Michael Clayton
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Del director y consumado guionista Tony Gilroy, en 2007 nos llegó este thriller enganchante, potente y oscuro sobre las grandes corporaciones y sus secretos. Aquí es donde entra en juego George Clooney como un experto en limpiar la mierda que nadie quiere que se sepa. Bienvenidos a un mundo donde se prefieren las mentiras antes que las verdades. Bienvenidos al mundo de… ‘Michael Clayton’.

«¿Sabías que soy el más fácil de solucionar de tus problemas? Soy el que quiere algo más e ¿intentas matarme?» (Michael Clayton)

Crítica de Michael Clayton

Desde este mismo instante me declaro fan incondicional de Tony Gilroy. Hablamos de uno de los mejores guionistas de thrillers de la actualidad. De hecho, su largo curriculum pone de manifiesto que Gilroy lleva años demostrando que en el tema de conspiraciones de multinacionales, peligrosos asesinos y demás parafernalia… ¡es un auténtico As! Esto lo demostró con creces en La sombra del poder(Kevin Macdonald, 2009), en la que compartía créditos con los enormes Billy Ray y Matthew Michael Carnahan. Pues bien, en 2007 debutó tras las cámaras con este trepidante thriller. Un thriller que, a pesar de no tener escenas de acción, es tremendamente adictivo y, sobre todo, muy maduro.

Gilroy se apoya en un guión propio, demostrando que lo suyo es suyo y nadie se lo podrá arrebatar. Se podría decir que se aproxima un tanto al estilo de dirección de Christopher Nolan. Ahí están esos planos estáticos y fotografías grisáceas. Eso sí, sin llegar a las iluminaciones grises de Wally Pfister. De hecho, su colaborador, Robert Elswitt, se muestra cómodo con este tipo de fotografía. Gilroy también exhibe un estilo sencillo, pero especialmente cuidado y planificado al milímetro. Nada que ver con los mareantes planos de Paul Greengrass, quien estropeó, con sus locuras de cámara en mano, los sobresalientes trabajos del guionista enEl mito de Bourne(2004) yEl ultimátum de Bourne(2007).

Así pues, el punto fuerte de ‘Michael Clayton’ es el guión. Gilroy plantea una trama enrevesada (pero no tanto para que el espectador se pierda) dónde el drama (los problemas mentales de Arthur, la ludopatía de Clayton o sus deudas) y el thriller se entremezclan de manera sobresaliente. En todo momento se mantiene al espectador en vilo. Y esto se consigue también gracias a un sobresaliente desarrollo de los personajes que pululan por la película.

Lo anterior se combina con las enormes interpretaciones del elenco. A la cabeza tenemos a George Clooney, quién demuestra en más de una ocasión ser un actor a tener muy en cuenta. Aquí interpreta al Michael Clayton del título. Clayton es un tipo que aparenta ser duro y que, por culpa de sus problemas con el juego, ha tenido que separarse de su mujer, acumular deudas y demás. Mentiría si dijera que Clooney no sobresale de manera impecable con su protagonismo. Además es evidente que Gilroy «edifica completamente» al personaje de Clooney.

El resto del reparto también se luce en sus respectivas interpretaciones. Junto a Clooney tenemos a un soberbio Sidney Pollack como Marty Bach, el jefe del bufete donde trabaja Clayton. Cada una de sus escenas con Clooney son ORO PURO para el aficionado. Por otra parte, destacar además a Tilda Swinton completamente merecedora del Oscar por su interpretación en este film. Y, por supuesto, a ese actorazo que es Tom Wilkinson ofreciéndolo todo por su personaje y volviendo a demostrar que es un intérprete excelente.

Gilroy demuestra, a su vez, que es un cineasta de infarto. Rueda tremendamente bien cada plano y cada secuencia. Además, cada momento está planificado con una magnitud terrorífica. Algo que haría temblar al mismísimo Christopher Nolan al encontrarse con un rival tan bestial como Gilroy en el plano de realizador/guionista. Para este servidor, ambos cineastas son la «crème de la crème» del panorama actual. Atención a cierta secuencia que sucede en casa de Arthur con una brillante dirección y planificación de escena (no la desvelaré en benefició del interés del lector).

En los aspectos técnicos cabe destacar la fotografía de Robert Elswitt, el montaje de John Gilroy (hermano de Tony) y la música del genial compositor James Newton Howard. Estos aspectos no sólo elevan más el film, sino que directamente lo magnifican de manera impecable. Como curiosidad, los cuatro volverían a unirse en Duplicity’ (2009) yEl legado de Bourne(2012), ambas cintas dirigidas por el propio Tony Gilroy.

En conclusión.
Termino esta crítica de Michael Clayton, una obra maestra por los cuatro costados. Brillante, adictiva y tremendamente potente. Sin lugar a dudas, recomendada por un servidor de manera imparable y simplemente brillante.

Tráiler de Michael Clayton

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