Gremlins
Estamos en Navidad y Rand Peltzer es un obstinado inventor que busca un buen regalo para su hijo Billy. Esta búsqueda le llevará a una pequeña tienda oriental en dónde se encaprichará de una extrañísima criatura con forma de peluche entrañable. Para hacerse con ella llegará a ofrecer 200 dólares que el anciano vendedor rechazará... Sin embargo, su joven nieto movido por la necesidad terminará por aceptar y a escondidas de su abuelo venderá al Mogwai (así es como llaman a esta adorable mascota) a Rand Peltzer. Eso sí le dará tres reglas de oro sobre su cuidado: “Que no le de la luz”, “que esté lejos del agua” y “que nunca nunca se le dé de comer después de medianoche”. Cuando estas reglas sean rotas de forma accidental los problemas habrán comenzado...
«Amigos, permítanme que me presente, mi nombre es Peltzer, Rand Peltzer…Soy ese de la esquina, soy inventor y tengo una historia que contarles. Si, ya lo sé, todo el mundo tiene una historia que contar, pero nadie tiene una como esta…».
«Que no le de la luz brillante. Odia la luz sobre todo la del sol, le mataría”.
Valoración:
El trío mágico del entretenimiento cinematográfico que tantos buenos e interesantes momentos de evasión y ocio nos han hecho pasar a lo largo de los años, me refiero por supuesto a: Steven Spielberg, Frank Marshall y Kathleen Kennedy, produjeron en los 80 esta mítica película que Joe Dante dirige con gran acierto. Y es que, ‘Gremlins’ para los que crecimos en aquella época es una película mítica, mágica, divertida, fantástica… Una película que cuando la ves siendo un niño te gana por su “magia” y cuando la vuelves a ver siendo un adulto no haces sino confirmar que no ha perdido nada de ese espíritu que te hizo quererla cuando eras pequeño.
El film recoge el miedo que siempre han tenido ciertos sectores norteamericanos a los duentes malignos o gremlins (tal y como se les llama en la película). La cinta además es una «fiesta del cine» ya que viene repleta de guiños a otras grandes cintas de todos los tiempos como fueron: ‘E.T.’, ‘La invasión de los ultracuerpos’, ‘Planeta prohibido’, ‘Blancanieves y los siete enanitos’ o el propio ‘Indiana Jones’… Guiños en forma de muñecos, robots, carteles o simplemente imágenes de las citadas películas. Esto hace que cada nuevo visionado de ‘Gremlins’ se convierta también en una búsqueda de nuevos homenajes a películas o incluso cómics como ‘Conan el bárbaro’, y también a héroes del cine como el legendario Clark Gable que será aquí el héroe de Mogwai/Gizmo.
En el campo de las interpretaciones destacan Zach Galligan y Phoebe Cates, como la joven pareja del film que tendrá que unirse para salvar al pueblo de Kingston Falls de la locura y caos que se desatará cuando las reglas del cuidado de Gizmo sean vulneradas de forma accidental. Y es aquí dónde entrarán en juego los verdaderos protagonistas del film: los gremlins, una especie de monstruitos/duendes de tamaño medio y aspecto horrible que se convertirán con su líder Stripe a la cabeza en los verdaderos amos del film con un trabajo de efectos especiales fabuloso para la época.
El otro gran protagonista al margen de los gremlins es Gizmo/Mogwai (me gusta llamarlo Mogwai). ¿Qué podemos decir de esta criatura?… Pues que realmente es adorable. ¿Quién no ha querido al ver la película tener uno en su casa?… yo de hecho tengo uno… y procuro cumplir las normas. Una criatura que conquistó el corazón de todos aquellos que lo conocimos en nuestra infancia llevados al cine por nuestros padres.
En conclusión:
Hay películas de las que es mejor hablar desde el sentimiento y sensaciones que nos produjeron obviando otros apartados más técnicos y «profesionales», ‘Gremlins’ es una de ellas. Si todavía no la has visto, no tardes en hacerlo y déjate atrapar por su magia, la recordarás toda tu vida. Una maravillosa película para ver sobre todo en Navidad y que nos dio a conocer a Gizmo, y a Stripe y sus sicarios… Personajes ya icónicos e inolvidables de una fantástica época de cuando el cine era pura magia para los infantes que como yo nos sentábamos en sus butacas dispuestos a conocer fantásticas y fabulosas historias… como esta.
“Lo que nunca debe olvidar… que por mucho que llore, por mucho que suplique…nunca nunca debe comer después de medianoche”.
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