Al límite del riesgo
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“Solo tú tienes acceso a esta caja. Por lo tanto, pueden haber ocurrido dos cosas: O volvemos a estar juntos… como debimos estar siempre, como una familia. O yo estoy muerto. Si es así, no te fíes de nadie. Sé que eres un gran tirador, por eso te dejo un regalo: tu preferido. Tú, mi hermano, me hiciste recordar que tenía otra oportunidad. Y decidí dejar la mafia. No me puse en contacto contigo porque todo lo que toco en este mundo se vuelve venenoso. Eres mi único amigo. Bendito seas”. Ringo Lam presenta al Jean-Claude Van Damme más despiadado e imparable en ‘Al límite del riesgo’.

“En menos de 56 horas ese banco de Niza abrirá su caja fuerte y saldremos todos en el New York Times. Y si eso ocurre… nos pasaremos el resto de nuestra vida preguntándonos cómo coño lo hemos hecho tan mal. Cojan al hermano. No tenemos elección. ¡Ah! muchachos… y a este no le maten. Dudo que fueran trillizos” (Superior FBI)

Crítica de Al límite del riesgo

La cinta que hoy nos ocupa fue la primera producción protagonizada por Jean-Claude Van Damme tras rechazar la renovación automática de su contrato con Universal para tres películas más. Un contrato que lo situaba entre los mejores pagados de Hollywood a finales de 1995. El estudio ofrecía a Van Damme una gran subida de sus emolumentos. El astro pasaría de los 8 “kilos” que se llevó por Street Fighter: La última batalla (Steven E. De Souza, 1995) hasta los 15 millones de dólares por película y libre elección de director. Por su parte, el belga se descolgó pidiendo 25 millones “como Jim Carrey”. Así las cosas, Universal le cerró la puerta después de rechazar la definitiva contraoferta de 18 millones por film.

En aquel tiempo, Van Damme era un actor con varios éxitos de taquilla importantes. Sin embargo, su fama de egocéntrico, y difícil en los rodajes, le llevó a acabar firmando con Sony/Columbia Pictures por un sueldo por debajo de los ofrecidos por Universal. Así fue cómo acabó protagonizando ‘Al límite del riesgo’ y dos largometrajes más. Otros dos films donde el astro europeo tendría libertad para modificar los guiones a su antojo, elegir a su coprotagonista y decidir el director.

En ‘Al límite del riesgo’ todo pintaba idílico. La película fue rodada entre Canadá, París, Marsella, Niza y Nueva York. En principio, desde enero hasta abril de 1996, se la conoció bajo el título de ‘Bloodstone’. Posteriormente, en postproducción, acabó mutando al definitivo ‘Maximum Risk’ original. Van Damme reclutó personalmente al “Martin Scorsese asiático” ¡Ringo Lam! Además, contó con un libreto obra del reputado guionista Larry Ferguson. Este último ofreció un script con cierto potencial dramático y alma de thriller policíaco.

El estreno en grandes salas de Estados Unidos tuvo lugar el 13 de septiembre de 1996. Y terminó llevándose un monto de solo 14 millones en el Box Office USA, para una inversión estimada en 25 millones. El varapalo de público hizo que la carrera de JCVD quedará tocada de ahí adelante. Al final acabaría desembocando, tan sólo dos años después, en el directo a video con ‘Soldado de fortuna’ (Peter MacDonald, 1998).

Ringo Lam no era ningún principiante en la dirección… por mucho que este film fuera su debut tras las cámaras en Hollywood. Hablar de Lam es hablar de uno de los cineastas que mejor supo plasmar la violencia visceral en el cine asiático. Un tipo de director nada parecido al mucho más espectacular John Woo, al que Van Damme llevó hasta Norteamérica en 1993 con la imprescindible Blanco humano’. Quizá ese hecho jugó en contra de ‘Al límite del riesgo’, puesto que se vendió a Lam como un nuevo John Woo ¡Y ni mucho menos sus estilos eran parecidos!

Buscado por el propio Lam, o impuesto por Van Damme, queda el guiño de la escaramuza en el callejón con una coreografía muy parecida al estilo de la pelea de la cafetería que abría la veda de los combates en ‘Blanco humano’, pero ya dejando claro que con Lam en la dirección todo iba a ser más seco y con menos concesiones al espectáculo puro y duro.

El gran protagonista no podía ser otro que Jean-Claude Van Damme. Un Van Damme en el apogeo físico de su carrera y demostrando, después de casi una década en el candelero, que tenía aptitudes interpretativas. Aquí tiene un doble papel aunque casi de perfil único, puesto que el hermano ruso es ventilado en los primeros minutos de metraje sin decir ni una palabra… Van Damme entrega un rol de policía y ex-francotirador del ejército francés decidido a vengar la muerte de su hermano, cueste lo que cueste. Sin duda, Ringo Lam sacó lo mejor del belga en todas sus colaboraciones. Aquí se nota que contaron con grandes medios y una historia que se adaptaba plenamente al gusto y potencial del astro belga.

La segunda de a bordo fue Natasha Henstridge como Alex. La actriz fue elegida por el propio Van Damme para que fuera su coprotagonista tras su presentación mundial en Species (Roger Donaldson, 1995). Aunque tópico hasta la saciedad, el de Natasha es un buen papel de mujer endurecida. Por supuesto no escapa a la inevitable escena de amor con Jean-Claude… Del lado correcto de la ley, aparte de ella, solo hallaremos a Jean-Hugues Anglade (Sebastien), un antiguo compañero de Alain en la policía. Sin olvidar tampoco el flipado rol de taxista aspirante a novelista a cargo de Henry Gomez.

Como mafiosos de cajón tenemos a un muy convincente Zach Grenier (Ivan), David Hemblen (Dimitri) y Dan Moran (Yuri). Por su parte, Paul Ben-Victor y Frank Seger son dos sabuesos algo despistados del FBI. Y, finalmente, el rol de rival físico de Van Damme lo asume una imparable apisonadora humana como era Stefanos Miltsakakis.

“¡Coge número!” (Alain)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Al límite del riesgo, un contundente, rescatable y bastante áspero thriller de acción con toques dramáticos y de cine de venganzas. Van Damme entregó la mejor interpretación de su carrera en aquel momento, pero tristemente fue su punto de no retorno debido a su fracaso en cines USA.

Tráiler de Al límite del riesgo

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