Sin frenos
Wilee trabaja para la agencia de paquetería urgente conocida como “Security Courier”. Los mensajeros de “SC” son habilidosísimos ciclistas urbanos que se juegan su integridad física diariamente en el asfalto neoyorquino, y Wilee es el mejor de todos ellos. Si ya de por sí su trabajo es arriesgadísimo… todas las dificultades y obstáculos del mismo se multiplicarán por mil cuando acepte la entrega de un simple sobre que va dirigido a una tal “Sister Chen” en Chinatown. (Cineycine).
Nueva York es una de las ciudades más grandes del mundo y está repleta de taxis, coches, peatones, policías y… mensajeros. Joseph Gordon-Levitt es Wilee, el mejor mensajero de la ciudad que nunca duerme. Y es el mejor porque va… ‘Sin frenos’.
“Nos pagan por ir en bici… ¿Hay algo mejor?” (Wilee)
Crítica de Sin frenos
Menuda sorpresa más positiva me llevé con ‘Sin frenos’. La verdad, no esperaba grandes cosas de esta película. Incluso podemos decir que la vi “de casualidad”, ya que no me sentía para nada atraído por “una película de bicicletas”. De alguna manera, “etiqueté” previamente al film en una actitud totalmente errónea por mi parte.
Y, contra todo pronóstico, y tal como he expuesto en el párrafo anterior, lo cierto es que esta cinta de David Koepp me enganchó por completo. Puedo afirmar que estamos ante una película chulísima y un disfrute desde el primero y hasta el último minuto. Una cinta muy dinámica y con un genial montaje construido a ritmo de hábiles flashbacks y rutas de GPS. El film es diversión y entretenimiento en estado puro y duro. Además, y bajo todo este entretenimiento, también podemos encontrar cierta crítica a los tiempos que corren. Todo eso al precio de uno que se suele decir.
El gran pasatiempo ofrecido se consigue porque, lo largo del metraje, Wilee pasa por todo tipo de situaciones: divertidas (ese policía urbanita en bicicleta que le persigue con ahínco), de acción pura y dura (las persecuciones y carreras a las que se ve sometido) y de espectáculo (atención a todas las cabriolas y piruetas que tiene que realizar con su fixie). En este sentido, quiero llamar la atención de lo bien rodadas que están todas estas secuencias. Secuencias que Koepp graba desde todo tipo de ángulos para que el film ofrezca al espectador una amplia gama de planos y que no todas las persecuciones sean iguales. Un espectáculo de primer nivel.
Cuando uno ve una propuesta tan original como esta (algunos pueden decir -no sin falta de razón- que es una típica película de persecuciones con personajes tópicos y demás) en un tiempo bombardeado por remakes, precuelas, reboots e historietas similares… lo que debería hacer es aplaudir. Personalmente lo hago y me dejo las palmas de las manos rojas. Ojalá tuviéramos actualmente propuestas arriesgadas como esta y no las mismas historias de cada día… ¡y no cito títulos para no molestar!
Antes de entrar en el casting conviene hacer una breve descripción de la bicicleta fixie para los legos en el tema. En términos sencillos es una bicicleta que no tiene punto muerto, es decir, los pedales están siempre en movimiento cuando la bicicleta está en marcha. Los frenos en ella son opcionales (de hecho, la mayoría no los lleva) y al ser de engranaje fijo carece de marchas. Los motivos que pueden llevar a la gente a decantarse por dar pedales en una fixie son variados: mejorar la forma física, diversión, simplicidad o gusto por lo retro.
“La ciudad entera os odia”… Las bicicletas son para la ciudad.
El gran protagonista de la función es Joseph Gordon-Levitt interpretando a Wilee, el mejor mensajero de la ciudad porque va sin frenos y analiza en décimas de segundo (cuál computadora ultrarrápida) qué ruta es la mejor. Hay que destacar cómo este actor californiano se lo está currando en el mundo del cine, subiendo cada vez más peldaños a base de esfuerzo y de conseguir papeles en cintas importantes. Además, en esta ocasión no escatimó ningún esfuerzo y durante el rodaje se estrelló con su bicicleta contra el parabrisas de un taxi. Como consecuencia del choque necesitó 31 puntos de sutura en su brazo derecho. Una imagen de este accidente la podéis ver en una escena post-créditos que tiene lugar pasados los títulos finales del film.
El otro papel destacado de la cinta es para Michael Shannon como Bobby Monday. No comentaré mucho acerca de su personaje, ya que sería estropear parte del visionado de la película. Basta con decir que encarna a un sujeto poco de fiar y que siempre tiene salidas para todo. Destaca por su repertorio de buenas frases.
En el resto del reparto nos encontramos con actores casi debutantes en esto de tener papeles destacados en películas. Os hablo de gente como la dominicana Dania Ramirez que da vida a Vanessa, una bella y corajuda compañera de Wilee que también trabaja en la agencia de mensajería. Wolé Parks interpreta al cachitas de Manny, el principal rival de Wilee en el trabajo y fuera del mismo.
Dejando ya el entorno laboral del protagonista encontramos a Christopher Place en el rol del policía urbanita que lo persigue en su bicicleta por todo NY. Aquí tenemos a un auténtico boy scout vestido con camiseta y pantalones azules cortos. Finalmente, también se deja ver Jamie Chung como Nima, una antigua compañera de Universidad de Wilee. Será ella la que le entregará el misterioso sobre que desencadenará toda la trama y acción.
“¿Qué clase de mensajero eres tú?”
En conclusión.
Termino esta crítica de Sin frenos, honestamente pienso que si no aplaudimos una propuesta como esta es que sencilla y tristemente el espectador amante del cine de espectáculo, diversión y entretenimiento que todos deberíamos llevar dentro ha muerto. Así pues, recomiendo su visionado y mucho más si eres un amante de las dos ruedas.
Tráiler de Sin frenos
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