Carretera al infierno (2007)
Comparte con tus amigos










Enviar

En Hollywood las ideas se van agotando o ya están casi agotadas. Esto es algo que me produce bastante acongojo, ya que hablamos de la industria que mantiene vivo al cine. Por eso, no es de extrañar que cada vez los remakes sean de films más recientes en el tiempo. También nos invaden las adaptaciones de novelas gráficas y cómics. El film que nos ocupa hoy es un remake. Una nueva versión del film de culto de 1986 de título homónimo y dirigido por Robert Harmon. ¡Bienvenidos a…‘Carretera al infierno (2007)’!

“¡No quiero morir!”

Crítica de Carretera al infierno (2007)

‘Una carretera a ninguna parte’, así se debería haber titulado este remake dirigido por Dave Meyers. Este fue el director elegido que Michael Bay colocó tras las cámaras mientras él, bajo su poder de productor, dirigió por donde debía ir el asunto. Si esta cinta logra que lleguemos al final es solamente por una razón. Y esa se llama Sean Bean.

Sean Bean es un gran actor desperdiciado en papeles de malo (‘Juego de patriotas’, ‘Goldeneye’) o papeles secundarios (‘Ronin’, ‘El Señor de los anillos’) en los que siempre cumple con nota. Sin embargo, parece que esto no es suficiente para las mentes pensantes de Hollywood. Así las cosas, Bean sigue a la espera de llegar al “status” que merece en la Meca del cine. En el film que nos ocupa se erige como el salvador del asunto. Aquí nos ofrece la recreación de un malo sádico como pocos. Un tipo con un abanico de gestos y formas dignas de todos los elogios habidos y por haber.

En el otro bando se sitúan la horrenda parejita (en términos de talento, no de belleza, que son muy guapos e irreales ellos) que forman Sophia Bush y Zachary Knighton. Ambos no consiguen que nos sintamos identificados en ningún momento con ellos. Así que eso nos lleva a que nos importe más bien nada que vivan o mueran, o que John Ryder haga picadillo a la potente Sophia Bush.

Nunca nos aclaran el por qué, ni el equipo de guionista quiere ahondar en el fondo del comportamiento sádico y psicótico de Ryder. Tampoco el director tiene el mínimo interés en hacerlo. Su único propósito es el de darnos una cinta de acción (sí, de acción) con una persecución física, que no mental, entre la pareja protagonista y el malvado asesino.

hitcher-casting

Así transcurre el tema desde su primer encontronazo con el autoestopista (ese Sean Bean impasible mientras le cae encima el diluvio universal) hasta el sanguinario clímax final (tan previsible como efectivo). Al final nos queda una cinta del montón. Eso sí, salpicada con algún momento tenso gracias a la enorme labor de Bean (y sí, no me canso de alabarlo).

A todo esto, antes de su clímax, nos tocará ver a una policía inepta de la frontera USA & México (y son inútiles porque son medio mexicanos, cosas de los americanos). También encontraremos a una familia que correrá una funesta suerte. Finalmente, se dejará ver también un Sheriff más chulo que nadie (con la cara del televisivo Neil Mcdonough). Todo esto filmado de una forma rápida y videoclipera (no vaya a ser que seamos originales). El «condimento» lo pone algo de semi-gore que no hiere sensibilidades y que satisface al espectador menos exigente. Poco más se puede decir de un supuesto thriller de terror en el que lo más inquieta son las escenas de diálogo.

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Carretera al infierno (2007), una cinta en la que sólo cabe resaltar el inquietante primer encuentro de Ryder & la pareja (puro diálogo). También dignas de mención son todas las escenas que envuelven a Ryder que es, sin duda, el alma del film (sensacional su duelo con el Sheriff en el interrogatorio). Finalmente, su corta duración de 83 minutos (créditos incluidos) es la justa para no aburrir. ¡Qué no se note que no tenemos nada nuevo que contar!

Tráiler de Carretera al infierno (2007)

Escucha nuestro podcast