayuda el dibujante Angelo Stano. El cómic, todo un fenómeno cultural y de masas en Italia, fue el primero de la editorial Sergio Bonelli en tratar el género de terror y fantástico. De inmediato formó parte imprescindible del llamado Fumetto Italiano (historietas para adultos). Podemos encontrar otros muchos personajes populares pertenecientes al mencionado género fumetti: ‘Diabolik’, ‘Tex’, ‘Nathan Never’ o ‘Kriminal’. No obstante, ninguno de ellos alcanzó el grado de popularidad y éxito de ‘Dylan Dog’. De hecho, el intrépido detective de sucesos paranormales vestido con jeans azules, chaqueta negra y camisa roja aún sigue cosechando éxitos. Aunque ya sin la implicación directa de Sclavi.

Con ambientación en Londres, las historias de ‘Dylan Dog’ giran en torno a la vida de un investigador de lo oculto. Un detective que se ve implicado en multitud de casos de apariciones espectrales, fantasmas, demonios y brujería. Aunque realmente una gran cantidad de estos casos no son más que el reflejo de los propios miedos y temores que tiene el ser humano. Esto último inevitablemente le conduce a cometer hechos atroces y actos impuros. Y es que la moraleja final de las historietas de ‘Dylan Dog’ dejan entrever que el verdadero monstruo es el hombre, más que los entes y los demonios infernales.

A pesar del claro trasfondo sobrenatural, y las criaturas que merodean en todos los relatos, Sclavi dotó a su obra de multitud de sentimientos y elementos humanos: el odio, el amor, la compasión o la soledad. Hasta el punto de que su cómic llegó a convertirse en un potente elemento de reflexión para el lector, dado que Sclavi profundizada con ahínco en sus personajes para trasladar su personalidad y punto de vista sobre la vida y la muerte a través de ellos. Y es que ‘Dylan Dog’ es una obra puramente personal, compleja y brillante. Todo lo contrario que la adaptación cinematográfica que revisamos en las siguientes líneas…

Una vez explicado el origen del personaje, pasemos a la segunda cuestión: ¿Qué fue de Brandon Routh? Pues que básicamente dejó de contar para las grandes productoras. Repasando su filmografía, el papel más destacado tras el «fiasco» ‘Superman Returns’ lo obtuvo en el cameo de… ¿Hacemos una porno?’. En los últimos tiempos lo hemos podido ver en televisión a partir de Arrow: Temporada 3’. Y también forma parte del elenco de ‘Legends of Tomorrow’.

No cabe la menor duda de que, tras el estreno de ‘Superman Returns’, la carrera de Routh se estancó. Así hasta el punto de tener que volver a trabajar para el medio de donde llegó: la televisión. Eso sí, compaginando papeles en series norteamericanas con cortometrajes de nula repercusión y alguna que otra película poco trascendente. De ahí que, cuando le llegó el guión de ‘Dylan Dog: Los muertos de la noche’, viera el cielo abierto. Ante sí tenía la posibilidad de recuperarse del batacazo que ‘Superman’ supuso para su carrera. Obviamente escogió el proyecto equivocado.

Y Routh se equivocó porque en el ámbito internacional, sobre todo fuera del territorio europeo, las historias de ‘Dylan Dog’ no son lo suficientemente conocidas como para llamar la atención del espectador. Un espectador claramente condicionado por otro tipo de adaptaciones de mayor peso. Además, aceptar participar en un film de estas características con tan sólo 20 millones de dólares de presupuesto es poco menos que un suicidio… más aún si el guión y el desarrollo de la trama resultan infantiles e infumables. Por otra parte, resulta inútil no reconocer que el film es incapaz de mantener el interés de la narración ni diez minutos seguidos. Y es que la película de Kevin Munroe es de una mediocridad y simplicidad que asusta.

‘Dylan Dog’ se sustenta sobre un guión de desarrollo trastabillado y de actuaciones tremendamente mediocres. En consecuencia tenemos un producto que tira por tierra el mensaje y contexto de la obra original. De hecho, por momentos tenemos la sensación de estar ante un film que parece más un capitulo extendido de series como ‘True Blood’ o ‘Embrujadas’ mezcladas con Constantine’ y ‘Van Helsing’, pero infinitamente más tosco y chapucero. Todo resulta tremendamente artificial, insustancial e insoportable. Y esto por no hablar del cambio de ambientación trasladándola de Londres a Nueva Orleans, aunque visto lo visto esto es lo de menos. Ojo a los irrisorios efectos especiales y al ridículo carácter que se les otorga a las criaturas de la película (atención al demonio karateka del final).

En definitiva, y a pesar de que las expectativas puestas en esta producción eran realmente bajas (por lo tanto el margen de decepción debería ser mínimo), la cinta resulta tan soporífera y aburrida que no se aguanta sobre sí misma. En absoluto es capaz de provocar un mínimo ya no de tensión sino de interés en el público. Y es una lástima porque Routh tiene mimbres suficientes como para ser un actor medianamente decente. Y lo mismo puedo decir del proyecto que partía de un material excelente pero que desaprovecha por completo todo lo bueno de la obra de Sclavi.

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Dylan Dog: Los muertos de la noche, lo que podría haber sido una producción seria y sólida capaz de combinar elementos tan potentes como el terror, el thriller, las inquietudes del ser humano o el cine negro, se queda en un producto perfectamente olvidable y prescindible. Un producto que nada tiene que ver con los cómics de Sclavi ni con el tono tan específico y peculiar del que hacen gala los famosos fumetti. Seguramente su destino natural tendría que haber sido el mercado del DVD.

Tráiler de Dylan Dog: Los muertos de la noche

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