Ruta suicida
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Las apuestas en Las Vegas están 100 a 1 a que la yegua Mally no será capaz de completar su carrera. Pero nunca es buena idea apostar en contra de Clint Eastwood. En consecuencia, llegó el momento de desplegar a los hombres y crear una barrera infranqueable para que no llegue a la meta. La carrera acaba de convertirse en una auténtica ‘Ruta suicida’.

“Alguien apuesta a que no cumpliré con mi trabajo… y si es así la está cagando” (Ben Shockley)

Crítica de Ruta suicida

Hablar de esta película es hacerlo de uno de los films más potentes de Clint Estwood a nivel de acción. Y es que si por algo destaca y es recordada ‘Ruta suicida’ es por sus poderosas set-pieces ofreciendo auténticas lluvias de balas en pantalla. Ni que decir tiene que el propio Eastwood se encargó de la dirección dando paso a su lado más bestia y accionero detrás de las cámaras. Recuerdo films de Clint como director y actor con escenas más crudas, pero desde luego nada al nivel del despliegue pirotécnico que se ofrece aquí. Este es el principal motivo por el que jamás he olvidado esta película desde que la vi siendo un crío.

Para ejemplo de lo que estoy comentado basta con recordar dos secuencias en las que las pistolas y las escopetas escupen fuego como en ninguna otra cinta. La primera es la trampa mortal en la que caen Shockley y Mally en la morada de esta última. Los malosos escupen fuego durante cerca de 2 minutos demoliendo literalmente a tiros la casa… Y la segunda set-piece nos llega ya en el clímax repitiendo la jugada, pero esta vez acribillando a tiros durante 4 agónicos minutos el autobús fortificado que sirve de improvisado tanque a Shockley y Mally. El momento en el que bus deja de circular evoca fielmente a una bestia abatida que exhala su último aliento. Impresionante secuencia, sin duda. Por el camino estas bestiales set-pieces se sazonan con otras como la persecución del helicóptero o el otro acribillamiento a un coche patrulla.

Todo este disparatamiento de plomo en pantalla llevó a ‘Ruta suicida’ a ser la película más cara que hasta ese momento había producido Malpaso. Parte importante del presupuesto del film se lo llevaron los efectos especiales y técnicos. Especialmente aquellos que simulaban el impacto de los cientos de miles de disparos ejecutados en las diferentes escenas. Esto habla a las claras del calibre de la película…

El guión vino firmado por Michael Butler y Dennis Shryack. Ambos guionistas volverían a trabajar años después con Estwood en El jinete pálido (1985). Aquí nos entregan una historia simple, pero bien ejecutada. Todo parte de la conocida como “leyenda del perdedor”, una mitología ya expuesta en otras reviews. Me refiero a ese tipo acabado y torpe en el que nadie confía… pero que termina rebelándose contra su destino y contra aquellos que lo infravaloran. Ese tipo es Ben Shockley, un inspector derrotado que ve como la gloria siempre se la llevan otros, mientras él se ahoga en alcohol y juego. Así hasta que se da de bruces con el caso que lo hace reaccionar como persona y policía. Personalmente soy gran fan de este tipo de historias. Al margen de esto, la trama también presenta alguna sorpresa y ahonda brevemente en la corrupción legal y policial.

Pasando a la banda sonora hay que destacar la labor de Jerry Fielding, un auténtico currante de la música cinematográfica. Fielding ya había trabajado anteriormente con Eastwood en cintas como Harry el ejecutor (James Fargo, 1976) y El fuera de la ley (Clint Eastwood, 1976). En ‘Ruta suicida’ destacan sus composiciones setenteras, el uso del jazz y, finalmente, algunos aires militaristas como los que ya empleara en la citada ‘El fuera de la ley’.

En cuanto al reparto decir que estamos ante una película para el lucimiento exclusivo de su pareja protagonista: Clint Eastwood y Sondra Locke. Tan es así que sus nombres preceden al título del film. Resaltar que ambos ya se habían conocido y trabajado juntos previamente en la dos veces citada ‘El fuera de la ley’ (Clint Eastwood, 1976). De hecho, Clint quedó prendado de Sondra llegando a emparejarse con ella, tanto dentro como fuera de la pantalla. La relación terminaría años después en desastre con demandas millonarias y el amor literalmente cronificado y hecho añicos.

Dejando ya al margen las incidencias fuera de la pantalla… lo cierto es que Sondra y Clint están a un nivel espectacular. Sobre todo destaca ella con una muy completa actuación. A lo largo del metraje sabe llevar sobresalientemente a su Gus Mally desde la jovencita irritante, insolente y respondona hasta una mujer fuerte y madura. No hay que más que comparar su labor en ‘El fuera de ley’ con el trabajo que desempeña en ‘Ruta suicida’ para valorar en su justa medida la performance de Sondra. Respecto al maestro Eastwood decir que su personaje de Ben Shockley le va como anillo al dedo para explotar y recrearse en su lado más duro con su galería de gestos desagradables y firmezas varias. Sin duda, gran y diferente pareja la formada por Gus y Ben.

El resto del cast son todo secundarios para completar la trama. El más destacado sería Pat Hingle como el inspector Maynard, el mejor amigo de Shockley en el departamento. Su performance es como la de un hermano mayor preocupado en todo momento por su colega. Por su parte, William Prince encarna al comisario Blakelock, un tipo imperturbable que irá perdiendo su hierática pose terminando enloquecido. Michael Cavanaugh es el estirado fiscal del distrito y no parece tener mucho qué decir hasta el final. Y, por último, no se pierdan a Bill McKinney con una interpretación de absoluto majadero encarnando a un patrullero que se tropieza en el camino de Ben y Gus. Atención a cómo esta última lo retrata dejándolo completamente humillado y encabritado.

“Verás… los dos tenemos un problema: no nos apreciamos demasiado, pero hemos de hacer un viaje juntos. ¿Vas a venir por las buenas o seguirás en plan gilipollas?” (Ben)

En conclusión.
Termino esta crítica de Ruta Suicida, probablemente la mejor película dirigida y protagonizada por Eastwood en lo que a la acción pura y dura se refiere. 109 minutos con tres brutales set-pieces en las que los tiros literalmente salen fuera de la pantalla. Además contamos con Sondra Locke y Clint Eastwood perfectamente metidos en sus roles y pasándolas canutas. Creo que sería injusto pedirle más a una propuesta de este estilo que es todo un caramelo para los amantes de la acción.

Tráiler de Ruta suicida

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