Alien: Covenant

Diez años después de que se perdiera el contacto con la astronave Prometheus, la nave colonial conocida como Covenant surca el espacio. Su destino es el planeta Origae-6 con el objetivo de que sus 2000 colonos inicien allí una nueva vida. Sin embargo, un incidente despierta a la tripulación de mantenimiento de la nave. Además se intercepta una señal de vida de un planeta oculto y con buenas condiciones de habitabilidad. Sorprendidos ante esta buena nueva decidirán poner rumbo hacia el desconocido mundo. (Cineycine).
Hace ya tiempo que nos quedamos con la miel en los labios y con varios interrogantes por resolver. El principal era saber cómo les había ido en su viaje a la Doctora Shaw y al sintético David (“persona artificial” para Bishop) en su viaje en busca de los colosales Ingenieros. Ahora ha llegado el momento de que las preguntas sean contestadas. Para ello nos subimos a bordo de… ‘Alien: Covenant’.
“Yo soy Ozymandias, rey de reyes: ¡Contemplad mis obras, oh poderosos, y desesperad!”
Crítica de Alien: Covenant
En 2012, treinta y tres años después de ‘Alien, el octavo pasajero’, Ridley Scott regresó a la franquicia (o más bien al universo) de Alien. Y lo hizo con ‘Prometheus’, un film en el que, dejando al margen a los Xenomorfos y las historias de Ripley, se ahondaba en el origen de la raza del “Space-Jockey”. Una raza cuyos integrantes pasarían a ser conocidos como “Los Ingenieros”. Hablamos de unos colosos tan antiguos como el tiempo que se dedicaban a viajar por los sistemas planetarios haciendo y deshaciendo.
Este planteamiento, pese a la queja más o menos general de los fanáticos que no entienden más que de ver Xenomorfos, fue muy atractivo. La trama volvía sobre el “Space-Jockey” que, incomprensiblemente, fue dejado de lado en las películas posteriores (que no en algunos de los cómics). Ahora bien, y pese a contener varios guiños y compartir elementos comunes con ‘Alien’, Ridley Scott no consideró, en su momento, a ‘Prometheus’ ni como una precuela ni tampoco como una secuela del film del Xenomorfo. Él mismo lo reconocía en los audiocomentarios de la película. Estábamos pues, ante unos sucesos que compartían el “Universo Alien” pero nada más… al menos esa fue la intención inicial. Eso sí, a posteriori, fueron surgiendo nuevas declaraciones para intentar unificar todos los elementos. Y es aquí donde entra, o intenta entrar, ‘Alien: Covenant’ y el resto de films que puedan venir…
‘Alien: Covenant’ se configura, en un primer tramo, como una copia descarada y desvergonzada de la ya citada ‘Alien’. Así las cosas, tenemos una nave que viaja por el espacio, capta una señal procedente de un planeta no previsto y sus ocupantes descienden a investigar. Por si fuera poco, la computadora central también se llama “Madre” y para la BSO se ha cogido el inquietante “Tema Alien” de Jerry Goldsmith repetido casi hasta hartar. Por no hablar de la configuración de las letras del título…
No obstante, y una vez que la tripulación de la nave Covenant desciende al planeta, es cuando se marcan diferencias con ‘Alien’, se enlaza con lo ocurrido en ‘Prometheus’ y se nos cuenta el destino del sintético David y la doctora Shaw. Esto último es algo que ya pudimos ver e intuir en el prólogo abierto que consta en el canal de FOX en YouTube. Un prólogo que viene a “repetir errores argumentales” vistos en ‘Alien 3’ (David Fincher, 1993).
Todo lo anterior se desarrolla en una ambientación tremendamente oscura. Aquí las luces brillan por su ausencia y, a veces, cuesta ver algo. El condimento lo representa una temática repetida cientos de veces en cientos de films sci-fi y que nos remite a mitos como el Doctor Frankenstein/Moreau y la criatura que se revela contra él… pero con elementos del “Universo Alien”. Elementos como bien pueden ser: el Xenomorfo, los huevos, los facehuggers o la aparición de alguna que otra criatura nueva. Así es como se va intentando arrojar algo de conexión de esta nueva remesa de películas que planea Scott con las obras originales. Se trata, ni más ni menos, de llegar a saber cómo empezó todo y quienes lo provocaron (al menos esa es la argumentación que se baraja ahora).
Dejando al margen lo anterior, la película no deja de ser un survival-horror para una tripulación tremendamente prescindible y no preparada para lo que les espera. En este sentido, quiero resaltar muy positivamente el hecho de que los protagonistas porten armas (y utensilios) muy rudimentarias y para nada superiores a las que llevaban, por ejemplo, los marines en ‘Aliens, el regreso’ (James Cameron, 1987). De hecho, las secuencias interiores del “salto al planeta” recuerdan mucho a las vistas en la Dropship en el descenso al planetoide del nivel 4-26. También es de destacar, y alabar, el intento perfectamente conseguido de emparentar, en cuanto a tecnología y diseño, a la nave Covenant con la Nostromo. En la Covenant veremos compartimentos casi idénticos como el módulo de “Terraformación”.
Con respecto a lo anterior, muy poco de lo que veremos en los campos comentados, y tampoco a nivel visual, supera a los films originales del propio Scott, Cameron, Fincher y Jeunet. En este sentido, la anterior cinta, ‘Prometheus’, juega en ligas muy superiores. Basta con recordar como los propios guionistas se encargaron de remarcar que la Prometheus era una astronave totalmente nueva y de última generación, a diferencia de la Nostromo que llevaría muchos años de servicio en el espacio.
Algo que no puedo dejar pasar por alto son los cortes en el metraje. Claramente se pueden adivinar escenas que, por unos u otros motivos, han sido recortadas y/o amputadas del montaje final. El hecho de no incluir el prólogo al completo ya me parece un claro error. También hay otras escenas que, por razones de tiempo, se han acortado de modo muy claro. Entre estas últimas está el tiempo de gestación de un Xenomorfo o cuando en el tramo final algunas cosas pasan “porque sí”. Me da la impresión que, nuevamente, tendremos que esperar al DVD/BD para ver las escenas eliminadas o incluso ya incorporadas a un nuevo metraje. Inclusive puede que el propio prólogo se termine por insertar finalmente en alguna edición.
Tampoco puedo dejar de omitir, en este caso para bien, la visceralidad en la dirección de Ridley Scott. Como es habitual, Scott no escatima sus buenas escenas de gore e imágenes macabras para complacer al personal. De esta forma, la sangre, las rasgaduras del cuerpo humano y más… estarán bien presentes cuando se desate la tensión y los acontecimientos más mortales acontezcan en la nave. Bien por el director inglés.
“Reinar en el infierno o servir en el cielo”… Tripulación prescindible.
El terreno interpretativo es uno de los puntos menos destacados de la cinta con unos intérpretes cuyos personajes importan poco o nada. Para rematar su carisma es irrelevante por no decir nulo. Así las cosas, Michael Fassbender lo tiene muy fácil para convertirse en el amo y señor del film en su doble papel de los sintéticos David y Walter. A David lo veremos alejado de su conducta “amanerada” y distante para encontrarlo ahora totalmente cambiado y con mentalidad y decisiones propias. Por su parte, Walter es “la persona artificial” que se ocupa del respaldo de la tripulación y administración de la Covenant. Gran doble trabajo del intérprete alemán, sin ninguna duda.
A Fassbender sólo se le acerca la actriz Katherine Waterston en su rol de Daniels, la encargada de las labores de “Terraformación” de la Covenant. Katherine va pasando por la película sin hacer mucho ruido ni levantar grandes expectativas. Así hasta que termina por hacer suyo el tramo final. En esa parte destaca, y mucho, su esforzada labor que merece ser reconocida y resaltada.
Del resto de la tripulación poco o nada tengo que decir puesto que sus personajes no son nada memorables. Quizás resaltar los esfuerzos de Billy Crudup como Oram (el dubitativo líder de la expedición) y los intentos dramáticos del cómico Danny McBride que sale bien librado como el piloto y astronauta Tenesse. Cabe citar también los grandes pero pocos minutos que tiene Guy Pearce en un flashback que recupera a su personaje de Peter Weyland. Finalmente, el cierre en este apartado va para Noomi Rapace limitada a ser recordada como la Doctora Shaw en el prólogo ya exhibido YouTube y en algunos guiños a lo largo del metraje.
En conclusión.
Hora de finalizar esta crítica de Alien: Covenant, un film que empieza siendo un descarado homenaje a ‘Alien, el octavo pasajero’ y que luego sigue su propio y violento camino. Un camino que la emparenta con clásicos bien conocidos, tanto del cine como de la literatura, no haciendo ningún remilgo a la hora de citarlos en pantalla. Finalmente, y tras verla, queda la indudable sensación de que hemos asistido a una película de transición. Una historia que alcanzará cotas más altas, o no, cuando por fin podamos observar la obra en su globalidad. Mientras eso pase, esta cinta queda como una curiosidad dentro de la mitología ‘Alien’ como lo que pudo haber sido antes y no fue…
Tráiler de Alien: Covenant
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Para mi esta película es un ejemplo de como tropezar dos veces con la misma piedra. Se repiten errores, se cometen otros nuevos, hay una brutal falta de continuidad con su antecesora, se ventilan personajes como el de la doctora Shaw de un modo ridículo y de regalo Scott se saca de la manga una serie de licencias absurdas que hechan por tierra lo que hemos visto del xenomorfo en años, cambios que un servidor no es capaz de perdonar. El guión me parece muy flojo porque es incapaz de generar tensión o suspense, y eso en una peli de Alien es un grave síntoma. En parte ocurre porque los personajes no tienen ningún objetivo, se limitan a intentar salvar el pellejo con mayor o meno éxito, al menos en Prometheus tenían una finalidad.
En el lado bueno pongo los efectos visuales y la aitmósfera que una vez más consigue crearse, con un diseño de producción muy esmerado y unos bichos muy bien logrados. Ah, y Fassbender, que es siempre una apuesta segura pero que desgraciadamente no puede salvar este proyecto. Digamos que como producto de terror para una tarde de domingo me sirve, pero poco más. Es una lástima que tras tantos años sigamos sin tener una película en condiciones de esta franquicia.
Está bastante bien en general pero tiene unos claros fallos. Y evidentes para cualquiera.
1. Falta de ritmo. Y no es que me disgusten las películas lentas. Al contrario. La parte de la exposición es mi favorita y de hecho me encanta Prometheus tal cual es. Pero tiene excesivas escenas con los sintéticos. Por ejemplo, la escena de la flauta se me hizo una eternidad.
2. No hay un personaje central. ¿Alguien me puede decir cuál es?
3. Tanto bombo con el tema de las parejas y todo para nada.
4. Le pudieron sacar mejor partido a las especies nuevas antes de llegar a alien de siempre.
5. Después de tanto misterio y expectación con los ingenieros nos quedamos sin saber nada.
6. Nada de continuidad con la dra. Shaw.
…estos dos últimos puntos me fastidian de verdad porque entiendo que se hicieron para desconectar de la anterior por las críticas. Ya que no hay que ser brillante para descubrirlo. Es decir, la anterior termina de una manera y era evidente que se tenía que continuar la historia aquí. Si no toda la película al menos una parte en manera de puente para conectar.
Como película en general está bastante bien. Pero como película de la saga de Alien necesitaba mejorar lo ya dicho.
Resulta curioso que semanas previas, pude revisionarme Prometheus, para tenerla fresca, al mismo tiempo, Scott afirmaba que aquella cinta fue un error por no meter al bicho… pues bien, aqui hay un error, que es meter al bicho.
No estamos ante un AVPR o una irregularidad como Alien Resurrection, mas bien, es un producto que tiene bastantes problemas (de hecho, comparto la reseña de Latura en su mayoria), todo lo relacionado con Prometheus se resuelve rapido para meter al xenomorfo (y se cambian las reglas de como el bicho impregna y gesta, riete de Anderson, que le criticaron por acortarlo), el CGI es cuanto menos discutible (sobretodo en el Alien), el final parece sacado a malas maneras, por no decir que es un copia y pega de la original, pero con menos potencia y ese giro… bueno, he visto pelis de terror malas con giros mucho mejores, ademas de ir en contra de lo que suelen ser los finales de esta saga, se nota hecho a modo de tener prisa para la siguiente entrega.
Obviamente no todo es malo, visualmente es una pasada, el Neomorfo tiene una secuencia brutal, Fassbender, McBride y Waterston son los stand-outs del reparto y la banda sonora de Kurzel me ha funcionado (tambien resulta gracioso que Scott haya reconocido que una de las mejores cosas de la peli original fue la banda sonora de Goldsmith, la cual destrozo en la sala de montaje).