El final de Damien
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En esta tercera parte, Damien ya es todo un adulto que ha ido cumpliendo poco a poco con lo trazado para él en el Apocalipsis. Además está a punto de ponerlo en marcha. Pero con lo que no cuenta es que la segunda venida de Jesucristo es inminente. Por supuesto esto supone su mayor obstáculo… Ha llegado la hora de ‘El final de Damien’.

Tu dolor en la cruz no fue más que una astilla en comparación con la agonía de mi padre. Clavaré más profundamente las espinas en tu rancio cadáver. No has hecho nada” (Damien Thorn)

Crítica de El final de Damien

Si bien es cierto que cada entrega de esta trilogía es diferente a la anterior, de todas, esta película es la que más diferencias marca. Quizás porque la misma historia lo dicta así. En las películas precedentes, Damien era un niño al que proteger a toda costa. Ahora ya es un hombre y es perfectamente capaz de tomar sus propias decisiones y dirigir su vida. Y todo de acuerdo a lo que ordena su padre: El Diablo.

De entrada, ‘El final de Damien’ pierde toda la atmósfera de terror. Si es que la segunda parte llegó a retener algo, tal y como comenté en su momento. Aquí estamos ante una película más que se califica “de terror” por algunos de los elementos que contiene. Si no se pudo crear algo terrorífico porque el guión en sí no se prestaba a ello… eso ya es otra historia. En todo caso, y como acabo de decir, La maldición de Damien (Don Taylor, 1978) ya perdía mucho del concepto que muchos entendemos por cine de género.

Ahora bien, lo que se pierde en su falta de ambientación se gana en algunas secuencias horribles. De lejos, las más fuertes de la trilogía por mucho, por lo menos para mí. Me sorprende que se les haya permitido hacerlas entonces y no sé yo si en la actualidad, en un film comercial, hubieran sido aceptadas. De hecho, me parece a mí que no… En el siguiente párrafo daré cuenta de ellas, pero sin describirlas totalmente para no arruinar la experiencia al público.

Concretamente me refiero a cuatro momentos puntuales. La primera secuencia es aquella en la que Damien se encuentra en un cuarto oscuro hablando a su padre con una imagen de Cristo de espaldas a la cruz… La segunda se da luego de que Damien ordene a sus esbirros matar a todos los niños que nacieron en determinado día para así asegurarse asesinar también a Jesucristo resucitado. La tercera secuencia está relacionado con la anterior cuando uno de los perros de Damien obliga a la esposa de su subalterno a matar a su niño. Y, por último, la escena más fuerte de todas es aquella en la que Damien y Kate mantienen relaciones sexuales. En las mismas se llega a un momento que resulta totalmente desagradable para el espectador… Además, a la mañana siguiente, nos muestran la espalda de Kate llena de golpes y arañazos.

Por parte de los momentos sobrenaturales, aquellos donde se daban circunstancias terribles a causa de la intervención demoníaca, en esta ocasión no tenemos casi nada. De hecho, solamente son tres. Y dos de ellos teniendo lugar al mismo tiempo cuando Damien toma el control de unos animales. El tercero, como ya expliqué, se da gracias al retorno de los rottweilers.

Dejando al margen lo anterior, lo más decepcionante de todo es la forma en la que deciden terminar con Damien. Sin entrar en detalles, no se cumple para nada con lo que se había establecido en La profecía (Richard Donner, 1976). Y, aunque el final dejará a muchos impresionados, considero que Damien debió tener un momento más largo para terminar con su historia. Sus escasas líneas finales, y tiempo en pantalla, resulta demasiado abrupto… Por mi parte, investigué y parece que había planes para hacer otra entrega. A lo mejor fue por esto que terminaron así con el personaje. Lo que no sé es si estaba asegurado y/o por una serie de circunstancias nunca se pudo llevar a cabo. En todo caso, y para cualquiera, lo que tenemos aquí es un final definitivo, al menos para Damien.

En la banda sonora repite Jerry Goldsmith. Ahora bien, contrario a las veces anteriores, su labor aquí resulta sumamente pobre. Su música es la más floja con diferencia de las tres películas. Lo cual es sumamente lamentable, ya que la partitura siempre había sido el elemento crucial que elevaba el material con creces.

El protagonista absoluto en esta ocasión es Sam Neill, quien da vida a Damien Thorn. Siendo ya un adulto es él quien toma las decisiones y cuenta con gran personalidad. Ante los ojos del mundo se presenta como un hombre atractivo, elegante y carismático. Siendo el carisma gran parte de razón por la cual consigue lo que quiere. Pero, ante su subalterno, sus esbirros y, sobre todo, a solas con su padre lo vemos tal cual es en realidad: alguien temible, macabro y peligroso… Don Gordon hace las labores de Harvey Pleydell Dean: su lacayo. Al principio se da la impresión al espectador que no es más que un simple lamebotas. Pero luego se descubre que no es así… ya que no solamente sabe quién es Damien, sino que lleva a cabo lo que le ordena sin importar lo vil que sea.

También importante es Lisa Harrow como la reportera Kate Reynolds. Durante buena parte de la trama exclusivamente actúa como tal. Esto es, queriendo entrevistar al interesante nuevo embajador en Inglaterra. Sin embargo, en un momento determinado termina por convertirse en el interés romántico de Damien. Quizás también podríamos mencionar a Rossano Brazzi como el padre DeCarlo. Es él quien queda asignado para matar a Damien. En cualquier caso la participación de Brazzi es limitada destacando solo en el tramo final.

Conclusión.
Con esta Crítica de El final de Damien, llegamos al final de la historia del Anticristo, pero no de la saga que continuó en una secuela adicional. Creo que esta tercera parte es la más floja de las tres en términos argumentales y también entiendo que pudieron sacar mucho más partido del personaje de Damien adulto convirtiéndolo en algo imponente y terrorífico. En cualquier caso, esto no quiero decir que esta última película sea mala, pero sí que es la peor de la trilogía original.

Tráiler de El final de Damien

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