Lightyear
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“El mundo de Buzz siempre me ha fascinado. En ‘Toy Story’ apenas se vislumbraba la historia de este Guardián Espacial. Yo siempre quise explorar ese mundo más a fondo. ¿Qué película vio Andy para desear tener un juguete de Buzz Lightyear? Esta es la pregunta que formulé al presentar este proyecto. Personalmente quería ver esa película y he tenido la suerte de hacerla realidad”. Angus MacLane, con permiso de Pixar, nos presenta a Buzz… ‘Lightyear’.

“Hasta el infinito… y más allá” (Buzz Lightyear)

Crítica de Lightyear

Resulta muy curiosa la forma en la que se concibe esta producción como un auténtico ejercicio de metacine. Nada más comenzar la proyección, se nos informa de que vamos a ver la película que hizo que Andy, enToy Story (John Lasseter, 1995), eligiera como nuevo regalo a Buzz Lightyear. Así pues, ‘Lightyear’ no es otra cosa que el film del que surgió la figura de acción que se convirtió en el nuevo juguete favorito de Andy. Esta es la premisa inicial o punto de partida. A partir de aquí, el film nos muestra las aventuras y desventuras del famoso Ranger espacial.

‘Lightyear’ es la primera película en solitario de Angus MacLane, después de haber codirigidoBuscando a Dory (2016), junto a Andrew Stanton. Desde un punto de vista técnico y de animación creo que ‘Lightyear’ representa la cumbre de Pixar. La afirmación puede sonar muy rotunda, pero el trabajo desempeñado por MacLane y su equipo es realmente top… y más sí, como es mi caso, eres fan de las películas espaciales y de ciencia-ficción. El diseño de las diferentes naves, recintos, habitaciones, mecanismos, robots,… nos trae lo más moderno pero con un aire ciertamente retro. La mezcla es sensacional y en todo momento te sientes dentro del universo del guardián espacial. Y todo esto combinado con una animación exquisita, natural y de lo más definida que uno se pueda echar a la cara.

Siguiendo con lo anterior, en el film nos encontramos con robots de ataque que evocan a los clásicos mandroides del viejo Universo Marvel, robots de servicio que nos recuerdan a los vistos enWall-E (Andrew Stanton, 2008), botones y consolas que parecen sacados de Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979), trajes de combate parecidos a los vistos en ‘Gears of War’, y modernos hologramas y naves que nos recuerdan a ‘Star Wars’. En consecuencia, el visionado de ‘Lighyear’ se convierte en una gozada para el amante de la sci-fi por la cantidad de referencias que puede sacar viéndola.

Respecto a la trama, escrita por el propio Angus MacLane, decir que la película se configura como una aventura de acción espacial. Una aventura en la que Buzz va pilotando naves una y otra vez. Todo un ensayo y error en busca de conseguir la mezcla perfecta del combustible de la hipervelocidad que permita a la colonia de “El rábano” abandonar el planeta T’Kani Prime. Mientras tanto, la vida de los colonos prosigue su rumbo…

El planteamiento anterior, que parece muy sencillo de asimilar para todo tipo de público, resulta bastante más complicado de lo que parece. Y esto es así por la inclusión de saltos temporales e incluso ciertas paradojas. Un ejemplo que resume estas ideas lo encontramos en la siguiente frase de Buzz: “Cuanto más rápido vuelo, más viajo hacia el futuro”. Ahora póngase a explicar esto a un público infantil que quiere ver la película por el recuerdo del personaje en su saga original… Está claro que, desde siempre, los films de Pixar han intentado ir más allá de meros productos infantiles. Ahora bien, de un tiempo a esta parte no acabo de entender qué camino quiere seguir Pixar ni qué tipo de público está buscando…

Completando los saltos y paradojas temporales tenemos otros temas y/o mensajes que se van insertando en la trama. La principal lección es que nadie es tan infalible como para no necesitar ningún tipo de ayuda. Sin duda, este sí que es un buen mensaje para todos y más que menos la lección principal de la película. Eso sí, es una lección ya muy trillada en cines.

También querría ahondar en la polémica levantada en determinados países por la aparición de una pareja de lesbianas. Ante todo hay que dejar claro que quien paga manda. Y si un determinado colectivo pone dinero en esta u otra producción tiene todo el derecho del mundo a visibilizarse y salir en ella. ¡Faltaría más! Lo que no se entiende es que desde compañías como Disney o Pixar nos vendan en sus productos a determinadas culturas como auténticos paraísos terrenales. Lugares con gentes maravillosas que, sin embargo y a la hora de la verdad, se descubren como monstruos intolerantes. Y he aquí otra gran lección, esta vez mía, que deben aprender los progres más acérrimos: “El que alimenta al monstruo… termina devorado por el monstruo”. Y, para el caso, ya se podían haber fijado en el propio film: Lightyear se cree tan bueno que se termina devorando a sí mismo.

“Soy Buzz Lightyear siempre estoy seguro”. Buzz Story.

Entrando ahora en el reparto de personajes está muy claro que el protagonista principal es Lightyear, Buzz Lightyear. Al guardián o ranger espacial le presta su voz Chris Evans en la versión original. Para el actor fue todo un sueño doblar a tan famoso personaje: “La expresión ‘un sueño hecho realidad’ se oye mucho, pero nunca había significado tanto para mí”. En la película, el amiguete Buzz se presenta como un hombre que confía plenamente en sus capacidades. Ojo, no estamos ante un creído y tampoco ante un soberbio ni un tipo pagado de sí mismo… No obstante, sí que estamos ante un “guardián espacial” que piensa que está muy preparado y que él mismo puede enmendar sus propios errores. Esto le hace actuar y tomar decisiones en solitario, obsesionarse con una idea y no disfrutar de lo que le rodea.

La mejor amiga de Buzz es la comandante Alisha Hawthorne (Uzo Aduba). Alisha conoce perfectamente la mentalidad de Buzz y lo respeta porque sabe que no cejará hasta cumplir su misión… Alisha le lanza suaves indirectas sobre lo que se está perdiendo debido a su obstinación, pero no intenta cambiarlo. De lo poco que sale puedo decir que tiene buen carácter y nos deja una emotiva escena. Alisha es uno de los dos personajes que levantó las iras de los países y culturas intolerantes. Sí, esos territorios orientales y musulmanes que desde Disney/Pixar tanto blanquean… Y levantó las iras por su condición de lesbiana. El otro personaje que también levantó ampollas es su novia. Lo ridículo del caso es que tan sólo aparece unos segundos en pantalla. Así pues, nada se puede decir de ella… y el absurdo de la prohibición es máximo.

En el resto de protagonistas o coprotagonistas tan sólo cabe destacar a Izzy (Keke Palmer), Mo (Taika Waititi) y Darby (Dale Soules). Los tres forman una especie de patrulla de supervivientes bastante torpes, la Junior Zap Patrol. Precisamente es su torpeza infinita lo que los hace bastante insoportables para el público adulto. Por el contrario, creo que los más pequeños disfrutarán con sus innumerables meteduras de pata. Personalmente la única salvable de los tres es Izzy. Finalmente no me puedo olvidar de SOX (Peter Sohn), un gato mecánico que resulta bastante imprescindible…

“Tengo un plan y tengo un equipo” (Izzy)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Lightyear, una aventura espacial en toda regla que será especialmente disfrutada por los que, como es mi caso, saboreamos las películas de sci-fi. Eso sí, los fanáticos de la franquicia ‘Toy Story’ pueden ir olvidándose aquí de la emotividad, magia y ternura de la famosa saga. Este film sólo toma prestado de allí al guardián espacial y nada más.

AVISO: Hay dos escenas post-créditos (una al principio y otra al final).

Tráiler de Lightyear

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