El efecto Lázaro
Zoe y Frank son una pareja de científicos que dirige un trabajo de campo en la Universidad. El objetivo de la investigación es desarrollar un suero capaz de devolver a la vida a los fallecidos recientes. En una de las pruebas, Zoe fallece accidentalmente y Frank decide probar el suero en ella con insospechadas consecuencias. (Cineycine).
“Luego gritó con voz potente: ¡Lázaro, sal de ahí! Y salió el muerto, atado con vendas las manos y los pies, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: Desátenlo para que pueda andar… Muchos de los judíos que habían ido a casa de Marta y María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en Él” (Juan: 11, 32-45). Llegó el momento de saber qué es ‘El efecto Lázaro’.
“No es adaptación… es jugar a ser Dios” (Decana)
Crítica de El efecto Lázaro
Hacía tiempo que quería echarle un vistazo a esta cinta por ver en qué iba gastando sus años como actriz Olivia Wilde. Así que aproveché sus últimos días dentro de la parrilla de Netflix para verla. Creo que conviene advertir que estamos ante la primera película para cines de David Gelb, un realizador que se ha movido en películas para video y TV-Movies. Es decir, no cabe esperar grandes revoluciones en la dirección. Tampoco su limitado presupuesto (3.000.000 $) daba para fabulosas pirotécnicas más allá de pagar los sueldos a todos los profesionales implicados. En resumen, ‘El efecto Lázaro’ es un film pequeño que bien podría pasar como uno de esos rodados directamente por Netflix para aumentar su catálogo.
Prácticamente podemos resumir la labor de Gelb en saber poner bien la cámara en prácticamente un único escenario (el sótano de investigación de la Universidad) y mantener el ritmo creando expectación. Además podríamos añadir las gotas de tensión que sabe meterle usando en algunas escenas las tomas de las cámaras de vigilancia… Todo esto que parece fácil hay que saber hacerlo y dar mérito a Gelb por mantener cierto interés con tan poco. También cabría añadir que su filmación es muy limpia huyendo prácticamente de las molestas sacudidas y movimientos bruscos. No obstante, queda claro que la propuesta es demasiado pequeña para lo que quiere contar.
Y hablando de lo que quiere contar es cuando nos encontramos con los guionistas: Luke Dawson y Jeremy Slater. Este último es el que más suena puesto que actualmente tiene una cierta fama gracias a ser el creador de series como ‘The Umbrella Academy’ o ‘The Exorcist’. La trama que Dawson y Slater entregan bebe de muchas otras películas del cine de género. Entre ellas podría citar la legendaria ‘Frankenstein’ (James Whale, 1931), ‘Línea mortal’ (Joel Schumacher, 1990) e incluso todo un film de culto como es ‘Re-Animator’ (Stuart Gordon, 1985). Citando estos títulos, y leyendo la sinopsis, ya sabemos de qué trata la historia: la reanimación de los muertos.
Al hilo de lo anterior, la “novedad” de ‘El efecto Lázaro’ se centra en traer de vuelta de la muerte a personas recientemente fallecidas. Es decir, arrancar su alma o su espíritu directamente de las manos de Dios o del Diablo. Esto da lugar a interesantes y sugerentes debates acerca de la religión, la ciencia, el cielo, el infierno, las ECMs, la existencia del alma, la plena capacidad y potencia de nuestro cerebro… Y, precisamente, es al abordar todas estas temáticas cuando notamos lo que antes expuse: que la película es muy pequeña para todo aquello en lo que quiere profundizar. Tampoco su escaso metraje de 83 minutos da para mucho. Básicamente sirve para brindarnos una trama convencional.
Algo bastante curioso es que para lo poco que ofrece la película realmente triunfó en taquilla recaudando casi 40 millones a nivel mundial. Sin embargo, en varios territorios no se estrenaría en cines. Este fue el caso de España. Aquí se lanzaría en Internet ¡7 años! después de su estreno en Estados Unidos… Por último, y en cuanto a efectos especiales, la cinta también es muy sencilla. No hay nada en ella realmente espectacular más allá de algunos pasillos infernales, algo de telequinesis o los cambios en las pupilas de Zoe. En cualquier caso, lo exhibido está bastante logrado.
Tal y como ya adelanté al principio de esta review, Olivia Wilde es la protagonista más destacada. En la película da vida a Zoe, una investigadora científica que defiende que Ciencia y Religión pueden coexistir válidamente. No está mal esta performance de Wilde que encuentra sus mejores momentos al ser arrebatada a la muerte. Será a partir de ahí cuando nos ofrezca lo mejor del repertorio de su personaje. En todo ese tramo la veremos poniendo caras de malvada y haciéndoselas pasar canutas al resto de sus compañeros de reparto. Y entre sus compañeros hay caras muy conocidas…
Mark Duplass pasa bien la prueba como Mark, el marido de Zoe. Él viene a ser la contrapartida de ella defendiendo la supremacía de la Ciencia frente a la Religión. Entre el grupo de trabajo en la Universidad destacan los nombres de Evan Peters y Donald Glover. Ambos despachan sus papeles de acompañamiento con bastante facilidad. Peters triunfó el pasado 2022 con su papel principal en la serie ‘Dahmer – Monstruo’ emitida en Netflix. En ‘El efecto Lázaro’ es Clay, el integrante más joven del grupo y el que intenta hacer entrar en razón a Mark cuando este se disparata. Por su parte, Glover interpreta a Niko, el especialista en ordenadores. Por último queda mencionar a Sarah Bolger que tiene una interpretación más sufrida, sobre todo en el tramo final, encarnando a Eva, una documentalista que se une al proyecto para grabarlo todo.
“No tenéis ni idea de lo que habéis hecho… pero lo vais a saber” (Zoe)
En conclusión.
Termino esta crítica de El efecto Lázaro, un film que parte de una premisa, ambientación y temáticas que podrían haber dado mucho juego. Sin embargo, su corto presupuesto limita claramente la producción. Al final sólo queda para pasar una curiosa tarde noche. En cualquier caso, y por lo diferente de su papel, creo que puede quedar recomendada para los fans más completistas de Olivia Wilde.
Tráiler de El efecto Lázaro
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De hecho, Slater fue colega de Trank antes de sus problemas entre ambos que le hicieron separse profesionalmente.