Shutter Island
Verano de 1954. Dos agentes son destinados a un peligroso hospital pspiquiátrico en una remota isla de Boston donde una asesina ha desaparecido sin dejar rastro. A medida que avanza la investigación se darán cuenta de que nada es lo que parece. (Cineycine).
“Entre la idea y la realidad, entre la noción y el acto ¡cae la sombra!” (T.S. Eliot, ‘Los hombres huecos’)
La trama: Bienvenidos a Ashecliffe.
En pleno 1954 el agente federal Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio) y su nuevo compañero, Chuck Aule (Mark Ruffalo), son asignados a la investigación de la desaparición de una peligrosa asesina múltiple del infranqueable Hospital Ashecliffe en Shutter Island. Nada parece encajar y lo lógico se convierte en ilógico. Allí, rodeados de psiquiatras inquisitivos y de peligrosos asesinos psicópatas, se empezarán a dar cuenta de que en Ashecliffe ocurre algo más que la simple desaparición de una paciente peligrosa. Algo no va bien. Además, y entre las sombras del hospital y las desconocidas intenciones de los médicos, Teddy se verá obligado a enfrentarse a algunos de sus miedos más profundos y devastadores. Teddy empezará a temer que no vaya a salir con vida de la isla.
Crítica de Shutter Island
No me considero un gran seguidor de Martin Scorsese ni sus películas me traen de cabeza como a casi todo el mundo. Eso sí, lo considero uno de los mejores directores sólo que sus temáticas habituales no van conmigo. No obstante, la citada ‘Infiltrados’ me pareció sublime, de las mejores que recuerdo haber visto en años. Por eso le seguí en ‘Shutter Island’ que se mueve por esa misma línea de genialidad. Línea que no todos son capaces de alcanzar y que sólo ciertas mentes son capaces de realizar.
Leí en una entrevista que Scorsese decía que había quedado rendido tras dirigir ‘Shutter Island’. Entre el clima y lo que supone una película de estas características, cuidada hasta el más mínimo detalle donde no puede faltar nada, se requiere mucho esfuerzo y durante mucho tiempo. A veces el propio director cree que la recompensa (la película en sí) no vale la pena por el esfuerzo físico y mental realizados. Pero cuando las aguas se calman, y vuelven a su cauce natural, entonces, Scorsese decía que se daba cuenta de que sí había valido la pena.
Al respecto de lo anterior, puedo corroborar la conclusión positiva de Martin Scorsese. Y lo corroboro porque ‘Shutter Island’ es una obra magna. Un film que destaca en todos sus apartados y ya un verdadero clásico. Aquí destaca no sólo su increíble historia y cómo se desarrolla, sino también la calidad que destila en todos sus aspectos. Nada se ha dejado al azar y el esfuerzo constante ofrece un resultado realmente satisfactorio. La trama, por ejemplo, tiene mucha miga y no todo es lo que parece. Se juega al gato y al ratón de una manera constante y no sabremos quién es realmente el gato y el ratón hasta el último minuto.
Volviendo con la trama, decir que se basa en una novela escrita por Dennis Lehane y titulada ‘Ashecliffe’. Recordemos que Lehane ha escrito otras novelas que también han sido llevadas a la gran pantalla, por ejemplo: ‘Mystic River’ (Clint Eastwood, 2003) o ‘Adiós pequeña, adiós’ (Ben Affleck, 2007). Así pues, ya nos podemos hacer una idea de su estilo y forma de narrar. No obstante, en esta ocasión, el escritor cambia radicalmente de rumbo. En ‘Shutter Island’ se aleja de las clases trabajadoras de Boston para acercarse a la más sutil paranoia y descenso a nuestras inquietudes. Todo pende de un fino hilo que separa la locura de la cordura.
Una vez en marcha toda la maquinaria para crear la película, la novela de Lehane fue estudiada meticulosamente para conseguir que su adaptación a la gran pantalla nos trasladara de verdad al hospital para criminales trastornados. Un psiquiátrico situado en una isla que hace de fortaleza y de la que sólo se puede entrar y salir con el consentimiento del Alcaide, y mediante un barco para dicho propósito. Una vez en Shutter Island no podrás escapar de ella, estimado lector. Muchos esfuerzos se tomaron para conseguir la mejor película posible sobre la citada novela.
Analizando sus diferentes campos, comentar el genial apartado sonoro. En el film la música es como si fuera otro personaje de la película. Un protagonista apartado que sólo aparece de vez en cuando. Sin embargo, cuando aparece es para aumentar al máximo el ritmo narrativo. Ya sólo al escuchar sus compases iniciales (que son un puro aviso de que algo malo va a pasar), junto con la primera escena de Dicaprio y Mark Ruffalo, me di cuenta que estaba ante algo muy grande.
Otro aspecto realmente importante es la fotografía de Robert Richardson, un habitual de Scorsese. El fotógrafo suda la gota gorda para hacernos ver un verdadero despliegue de arte con unos cambios entre si muy bruscos, a cosa hecha, para resaltar dos facetas del protagonista. No os digo más. Y hablando de protagonista, la película no sería lo mismo sin unos actores con cierto peso capaces de llevar a buen puerto toda esta colosal faena…
Sobre el casting debo comentaros lo que todos sabemos: Leonardo DiCaprio vuelve a realizar una actuación estupenda. Hace ya muchos años que este actor dejó su rol de «cara bonita» que tuvo su mayor exponente en ‘Titanic’ (James Cameron, 1997). Por suerte, DiCaprio supo evolucionar hasta consagrarse como un gran actor. Un intérprete capaz de sacar adelante cualquier compromiso, a cual más complicado. Su carrera ha sido una ruta ascendente conforme han ido pasando los años, sabiendo aprovecharse de su experiencia y de la madurez de su esfuerzo y trabajo. En ‘Shutter Island’ está impecable y es capaz de expresar todas las emociones y miedos del ser humano, de la A a la Z. Scorsese dijo que fue de sus mejores interpretaciones. Y ambos siempre se han encontrado muy a gusto trabajando juntos. Recordemos que ‘Shutter Island’ fue su cuarta colaboración.
Los demás intérpretes intenta estar a un nivel similar a Leo. Me refiero a gente importante como Ben Kingsley, Mark Ruffalo, Max von Sydow o Michelle Williams en unos importantes flashbacks pesadillescos. Nadie desentona lo suficiente para echar por tierra el proyecto. Y es que querer es poder. No hay mayor motivación que ir todos a una, que es cuando se consiguen los mejores resultados y muy por encima de cuando el dinero es la única motivación.
Conclusiones.
Cuando uno ve a Martin Scorsese sentado en la silla del director sabe que ese proyecto va a tener un mínimo de calidad. Y ésta precisamente no es la excepción, todo lo contrario. Este film es una de sus mejores obras, imprescindible. Ante tanto reboot, remake, secuelas, precuelas y todo queriéndose rodar en 3-D… se agradece encontrarse con una película a la vieja usanza y sin demasiados efectos especiales basándose tan sólo en personajes y situaciones. Sumad a esto una profunda trama y unas actuaciones de primera. Es por ello que concluyo está crítica de Shutter Island diciendo que no te la debes perder por nada del mundo.
Tráiler de Shutter Island
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