Anarchy: La noche de las bestias
Una pareja a punto de divorciarse, una camarera y su hija adolescente, y un expadre de familia con ganas de venganza. Todos ellos se verán obligados a sobrevivir juntos en la gran ciudad la noche de “la purga anual”. ¿Conseguirán llegar vivos al amanecer? (Cineycine).
Año 2023, EE.UU. Los autodenominados como “Nuevos Padres Fundadores” siguen manteniendo los índices de criminalidad del país en cifras espectacularmente bajas. Todo gracias a una “fiesta” que se celebra una noche al año en la que todo vale. Una “festividad” conocida como “La Purga” en la que usted puede ajustar cuentas con su vecino. Es tiempo de cobrarse deudas pasadas en… ‘Anarchy: La noche de las bestias’.
“Muy pronto habrá una guerra ahí fuera”
Crítica de Anarchy: La noche de las bestias
Sorpresa positiva con esta secuela de la fallida ‘The Purge: La noche de las bestias’ (2013). Es una sorpresa positiva porque James DeMonaco esta vez sí acierta. DeMonaco recoge la idea y carga crítica originales y las lleva mucho más allá: a toda una ciudad. Además, no deja en ningún momento que el envoltorio de violenta odisea por el que pasan los protagonistas del film difumine el mensaje de la película. Un mensaje tremendamente crítico y que carga contra varias ideas tales como: la venganza, la selectividad del poder, la posesión de armas o la repugnancia de según qué ideas y personajes enriquecidos con la moral podrida. Temáticas muy presentes en una película que se expande más allá de la casa que vimos en la primera parte.
Ya dije en su momento que “una purga más globalizada” podría haber resultado mejor… y así es. En «Anarchy» tenemos toda una ciudad repleta de bandas e individuos/as enloquecidos que se las harán pasar canutas a un curioso grupillo de personas. Personas con diferentes problemas y condición que, por esas circunstancias de la vida, terminan unidos. El singular grupo tratará de sobrevivir al infierno de una ciudad abandonada a las bandas en esa abominable “celebración” conocida como “La Purga”. Una celebración creada por los falsamente paternalistas autodenominados como “Los Nuevos Padres Fundadores”.
Dejando al margen el duro y crítico mensaje, DeMonaco nos entrega un buen y correcto espectáculo de acción. Aquí «gozaremos» con individuos ametrallados sin compasión, algún que otro sorprendente sobresalto y toda una ciudad en la que ejecutar la acción con gran crueldad hacia un grupo de personas atrapadas en esta abominable y violenta festividad. Atención especial a ese individuo que, desde la parte trasera de un camión, se dedica a ametrallar a la gente sin perdón con una ametralladora fija. Respecto al grupo atrapado, DeMonaco se toma la molestia de presentárnoslos mínimamente en los compases iniciales. El objetivo de esta intro es que, de alguna manera, simpaticemos con ellos y nos importe algo su destino. ¡Vaya! que no son mera carnaza sin personalidad. Todos ellos, más bien que mal, tienen una historia tras de sí. Conozcamoslos un poco mejor…
En la «Anarchy» sobresale la figura de Frank Grillo que da vida a un expadre de familia. Ojo con su “look” muy a lo Frank Castle que le sienta de maravilla, tanto a él como al personaje. Sin ningún tipo de dudas, buen papel para Grillo y oportunidad aprovechada. El resto de actores quedan totalmente eclipsados por el intérprete nacido en NY.
No obstante lo anterior, es bueno repasar brevemente sus roles: Kiele Sanchez y Zach Gilford (destaca más ella que él) dan vida a una pareja a punto de divorciarse. Ambos quedan tirados con su coche y vendidos a su suerte en la ciudad. Para Carmen Ejogo y Zoë Soul van los papeles de madre e hija. La madre es una pobre camarera que trata de sacar adelante a su hija adolescente y a su abuelo (interpretado por John Beasley). Aquí hay que resaltar que la adolescente interpretada por Zoë Soul va ganando terreno a medida que transcurre el film. Además, se atreve a “medirse” en varias ocasiones con el personaje de Frank Grillo.
Más allá de estos protagonistas, lo que tenemos delante es una caterva de pirados malvados. Unos salvajes que intentan coser a tiros, quemar vivos o pasar a cuchillo a todos aquellos que se crucen en su camino. Algunos incluso pagan porque les lleven “las presas” a casa y así no tener que patear las calles… ¡tremendo! De entre todos ellos cabe destacar la presencia del televisivo Jack Conley que pone su duro e impasible rostro al tipo del camión comentado párrafos anteriores. Citar también a Noel Gugliemi como un portero hispano que pierde la cabeza con la “fiesta”. Finalmente nos queda Michael K. Williams como Carmelo, una especie de telepredicador urbano que carga contra “La Purga”.
“No necesitamos héroes. Nada de héroes”
En conclusión.
Finalizo esta crítica de Anarchy: La noche de las bestias, una película que, sin olvidar su tremenda carga crítica y manteniéndola a lo largo de todo el metraje, logra un mejor y más disfrutable resultado. Recuerda de alguna manera a ‘The Warriors: Los amos de la noche’ (Walter Hill, 1979) y resulta globalmente muy superior a ‘The Purge: La noche de las bestias’ (James DeMonaco, 2013).
Tráiler de Anarchy: La noche de las bestias
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La primera parte es muy flojilla pero parece que esta la mejora bastante, habrá que darle una oportunidad.