Dragon Ball Super: Broly
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Estrenada el 15 de diciembre de 2018 en Japón, esta película de ‘Dragon Ball’ de la saga ‘Super’ se convirtió en la más taquillera a nivel mundial. Sus 115.757.940 $, para un coste de tan sólo 8.500.000 $, la hicieron alzarse por encima de los números de ‘Dragon Ball Z: La resurrección de F’. Llegó la hora de medir el poder del legendario saiyan en ‘Dragon Ball Super: Broly’.

“Algún día destronarás a ese monstruo de Freezer y te convertirás en el rey del Universo. ¡El rey!” (Rey Vegeta)

Crítica de Dragon Ball Super: Broly

Tatsuya Nagamine es el encargado de ponerse en esta ocasión detrás de las cámaras de ‘Dragon Ball Super: Broly’, el film dedicado al legendario saiyan estrenado en 2018. Nagamine sustituyó a Tadayoshi Yamamuro, quien en 2015 nos trajo Dragon Ball Z: La resurrección de F entregando un buen trabajo. Y la pena es que el film de Nagamine es inferior al de Yamamuro, especialmente desde un punto de vista técnico.

Para comprobar la afirmación que acabo de lanzar basta con echar un vistazo al trabajo de animación de ambos films. En ‘Dragon Ball Super: Broly’ podemos apreciar claramente secuencias y personajes que no están bien plasmados en pantalla. Un ejemplo lo encontramos en la musculatura de Goku cuando se presenta con el torso desnudo. Sus músculos dan vergüenza ajena y parecen dibujados por un niño de 10 años. Otro ejemplo lo encontramos en los personajes de Cheelai y Lemo. Serán más de una ¡y de dos! las veces que veamos sus armaduras de combate poco detalladas o “dibujadas con prisas”. Parece que en este film toda la atención la hubieran volcado hacia Broly a todos los niveles descuidando otros aspectos y personajes…

Y hablando de Broly, la trama del film nos remite al origen de este legendario supersaiyan. Un guerrero de inmenso poder que aparece cada 1000 años y al que ya habíamos visto antes, por ejemplo, en ‘Dragon Ball Z: Estalla el duelo’ (Shigeyasu Yamauchi, 1993). Apenas un año después, los que ya peinamos canas, pudimos disfrutar de su presencia como personaje seleccionable en el cartucho ‘Dragon Ball Z: La leyenda de Saien’ para la Super Nintendo.

En ‘Super: Broly’ nos cuentan su origen en la primera parte del film. Ahí lo veremos siendo tan solo un niño en una incubadora y también lo veremos expulsado del planeta Vegeta junto a su padre, Paragus. Ambos se instalarán en planeta Vampa. Allí el coloso dará sus primeros pasos. También en ese primer acto presenciaremos la ejecución de los saiyans a cargo de Freezer. En general, estamos ante una historia bastante correcta y atractiva… si obviamos que tiene algún salto de continuidad con el anterior largometraje estrenado en España. Por otro lado, los habituales golpes de humor de la franquicia también están presentes de forma disparatada e innecesaria en el ridículo deseo que Freezer quiere pedirle a Shenron.

El segundo acto del film es un non-stop de acción. Es ahí cuando Broly se enfrentará, mano a mano, contra Vegeta y Goku. Los combates están muy notablemente filmados y repletos de todo tipo de efectos especiales, luces “psicodélicas”, puñetazos devastadores, ataques finales,… en fin, una delicia para los que somos amantes de toda la gran acción que esta serie nos ha ofrecido siempre. Eso sí, esta vez con muy poca o nula sangre.

En cuanto a los personajes, lo cierto es que el plantel de la serie queda muy reducido en esta entrega. Nada comparable a ‘La resurrección de F’ en el que tuvimos a varios e importantes personajes y cada uno con su momento o instante de gloria… Ahora el gran protagonista es Broly junto a su padre Paragus. La película no es otra cosa que el arco argumental del primero y por eso se le entrega el protagonismo. Bien puedo decir que Broly es un guerrero ingenuo sometido al control e intereses vengativos de Paragus. Al lado de ambos también se da importancia a Cheelai y Lemo como dos mercenarios de la tropa de Freezer que llegan a conectar con el mítico saiyan. Estos dos personajes son importantes porque a través de ellos se ahondará un poco en los soldados que sirven a Freezer.

Precisamente, Freezer es otro protagonista relevante junto a Vegeta y Goku. Eso sí, esta vez el temible villano se dedica a conspirar mientras que Vegeta y Goku entrenan, pelean y poco más… Por el film también se dejan ver Bulma, Bills y Whis. Aunque lo cierto es que hacen poco o nada, sobre todo Bills que se limita a estar tumbado en una hamaca. Para Piccolo queda una simple aparición… Respecto a las escenas del pasado nos reencontraremos con el Rey Vegeta. El monarca presenta dos sentimientos: la envidia hacia el poder de Broly y su temor ante Freezer. Finalmente, en cameos puntuales a lo largo de la trama pasada podremos identificar a Nappa, Raditz e incluso al padre y la madre de Goku. Así pues, vemos como se quedan fuera del film gente tan importante y querida como Ten Shin Han, Gohan, Krilin o Mutenroy.

“No es asunto mío lo que pasara con el Planeta Vegeta… yo sólo quiero venganza” (Paragus)

En conclusión.
Termino esta crítica de Dragon Ball Super: Broly, un film que ofrece una buena dosis de espectáculo accionero entregando casi todo el protagonismo al legendario saiyan. La pena es que baja algún peldaño su calidad y repertorio de personajes respecto al film anterior. Tampoco pasa a la historia de la franquicia, pero se disfruta de manera rápida y sencilla sin más pretensiones.

Tráiler de Dragon Ball Super: Broly

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