Oldboy (2013)
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Universal Pictures nos presenta una película de Spike Lee remake del film original de Park Chan-wook del año 2003. Si antes fue Choi Min-sik el que se vio sometido a un kafkiano encierro, ahora el turno es para Josh Brolin que pasa a ser el nuevo… ‘Oldboy’.

“Saldré de aquí” (Joe Doucett)

Crítica de Oldboy (2013)

Spike Lee es un director que tiene en su filmografía películas destacadas y con cierta importancia, sobre todo en sus inicios. Pero, de un tiempo a esta parte, parece más interesado en su activismo y en criticar los films de otros compañeros. Parece que le ha encontrado más gusto al dar la nota con sus declaraciones públicas que a trabajar en nuevos e interesantes proyectos. En estas circunstancias no nos tiene que extrañar nada que haya caído en la fácil moda de los remakes. Así pues, en ‘Oldboy’ entra de lleno en el “copiar y pegar”, remakeando para EE.UU. el film originalmente dirigido en 2003 por Park Chan-wook. Y es una pena porque Lee vale más, o debería valer más, que para hacer un remake. No olvidemos que esta es una tarea poco complicada y más que menos ofrecida a principiantes que quieran empezar a destacar.

Para defender su remake, Lee manifestó haberse sentido siempre atraído por ‘Oldboy’ desde la primera vez que la vio: “Me quedé asombrado. Era una historia sin precedentes con los mejores ingredientes de misterio y venganza retratados de la forma más dura posible. No había visto nada igual”. Por ello, al presentársele la oportunidad de hacer el remake no la dejó pasar: “Nunca pensé en un remake. Más bien me parecía la reinterpretación de una gran historia que podía presentarse de diferente manera. Park Chan-wook hizo una película genial, pero antes de eso estaba el manga. Me pareció una oportunidad para ofrecer una nueva visión del material original. Los seguidores del film deberían prepararse para ver “algo diferente”, aun siendo un homenaje a lo que se hizo antes”. Sea como fuere, al final terminó renegando de su propia versión ante los cortes que llevó a cabo el estudio.

La trama de este remake es obra de Mark Protosevich, en su último libreto para cines hasta el día de hoy. Más allá de algunos “ligeros cambios” no hay nada nuevo y la esencia es la misma. En cualquier caso, si no habéis visto el film original, ni tampoco conocéis su historia, entonces, esta película sí que sorprende con la desagradable, retorcida y enfermiza trama. Recordemos que aquí un sujeto, Joe, pasa a ser privado, de la noche a la mañana, de su libertad. ¡Joe es encerrado en la habitación de un motel durante más de dos décadas! A lo largo de su kafkiano cautiverio irá pasando por diferentes estados de ánimo. Incluso llegará a elaborar una lista de personas con las que tuviera cuentas pendientes. Posteriormente a esto, se inicia un segundo acto en el que intentará descubrir los motivos de su cautiverio: “¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?…”.

Qué duda cabe que la trama descrita es muy atractiva para los que nos gustan los films de “encierros retorcidos”. Además da lugar a una historia muy violenta e insana en la que todo acto tiene consecuencias. Una historia en la que el espectador no conocerá la increíble verdad más que al final del metraje. Y la descubrirá al mismo tiempo que esta le sea revelada a Joe Doucett. Citando a mi compañero Carlos G. (que se ocupó de la reseña del film original): “Oldboy es una historia tortuosa de violencia y autodestrucción donde los protagonistas se sumergen en sus propios infiernos para depararnos un desenlace tan terrible como sorprendente”. Ni más alto ni más claro.

Y hablando de encierros… como curiosidad comentar que las escenas en el motel-prisión se rodaron en un antiguo complejo de la Marina situado en el barrio de Bywater en Nueva Orleans. El edificio de hormigón, construido en la época de la I Guerra Mundial, ofrecía la mezcla perfecta, era práctico y macabro a la vez… Por otro lado, una de las set-pieces más destacadas de este remake es la espectacular pelea que enfrenta a Joe Doucett, portando un martillo, contra una banda interminable de esbirros. Esta secuencia se rodó en un plano secuencia de 3 minutos y medio. Para dicho plano, Josh Brolin  (Joe) memorizó todos y cada uno de los golpes y movimientos a ejecutar.

De las actuaciones del film cabe destacar a un muy notable y esforzado Josh Brolin. Bien puedo decir que el actor retrata “tres personajes diferentes” en pantalla. A saber: el publicista alcohólico del principio, el “Edmundo Dantes” del cautiverio y, finalmente, el hombre duro en busca de venganza y respuestas al largo encierro sufrido. En todos estos estados, Brolin cumple con gran nota y solvencia interpretativa.

El resto de intérpretes que intervienen en la película también ofrecen un muy buen nivel. Sin entrar en detalles de sus personajes, para evitar arruinar la experiencia al público, diré que también podremos ver en pantalla con papeles importantes a nombres tan relevantes actualmente como son Samuel L. Jackson y una joven Elizabeth Olsen. Con respecto a esta, ojo a determinada escena filmada junto a Brolin y llevada a cabo sin dobles de cuerpo… y atención la verdad que ambos personajes conocerán después. Por el film también desfilan el australiano Sharlto Copley, Rami Malek y Michael Imperioli. Por último tenemos a Pom Klementieff. La actriz francesa con rasgos orientales se presenta paraguas en mano y tiene un rol misterioso. No recuerdo ahora mismo que Klementieff tenga más de una línea o dos en todo el film, pero su presencia física resulta bastante desasosegadora e incluso amenazante.

“¿Por qué querría nadie hacerte esto?” (Chuck)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Oldboy (2013), una película, readaptación, remake,… que, pese a todo, termina siendo una destacada propuesta. Especialmente brilla, sorprende e impacta si se desconoce la historia y la trama tanto de la cinta original como del manga en el que ambas se apoyan. Si, por el contrario, esto ya se conoce… entonces, su aportación y alcance puede resultar muy escaso.

Tráiler de Oldboy (2013)

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