Crepúsculo: Amanecer (Parte 1)
Comparte con tus amigos










Enviar

En la siguiente Crítica de Crepúsculo: Amanecer (Parte 1), les contaremos cómo Bill Condon dirigió con cierto pulso una de las películas más interesantes de ‘La Saga Crepúsculo’. Una continuación que, por fin, nos mostró una evolución, tanto en su argumento como en los personajes. Bella está cada vez más cerca de cumplir su sueño… aunque no del modo que ella esperaba.

Amanecer parte 1

Crítica de Crepúsculo: Amanecer (Parte 1)

Reconozco que no sé muy bien por dónde empezar a la hora de hablar sobre esta franquicia. Una saga que, por motivos «sentimentales» (y creo que muchos de ustedes me entenderán), he tenido que visionar película tras película. Lo que sí me ha quedado muy claro de todo esto es que las novelas (y por consiguiente, sus adaptaciones) destrozan deliberadamente la mitología del vampiro, desmitificándolo por completo y convirtiéndolo en un ser pueril y ridículamente romántico. Lo nunca visto.

Por otra parte, y rompiendo una lanza a favor de la creadora de este invento, es cierto que a Stephenie Meyer se le puede atribuir el mérito de haber encontrado la valentía de imprimir en su obra una visión radicalmente diferente de la mitología del vampiro conocida hasta la fecha. Llamémosle originalidad, osadía o atentado contra el mito, pero ha logrado convertir su «Crepúsculo» en un fenómeno social a escala mundial. Eso sí, permítanme puntualizar lo evidente: hablamos principalmente de un público femenino, de un rango de edad de entre 13 y 23 años, y cuyo desconocimiento sobre el cine fantástico clásico es casi total.

Amanecer parte 1

En cualquier caso, e independientemente del mérito (o no) que se le pueda atribuir a Meyer, cualquier parecido entre los vampiros de crepúsculo con los no-muertos clásicos y tradicionales es pura casualidad. Así que absténganse de ver estas películas los verdaderos amantes de la leyenda original, algo que no es el caso del que escribe estas líneas. Hecho por el que quizás esta saga no se me ha hecho tan insultante o insufrible como a otros, aunque su calidad resulta indudablemente escasa.

Pese a que no soy un fan radical de los vampiros, esto no me impide denunciar el destrozo de estas novelas hacia la figura vampírica (y en menor medida a la del licántropo), cuyas licencias y libertades rozan incluso lo provocativo al invertir por completo las leyes que rigen su mitología. De esta manera, se otorga un nuevo pero peligroso punto de vista en torno a la criatura: vampiros que brillan a la luz de sol, vampiros que sobreviven a la luz natural, vampiros que se enamoran y son capaces de sacrificar su vida por una simple mortal… (¡!)

Amanecer parte 1

Dicho esto, y dejando de lado nuestros prejuicios y preferencias, seamos honestos. Estamos ante una saga mediocre donde, independientemente de su capacidad de entretenimiento y fidelidad como adaptación, como productos cinematográficos carecen de todo lo necesario para ser considerados como buen cine, ya que la mayoría de las películas flojean en demasía en apartados tan importantes como las interpretaciones y el guión. Sin duda, nos encontramos ante algunas de las actuaciones más sosainas del cine moderno, especialmente las de Robert Pattinson y Kristen Stewart.

El guión también resulta muy flojo, aunque en este caso no sea culpa de los guionistas ni de los directores, sino del material en el que se basan. Es decir, las propias novelas. Sea como fuere hay algo que no se le puede reprochar precisamente a esta franquicia cinematográfica: que no sea entretenida. De hecho, y conforme un servidor se aventuraba a visionar las películas, le iba suscitando cada vez más interés la evolución y el devenir de los personajes principales, y eso es algo que dice bastante de una serie de películas que, en absoluto, se pueden considerar aberraciones cinematográficas como se lleva diciendo desde hace bastante tiempo (es decir, hay cosas bastante peores).

La serie ‘Crepúsculo’ realmente enfatiza sobre el verdadero sentido del amor. En este sentido, se formula una pregunta que quizás muchos nos hemos hecho y no hemos sabido responder: «¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por amor?». Sin duda, este es el mensaje que transmite Meyer en sus novelas y cuya respuesta se va esclareciendo conforme avanza la saga. Una franquicia que con este film empezó a llegar a su momento cumbre, tras varias películas de desarrollo algo lento y excesivamente acaramelado. Aunque lo primero es algo que fue solucionado con la presente ‘Amanecer – Parte 1’, cinta que supuso un eslabón importante en la serie y que, por fin, nos mostró algo distinto a lo visto hasta ese momento, además de tratarse de una secuela con una labor narrativa más contundente y compacta gracias a Bill Condon.

Amanecer parte 1

De este modo, muchos se preguntarán qué llegó a ofrecer ‘Amanecer – Parte 1’ que no se hubiera visto ya en las anteriores películas. Pues sinceramente, más de lo mismo en el apartado romántico aunque, por momentos, la cinta comienza a tomar tintes algo más oscuros y dramáticos como consecuencia del impactante y aparatoso embarazo de Bella. Este estado queda retratado en pantalla a través de imágenes bastante seductoras y dolorosas: todas y cada una de las secuencias que tienen que ver con el parto, ya desde el propio embarazo y hasta el nacimiento del bebé, resultan mucho más sugestivas y escabrosas que todo lo mostrado hasta ese instante. También se nos presenta un interesantísimo dilema moral al que se tiene que enfrentar el personaje de Jacob, cada vez más integrado en el entorno vampírico, muy a su pesar. Hasta podemos afirmar, sin complejos, que se trata, de largo, de la mejor actuación de Kristen Stewart en la saga, aunque tampoco era demasiado difícil que se superase a sí misma.

Amanecer parte 1

En esta cuarta entrega, por fin, y tras una larga espera, presenciamos también un desarrollo y avance en los personajes principales, algo que tiene lugar desde el segundo acto de la película en adelante, sin duda lo mejor de todo el metraje. Mientras que en su primer acto nos topamos con una lenta (y a ratos divertida, especialmente durante el acto sexual de Bella y Cullen) trama romántico-amorosa que transcurre durante la preparación de la ceremonia nupcial y la posterior luna de miel entre Bella y Cullen, donde se atisba cierta cobardía a la hora de mostrar algo más de sexo en pantalla.

A partir de la parte media del film Bill Condon consigue imprimir cierto pulso narrativo e interés en el espectador. Progresivamente se nos va mostrando a una Bella al borde de la muerte debido a un embarazo tan inesperado como dramático (y donde se toma una drástica decisión); a un Cullen lamentándose y culpándose de la desgracia; y a un Taylor Lautner (sin duda el actor más involucrado y creíble de toda la franquicia) amenazando de muerte a Cullen en caso de que su amada Bella fuera incapaz de superar la situación.

Amanecer parte 1

En resumidas cuentas.
Y poco más hay que contar de ‘La saga Crepúsculo: Amanecer (Parte 1)’, un film indudablemente previsible y superficial, aunque por lo que respecta a un servidor resulta más entretenido y mejor rodado que sus predecesores. Ya solamente quedó esperar al siguiente episodio que puso fin a la franquicia.

Tráiler de La saga Crepúsculo: Amanecer (Parte 1)

Escucha nuestro podcast