El escuadrón suicida
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James Gunn irrumpe en Warner Bros y DC Cómics dejando claro que nadie puede ponerle límites a sus excesos. Para ello recluta a Harley Quinn, Rick Flag, Bloodsport, Polka-Dot Man, Ratcatcher 2 y King Shark. Separados son unos parias más de la prisión de Belle Reve, pero bajo la dirección de Gunn son ‘El escuadrón suicida’.

“Cada miembro del equipo ha sido elegido por sus habilidades únicas” (Amanda Waller)

Crítica de El escuadrón suicida

En 2016, David Ayer estrenaba para Warner Bros el filmEscuadrón Suicida basado en los antihéroes de los DC Cómics. La película amasó en la taquilla mundial casi 747 millones de $. Sin embargo, nadie pareció quedar satisfecho. La crítica y un buen número de espectadores terminaron cargando contra ella. Incluso, pasado un tiempo, el propio David Ayer acabó por renegar del film. Y lo hizo aprovechando la ola en favor de Zack Snyder y su versión restaurada de Liga de la Justicia’. Ayer también quería su propio corte del director.

En relación con los hechos descritos en el párrafo anterior, en la WB decidieron contratar a James Gunn, que había sido expulsado de Marvel Studios/Disney por pasados, y muy polémicos, “tuits”. Ya en la Warner, a Gunn le encargaron la realización de una nueva película sobre los antihéroes de DC. Y, para no repetir errores pasados, le dieron total libertad creativa más un presupuesto alto para hacer lo que quisiera. Y así llegó ‘El escuadrón suicida’, un film sobre el que se debatió mucho sobre si sería una secuela o un reboot de la cinta de David Ayer. Hasta el propio Gunn intervino en el debate afirmando lo siguiente: “No es una secuela directa ni un reinicio de la primera película. Es lo que es”.

Tomando las palabras de James Gunn, y una vez vista la película, se puede afirmar que el director y guionista no mintió. ‘El escuadrón suicida’ no es un reinicio pero tampoco una continuación directa de ‘Escuadrón suicida’. Bien puedo decir que el film sencillamente es un nuevo reclutamiento forzoso y una nueva misión para un nuevo grupo de parias de los DC Cómics. La relación con el film precedente la encontramos en personajes que repiten misión y que ya se conocen entre ellos, tal y como queda claro cuando los vemos saludarse. Este sería el caso de Harley Quinn, Capitán Boomerang y Rick Flag. También tenemos de regreso a Amanda Waller, pero ya sabéis que ella es muy dura y no saluda a nadie o a casi nadie.

Como expuse anteriormente, James Gunn ha contado aquí con total libertad creativa y eso se nota muchísimo. La película no es otra cosa que la exhibición del máximo gamberrismo al que está dispuesto a llegar el realizador lejos de las ligaduras de Disney. Esto hace que cinematográficamente hablando la cinta tenga poco valor por su “simpleza” a todos los niveles. Sin embargo, los fans de Gunn y sus trademarks se van a divertir como locos. Los chistes sobre pollas y sexo, las referencias al mundo del cómic, las muertes brutales tipo Troma, la ironía y el sarcasmo alcanzan límites muy altos. Por no hablar del grado de frikismo que abrazan los protagonistas. Ya lo dice el propio tráiler del film: “De la mente maravillosamente retorcida de James Gunn”. Poco más qué decir…

Cuando hablo de la “simpleza” de la película me refiero a que no podemos esperar grandes cosas a nivel argumental. El guión, y el film, es lo que es. Una especie deLos mercenarios (Sylvester Stallone, 2010) con personajes estrambóticos y llevada mucho más allá. En consecuencia, lo que se nos ofrece es una trama en la que un grupo de freaks van cosiendo a tiros a todos aquellos militares que se cruzan en su camino. Se llega a tal extremo que Peacemaker y Bloodsport van compitiendo por ver quién finiquita al mayor número de esbirros con el mejor estilo posible. Así las cosas, es imposible creerse ni tomarse nada en serio. Simplemente queda sentarse y ver cómo los cadáveres se van amontonando en un festival grotesco y gore.

No obstante lo anterior, sí que es cierto que podemos apreciar un cierto trabajo de los personajes que quedan casi todos ellos bien perfilados. En este sentido, es fácil empatizar con Ratcatcher 2, encariñarse con King Shark o calar a Peacemaker y Bloodsport. Incluso a Gunn le basta una sola frase para convertir al mismísimo Starro en una víctima inocente. Irónicamente, en ‘El escuadrón suicida’ vuelve a suceder lo mismo que en ‘Escuadrón suicida’. En ambos films nos encontramos con buenos personajes que se mueven en una trama escrita en una servilleta de papel de bar.

La película opta por la comedia de acción desenfrenada y a eso se pliega la dirección de James Gunn. A nivel de filmación todo alcanza niveles muy altos con acción estupendamente rodada. ‘El escuadrón suicida’ presenta una gran set-piece en el clímax con un “kaiju” incluido, estupendas peleas uno contra uno ejecutadas como Dios manda y tiroteos filmados como si fueran una obra de arte moderno (me refiero a la secuencia de Harley Quinn). En todos estos aspectos el film es top… tema diferente es que, como ya expuse antes, no nos podamos creer nada por el propio tono aplicado al conjunto.

En cuanto al reparto, del primer escuadrón regresan: Jai Courtney que es un visto y no visto como Capitán Boomerang, Joel Kinnaman y Viola Davis que siguen mostrando gran porte y autoridad como Rick Flag y Amanda Waller. Y, finalmente, también vuelve Margot Robbie con escenas especialmente preparadas para el lucimiento de su alocado personaje: la inimitable Harley Quinn.

Entre los nuevos reclutas hay que detenerse obligatoriamente en Idris Elba y John Cena. Ambos están sensacionales en sus roles de Bloodsport y Peacemaker. La rivalidad que establecen y cómo cada uno lleva a su personaje es de aplaudir. Elba ya sabemos de lo que es capaz… pero a Cena hay que darle el mérito que merece puesto que su progresión cinematográfica es impecable. Esto es algo que ya ha quedado patente en otras producciones recientes comoBumblebee (Travis Knight, 2018) yFast & Furious 9 (Justin Lin, 2021). Por si fuera poco, en Peacemaker ha encontrado un personaje que le sienta como un guante. Quiero más de John Cena, pero ya como protagonista de un film de acción top. Bautista a su lado vale poco o nada y Dwayne Johnson ya puede empezar a llevar cuidado.

Del resto del elenco me llegó bastante Daniela Melchior como Ratcatcher 2, un papel entrañable que sube más por su trasfondo con Taika Waititi (Ratcatcher 1) y la ratita que la acompaña. También entrañable resulta Sylvester Stallone prestando su voz a King Shark. En su caso, Sly logra dotar de un aire tremendamente infantil e ingenuo a una criatura capaz de tragarse a un hombre entero o partir a otro por la mitad. Por su parte, David Dastmalchian pese a su atuendo freak transmite tristeza al ver como su Polka-Dot Man es un hombre con traumas infantiles. De los buenos también hay que citar a Alice Braga en un rol de esos que tan bien se le dan. Encarna a la dura guerrillera Solsoria.

Con respecto a los villanos estamos en lo de siempre. No valen nada. El más destacado es Peter Capaldi por su maquillaje de Thinker. Puro cliché son Juan Diego Botto y Joaquín Cosio, que interpretan a los típicos militares y políticos sudamericanos que odian a los norteamericanos. Y ya, terminando, del resto del casting no esperéis gran cosa. Intérpretes como Michael Rooker, Nathan Fillion, Mayling Ng y Sean Gunn son mera carnaza… y Storm Reid sólo sale para enfadarse con Idris Elba.

“Vamos a morir todos” (Bloodsport)

En conclusión.
Termino esta crítica de El escuadrón suicida, una producción que como película tiene un valor cuanto menos discutible. En cambio, como comedia gamberra “made in James Gunn” ofrece todo lo que se espera y más: diversión y acción sin censura, freaks desatados y hasta John Cena en calzoncillos blancos… El hecho de optar por su visionado dependerá de lo que cada tipo de espectador busque. Y si deciden verla recuerden lo que decía el mayordomo del anuncio de Nuevo Tenn: “el algodón no engaña”.

AVISO: Hay dos escenas post-créditos. Una al principio de todo y la más trascendente al final de todos los créditos.
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Tráiler de El escuadrón suicida

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