Expediente Warren: Obligado por el demonio
Comparte con tus amigos










Enviar

“Soy un gran admirador de las películas de ‘Expediente Warren’. James es el maestro moderno del terror, así que es fantástico que me cediera las riendas de ese mundo que él creó. Estamos en deuda no solo con James sino también con los fans, la franquicia y los personajes. Eso siempre lo tendré muy presente”. Michael Chaves nos da la bienvenida a ‘Expediente Warren: Obligado por el demonio’.

“Los tribunales reconocen la existencia de Dios cada vez que un testigo jura decir la verdad. Creo que ya va siendo hora de que reconozcan la existencia del demonio” (Ed Warren)

Crítica de Expediente Warren: Obligado por el demonio

Tercera entrega de los expedientes paranormales y sobrenaturales del matrimonio Warren, Ed y Lorraine. Recordemos que sus experiencias fueron llevadas a la gran pantalla en 2013 y 2016 en los films:Expediente Warren: The Conjuring’ y ‘Expediente Warren: El caso Enfield’. Ambas películas dirigidas por James Wan, uno de los gurús actuales del cine de terror y creador del conocido como “The Conjuring Universe”, la serie cinematográfica que incluye las tres películas de los Warren más todos sus terroríficos spin-offs.

En ‘Expediente Warren: Obligado por el demonio’, Wan cede su puesto en la dirección a Michael Chaves. Hablamos de un realizador que debutó en 2019 conLa Llorona’, película enlazada con el ya citado “The Conjuring Universe”. Por su parte, James Wan se mantiene en ‘Obligado por el demonio’ como productor con el fin de no perder el control de su saga favorita.

Lo cierto es que ‘Obligado por el demonio’ se nota como una especie de “criatura” de Chaves y Wan. Por el lado de Chaves tenemos la traslación aquí de toda la parafernalia asustadora de ‘La Llorona’. Me refiero a las presencias fantasmales, las subidas de volumen y música para generar susto, y al ambiente oscuro del film. Por parte de Wan se nota el hecho de intentar mantener todo lo anterior controlado y fiel al espíritu de ‘The Conjuring’. En la mezcla la película gana y pierde. Gana porque Michael Chaves logra subir el nivel demostrado en su ópera prima… y pierde porque ‘Obligado por el demonio’ queda por debajo de los films precedentes de los Warren.

En el guión repite David Leslie Johnson tras su buen trabajo en ‘El caso Enfield’. De nuevo, el film se basa en un caso real estudiado y documentado por Ed y Lorraine Warren. Un caso en el que se llevó a los Tribunales norteamericanos la posesión demoníaca como eximente en un crimen. Ahora bien, el libreto y el film, no profundizan para nada en las cuestiones judiciales que quedan reducidas a 4 o 5 minutos.

En lugar de dedicar tiempo a las exposiciones y motivaciones judiciales, a lo largo de casi todo el metraje seguimos al matrimonio tratando de reunir pistas demoníacas que puedan servir para absolver a su protegido. Por supuesto, también se repite el patrón por el que los Warren intentan descubrir a qué nuevo tipo de mal o de demonio se están enfrentando… Lo cierto es que toda esta parte resulta francamente interesante viendo a los Warren como unos detectives de lo sobrenatural. Pero se falla en la resolución. Hablamos de una terminación que se nota realizada con prisas para cumplir con un metraje clásico de 112 minutos. Por otro lado, también se dedicarán algunos minutos a los eventos que sufre el joven Arne ya preso en la cárcel con su maldición a cuestas. De hecho, el film presenta un doble clímax estrechamente relacionado.

Al margen de la brevísima temática judicial, y la investigación demoníaca, otra cuestión importante es un tema tan clásico también en el cine de género como es el amor. Aquí presenciaremos, gracias a la inserción de un par de flashbacks, el momento en el que se conocieron Ed y Lorraine y cómo surgió el amor entre ellos. Un amor que, llegada la fase decisiva, se tornará crucial para enfrentarse al Mal.

Paso ahora a comentar los elementos asustadores con los que podremos «disfrutar» en el film sin spoilear nada. Justo al empezar presenciaremos un terrorífico exorcismo realizado sobre un niño pequeño y cuyo desenlace será, a posteriori, toda la raíz de la trama. Ojo en estos minutos al homenaje que se hace a la icónica escena de la llegada del padre Merrin a la casa de El exorcista (William Friedkin, 1973). También tendremos algunas apariciones fantasmales y varios jumpscares. Y, finalmente, veremos alguna criatura realmente horrorosa como cierto cadáver obeso que “vuelve a la vida”. Sin olvidar la espectral y delgadísima figura que maneja todos los hilos del mal en esta nueva aventura sobrenatural.

Al margen de lo anterior, quiero recalcar que esta película es la más oscura en ambientación e historia de toda la saga. Junto al famoso matrimonio visitaremos lugares realmente ominosos y poco iluminados. Además, atención con el uso de los tonos naranjas y los focos de luz roja para iluminar ciertos rostros humanos como si fueran seres demoníacos. Toda esta ambientación se completa, una vez más, con la música de Joseph Bishara que ya es todo un icono en la serie.

Patrick Wilson y Vera Farmiga siguen siendo los líderes del elenco. Como en anteriores entregas, la pareja se siente muy cómoda en sus roles de Ed y Lorraine Warren. Tal y como he comentado en alguna ocasión, respecto a otros artistas y personajes, Patrick y Vera actúan a “trabajo hecho”. Eso sí, en esta ocasión es ella quien asume un mayor protagonismo en la investigación sobre el terreno a la que suma su carácter sensitivo y vidente. Patrick/Ed queda un tanto relegado como punto de soporte al salir malparado del exorcismo inicial.

Ojo con Ruairi O’Connor porque es la gran sorpresa del film encarnando a Arne Cheyenne Johnson, un joven que ayuda a los Warren quedando maldito, acusado de asesinato y, finalmente, encarcelado. Su actuación tiene momentos de tranquilidad y amabilidad con otros realmente inquietantes y terroríficos. Ayuda y mucho a la sensación de terror su delgada figura.

También tiene minutos de brillo el pequeño Julian Hilliard como David Glatzel, el jovencito endemoniado del principio. Atención a cómo le describe a Arne la sensación de estar poseído; una reflexión ciertamente interesante. Un papel de apoyo es el que tiene Sarah Catherine Hook como la novia de Arne y la hermana de David. En esa misma línea encontramos a John Noble como Kastner, un exsacerdote especializado en “Los adoradores del carnero”, una ominosa secta satánica. El resto son todo apariciones puntuales como las de Steven Coulter y Sterling Jerins repitiendo su roles del padre Gordon y Judy Warren.

“El por qué es irrelevante. Su fin es el caos” (Kastner)

En conclusión.
Concluyo esta crítica de Expediente Warren: Obligado por el demonio, una película que marca diferencias con las precedentes situando la acción en un amplio territorio y no limitándola a una sola casa. Esta ampliación del marco de actuación de los Warren es digna de aplaudir. No obstante, se nota que la película pretende abarcar demasiado y no consigue un remate tan eficaz como en los anteriores films. Aun así resulta una propuesta interesante y de visionado obligatorio para fans completistas del “ConjuringVerse”.

Tráiler de Expediente Warren: Obligado por el demonio

Escucha nuestro podcast