Wolf Creek
Tres excursionistas americanos se adentran en el parque natural Wolf Creek en Australia. Tras disfrutar de la experiencia, su coche se queda sin batería dejándolos aislados de toda civilización. De toda salvo de alguien que lo tiene todo calculado y controlado. (Cineycine).
Con dos años de diferencia, respecto a su fecha de estreno americano, llegaba a nuestros cines ‘Wolf Creek’. Cuando un film se las da de bueno y/o viene precedido de cierta fama pero tarda toda esa cantidad de tiempo en estrenarse ya es para ponerse en alerta. ¿Es esta película otro producto fallido? Seguid leyendo…
«Cada año 30.000 personas son dadas por desaparecidas en Australia. El 90% son halladas en el plazo de un mes. A algunas no se las vuelve a ver nunca más».
Crítica de Wolf Creek
«Con pinzas» (como se suele decir) cogí el DVD de la película para introducirlo en el reproductor cuando me dispuse a verla. No tenía ni idea de si iba a ser un subproducto de esos que tanto abundan en el mercado y que se aprovechan del tirón comercial de ciertas franquicias de renombre… o por el contrario me iba a encontrar con una propuesta con un mínimo de calidad. A veces es mejor dejarse sorprender…
La verdadera trama tarda casi cincuenta minutos en arrancar. Pero, a decir verdad, no lo encontré (al menos en este caso) un problema mayor, puesto que va dando tiempo a que el lazo afectivo que el espectador pudiera arraigar con los protagonistas se estreche, para que, de esta manera, cuando llegue el momento de la tragedia sintamos lástima por los protagonistas y todas las maldades que van a sufrir… y es que cuando llega el momento de la carnaza ‘Wolf Creek’ no tiene reparos en ponerse a ello. Además, el planteamiento da pie a una historia bastante creíble, y más si tenemos en cuenta que se basa en un hecho real: el de un asesino en serie australiano que se dedicó durante un tiempo a secuestrar, torturar y asesinar a los infelices que se le pusieron a tiro.
‘Wolf Creek’ tiene sus buenos momentos de angustia, pero ni mucho menos es tan explícita como pudieran ser otras cintas del género. Su baza se basa un poco en el juego del gato y el ratón más que en las torturas y su contenido… pero esto no es nada malo, puesto cada película juega sus cartas con unos propósitos distintos y no ser tan explícita no es sinónimo de ser una mala película de género, ni mucho menos. Además, según se acerca el final se acaba convirtiendo en una caza de humanos en la que, sin ningún tipo de reparo, el cazador no dudará ni un solo instante en hacer uso de los métodos más expeditivos…
La película fue escrita y dirigida por Greg McLean, de hecho, fue su ópera prima tras haber filmado en 2001 un cortometraje. Las tres víctimas fueron interpretadas por tres jóvenes desconocidos para el gran público (sí, han hecho sus cositas en el mundo del cine pero se puede decir que son unos «desconocidos», quizás Nathan Phillips sea el más famoso). Por su parte, John Jarratt se transformó en el cruel asesino llamado Mick Taylor y dejó un buen hacer a sus espaldas, tanto que lo convirtió en un personaje icónico en su carrera, y lo volvió a interpretar en la secuela y en una actual serie de televisión.
En conclusión.
Acabo esta crítica de Wolf Creek, una más que interesante cinta que si bien es cierto que no muestra nada que no hayamos visto ya en otras películas, sí que logra sumergirte en su propuesta y te traslada a los aislados parajes australianos junto a la compañía de los tres desgraciados excursionistas americanos. Además, nos trajo a una nueva figura del terror: Mick Taylor, el psicópata cazador de turistas despreocupados.
Tráiler de Wolf Creek
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