Frenético
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Esta fue la película con la que muchos descubrimos y nos enamoramos de Emmanuelle Seigner. El propio Roman Polanski quedó tan prendado de la joven actriz francesa que le regaló el “introducing” y luego terminaría casándose con ella. Pero antes de pasar por el altar, Seigner ayudaría a un ‘Frenético’ Harrison Ford a encontrar a su esposa en París.

“Tengo testigos. Mi esposa ha sido secuestrada, ¿comprende lo que le digo? ¡Quiero que encuentren a mi mujer!” (Richard Walker)

Crítica de Frenético

Dos años después de su fracaso comercial con ‘Piratas’ (1986), Roman Polanski retornó al thriller buscando una apuesta segura. Y la verdad es que con ‘Frenético’ nos regaló todo un intrigante tour por París en una apuesta puramente hitchcokiana. Personalmente descubrí esta película a principios de los 90, gracias a que un familiar me habló de ella. Ante la buena referencia decidí al alquilarla en un videoclub de mi barrio… y ni qué decir tiene que quedé encantado con la experiencia.

Antes de ahondar en la trama quiero hacer algo de hincapié en lo que he comentado del “tour por París”. Polanski convierte con acierto a la capital francesa en un gran marco de fondo. No sólo nos muestra algunas de sus mejores vistas y barrios, sino también lugares ciertamente “oscuros”. Así pues, a lo largo del film podremos ver el Gran Hotel (lugar donde se concentra la acción en el primer tramo), el puente de Grenelle con vistas a la Estatua de la Libertad y la torre Eiffel (lugar del clímax), la Ópera Garnier y muchos más sitios emblemáticos y otros menos conocidos, pero igual de fascinantes…

Del guión también se ocupó el propio Roman Polanski junto a Gérard Brach. No hay que venir a descubrir ahora la capacidad de ambos para redactar buenas tramas y la de ‘Frenético’ lo es. Tan es así que poco o nada tiene que envidiar a las mejores películas de Alfred Hitchcock. Películas que nos ofrecían historias con un suspense atrapante y adictivo. Y esto, precisamente, es lo que pasa en ‘Frenético’. La “kafkiana” situación en la que se ve inmerso el Doctor Walker nos atrapa desde el principio y no nos suelta hasta su desenlace final. En todo momento queremos avanzar, junto a él, para descubrir nuevos datos y pistas al respecto de la desaparición de su esposa, Sondra.

Naturalmente, y como en todo thriller de suspense que se precie, aquí también hay un claro McGuffin. En este caso se trata de la maleta intercambiada por error… o más bien, de su contenido. Siguiendo y prestando atención a esa maleta está toda la clave del asunto. Además, la propia maleta nos deja grandes secuencias como aquella en la que Walker se “pasea” por los tejados de la casa de Michelle portándola consigo y poniendo su vida en peligro. Ojo a cómo termina esa escena porque dará pie a que luego Walker y Michelle regresen al tejado para recoger algo muy valioso. Esa escena de la recogida también hay que destacarla por méritos propios. En la misma es cuando, por primera vez, los ojos del doctor y la joven conectarán cómo si pudiera surgir entre ellos algo más que “una simple colaboración interesada”.

En la banda sonora tenemos a todo un clásico como fue el gran Ennio Morricone. El maestro italiano entrega una música muy variada con tonos parisinos y otros intrigantes de cuerda que refuerzan el misterio de la propuesta. Además destaca algún fragmento curioso como evocando su pasado en los spaghetti western. Por supuesto, también nos regala pasajes tristes y melancólicos, sobre todo por lo que sucede al final… La BSO de Morricone se completa con varios temas pop. Entre estos sobresale la brillante interpretación del “I’ve Seen That Face Before (Libertango)” a cargo de la inmortal Grace Jones. Esta canción pasa por ser el tema principal de la película y suena varias veces pasada la primera hora de metraje. De hecho, el propio Doctor Walker le llega a decir a su hija por teléfono que: “últimamente la he oído varias veces”.

El protagonista principal es Harrison Ford como el doctor Richard Walker. Hay que resaltar que Ford ya venía de desempeñar dos grandes papeles seguidos bajo la dirección de Peter Weir. El primero en Único testigo (1985) con nominación al Oscar incluida… y el segundo en ‘La costa de los mosquitos’ (1986). Por ese tiempo se había convertido en uno de los nombres cotizados de Hollywood gracias a sus míticos roles de Indiana Jones y Han Solo. Es conveniente destacar esto porque mucha gente no ve en Ford más allá de estos personajes… y lo cierto es que estamos ante un intérprete muy versátil. En ‘Frenético’ vuelve a dar una lección alejado de sus números de acción y aventura. Su performance de cirujano perdido, angustiado y asustado en París creo que podemos situarla perfectamente entre sus actuaciones tops.

La coprotagonista fue Emmanuelle Seigner interpretando a Michelle, una joven parisina que ayudará a Walker. Seigner tenía 22 años y sólo había participado en 3 películas de escasa repercusión. No obstante, se adivinaba en ella un gran potencial. Por ello, Polanski la presentó en los créditos iniciales con el típico “Introducing”. Y lo cierto es que Seigner respondió a la confianza entregando una performance de las que dejan huella. La actriz encarna a una joven independiente, viva y valiente que se gana nuestra atención desde que sale en pantalla a los 53 minutos de metraje. A partir de ahí se hace la dueña del film. Tan es así que llega a manejar Ford como un pelele en la sensual escena del baile en la sala ‘A touch of class’. Y también para la historia de su filmografía queda el destino final de su personaje…

Completando el elenco tenemos a Betty Buckley que da vida a Sondra Walker, la esposa que desaparece de la habitación del hotel tras recibir una extraña llamada telefónica. Realmente no se puede decir gran cosa de su interpretación porque tiene poco tiempo en pantalla… Otro que también tiene escasos minutos para lucirse es Dominique Pinon. El pequeño actor francés aparece irreconocible tras un disfraz de parroquiano de bar que suministra una pista clave a Walker. El resto del casting fue completado con intérpretes oriundos que desempeñan los típicos roles de personal de hotel, policías, taxistas, traficantes,… es decir, ciudadanos, trabajadores y gente de mal vivir de una gran urbe como es París.

“Todos estamos en sus manos, Doctor” (Árabe)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Frenético, la mejor presentación comercial posible de Emmanuelle Seigner y una de las actuaciones más destacadas de Harrison Ford. Ambos engrandecen la adictiva y hitchcokiana trama de Roman Polanski y Gérard Brach. Y todo esto con un estupendo marco de fondo como es París. ¿Qué más podemos pedir?

Tráiler de Frenético

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