Oso vicioso
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Un cargamento de drogas esparcido por los Montes Apalaches por un traficante. Un grupo de personajes variopinto en alocadas situaciones. Y un oso colocado. Todos estos son los ingredientes de esta disparatada “horror comedy”. Una película inspirada en hechos reales y dirigida por Elizabeth Banks. Ya mismo nos adentramos en Blood Mountain para descubrir la bizarra historia del sanguinario ‘Oso vicioso’.

“¡Un puto oso se ha metido farlopa!” (Eddie)

Crítica de Oso vicioso

Lo más increíble de esta película es que detrás de ella existe un suceso real. Un incidente que fue protagonizado por el traficante Andrew C. Thornton II. Eso sí, lógicamente, el hecho fue un tanto distinto del expuesto en el film. Tal y cómo han manifestado sus responsables, no adaptaron de forma fiel el caso. Básicamente cogieron la idea inicial y la convirtieron en esta disparatada propuesta. Así pues, uno se queda ojiplático ante semejante argumento. La absurda trama tiene como estrella de la función a un oso colocado hasta arriba de cocaína. El poderoso y alocado animal provocará el caos y la muerte allá por donde pase…

Hay que dejar claro que las intenciones vendidas por Elizabeth Banks, directora de ‘Oso vicioso’, quizás eran un poco altas a la hora de vender la cinta. Especialmente cuando confesó que muchas de sus inspiraciones de cara a la realización de la película fueron auténticos y míticos films de culto como: Tiburón (Steven Spielberg, 1975),Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) y Posesión infernal (Sam Raimi, 1981). Después de ver ‘Oso vicioso’ creo que sus afirmaciones son excesivas e imposibles… por mucho que la escena de apertura parezca cercana a alguna de ellas.

El enfoque de Banks hacia la comedia de terror de la saga ‘Evil Dead’ no alcanza, en ninguna circunstancia, el tono macabro de humor negro y sangriento de Raimi. Tampoco consigue el suspense ni la planificación de las obras de Spielberg y Scott. Por consiguiente, creo que las palabras de la realizadora quedan totalmente en fuera de juego o, como mínimo, mal publicitadas por parte de ella. Sin embargo, y obviando esto, creo que ‘Oso vicioso’ tiene a su favor su enorme franqueza y gamberra intención.

Esta película funciona como una disparatada cinta con toques de comedia medio absurda. Al carecer de momentos de tensión, su apuesta va hacia el humor macarra y bestial y, en alguna ocasión, también hacia el gore. Estos son los elementos más destacables y, probablemente, los que hacen que el presente film sea lo suficientemente entretenido y divertido. Además presenta una aceptable  y digerible duración de 95 minutos y una correcta dirección de Elizabeth Banks. La directora arropa sus secuencias con ciertos golpes de humor y una historia llevadera. Una historia que, dentro del guion escrito por Jimmy Warden, funciona de forma sencilla. En consecuencia, ‘Oso vicioso’ no se puede concebir como una película de visionado obligatorio en lo que llevamos de año, pero sí como una más que decente propuesta carente de pretensiones y con cierta honestidad.

Obviamente, la estrella de la función es el oso colocado hasta arriba de cocaína. Sus esporádicas apariciones se convierten en el plato fuerte del film con unos efectos visuales muy decentes (y más si tenemos en cuenta que la película tan sólo ha costado 23 millones de dólares). Además, el oso (realmente una osa) nos deja algunas secuencias memorables. Tenemos una que tiene que ver con una ambulancia al ritmo de “Just Can’t Get Enough” por Depeche Mode… y otra con varios personajes intentado solventar cierta situación con el oso.

Y como estamos ante una cinta implícitamente ambientada en los 80, Banks se trae cierta cantidad de canciones de la época para acompañar varias de las transiciones y situaciones. A lo largo del metraje escucharemos a: Jefferson Starship con su “Jane”, Berlin y el tema “No More Love” o Jeffrey Osborne y el “On the Wings of Love”. Estas canciones le otorgan cierto empaque ochentero a la banda sonora de Mark Mothersbaugh. Su música evoca la época gracias al uso de los sintetizadores, guitarras eléctricas y teclados. Sin duda, uno de los aspectos más destacables de la producción.

En cuanto al reparto, el film tiene la fama de presentar la última aparición del mítico Ray Liotta. De hecho, la película va dedicada a su memoria. Liotta encarna a Sydney White, un capo de la droga tremendamente estrafalario, de larga melena y contactos colombianos. Syd necesita recuperar su cargamento de cocaína para evitar problemas mayores. En cuanto a su interpretación, decir que está totalmente alejada de los mafiosos más trascendentes que interpretó a lo largo de su carrera. Su personaje es alguien al que no se le deben tocar las narices bajo ningún concepto. Bajo sus gafas de sol es un tipo bastante desquiciado, malhablado y que hará lo que haga falta para recuperar lo que es suyo… incluso se puede llegar a manchar las manos.

Los dos hombres que cita para recuperar su cargamento son interpretados por O’Shea Jackson Jr. y Alden Ehrenreich. El primero es Daveed, un traficante más preocupado por su ropa que por otros menesteres. Y el segundo es Eddie White, el hijo de Syd que estaba a punto de alejarse del negocio paterno, pero ahora tiene que volver de nuevo a las andadas… Personalmente considero que la parte que concierne a Jackson y Ehrenreich tiene los mejores momentos, especialmente por la química y camaradería que se aprecia en ambos actores. Algunos de los mejores puntazos se los llevan ellos.

En el lado emocional, y más convencional, se sitúa el personaje de Keri Russell (Sari) en busca de su hija Dee Dee, interpretada por Brooklynn Prince. Acompañando a Sari va Christian Convery como Henry, un niño amigo de Dee Dee. Esta singular pareja tiene algún momento divertido e incluso bizarro. También tenemos la trama del detective Bob al que encarna Isiah Whitlock Jr. Su personaje tiene algún punto gracioso cuando se cruza en el camino con los personajes de Jackson y Ehrenreich. Todos ellos ofrecen, probablemente, el momento más delirante e increíble de toda la cinta con el oso. ¡Tienen que verlo para creerlo! Ahí la película alcanza su máximo, junto con la citada secuencia de la ambulancia.

En conclusión.
Concluyo esta crítica de Oso vicioso, aunque es cierto que las comparaciones dadas por su directora son exageradas, lo que si puedo prometer es que estamos ante una curiosa y franca comedia negra con sus elementos de gore. Creo que esta propuesta ofrece la experiencia más curiosa de este 2023 y de estos tiempos que vivimos de films inflados y exagerados.

Tráiler de Oso vicioso

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