La lista final: Temporada 1
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Antoine Fuqua y Chris Pratt nos traen a un héroe curtido en la guerra. Un soldado dispuesto a todo para vengar a los suyos, desenmascarar la verdad y mandar a los responsables bajo tierra. Hoy vamos a conocer a James Reece, un antiguo SEAL que llegará hasta el final. Desde aquí os advertimos que no os crucéis en su camino porque os pondrá en ‘La lista final’.

“No te cruces en mi camino o acabarás en mi lista” (James Reece)

Resumen.
A continuación, una breve descripción-sinopsis de los ocho episodios que componen la temporada 1 de ‘La lista final’. Esta serie fue vista en exclusiva a través de Amazon Prime Video. Los resúmenes se presentan con sus títulos en español y sin importantes destripes.

Episodio 1: El Anagrama.
Después de una desastrosa operación para acabar con un terrorista sirio, el SEAL James Reece regresa a casa. Sin embargo, sus recuerdos contradicen la versión oficial de la misión. Nada cuadra y Reece duda enormemente. Por si fuera poco, el reciente suicido de un compañero de armas le hace sospechar todavía más de lo realmente sucedido.

Episodio 2: Codificación.
Reece está dispuesto a llegar hasta el final cuando se le aparece el primer objetivo de su lista. Mientras tanto, la periodista Katie Buranek empieza a encontrar contradicciones en la investigación del NCIS sobre los recientes sucesos.

Episodio 3: Consolidación.
Reece sospecha que hay una siniestra conspiración detrás de la fallida operación y añade otro nombre más a su lista. Por otra parte, en Washington, la secretaria de defensa plantea reformas para evitar el estrés postraumático en los soldados de operaciones especiales. Finalmente, Buranek ahonda en la investigación que tiene entre manos.

Episodio 4: Desapego.
Con ayuda de sus antiguos compañeros, Reece viaja hasta México para su siguiente objetivo: un sicario de los carteles. Katie consigue más información sobre Capstone y su presidente, Steve Horn, que anda detrás de un acuerdo millonario. Y, por otro lado, el FBI entra en acción con el agente Layun a la cabeza para encontrar y detener a Reece por asesinato.

Episodio 5: Alteración.
Horn termina en el punto de mira de Reece. Por su parte, Layun se prepara para proteger a Horn con la esperanza de detener a Reece. Mientras tanto, Katie acude a una fuente para descubrir más sobre el proyecto de Nubellum y sus conexiones con el Pentágono.

Episodio 6: Transitoriedad.
Acorralado, y sin sus medicamentos, Reece está en una posición vulnerable, pero aun así está dispuesto a cumplir su misión sin causar ninguna baja entre sus perseguidores.

Episodio 7: Extinción.
Reece prepara su próximo movimiento contra los siguientes objetivos de su lista en un entorno complicado. Katie indaga sobre la “Operación Espada de Odín” y descubre preocupantes conexiones con a las altas esferas de Washington.

Episodio 8: Reclamación.
Reece se prepara para llevar a cabo su plan contra el último objetivo de su lista. El FBI es retirado del caso desconcertando a Layun. Por último, Katie tiene una charla con el último conspirador que intenta justificar sus acciones.

Crítica de La lista final: Temporada 1

Parece que, en los últimos tiempos, Amazon se ha subido al carro de los fostiadores y vengadores militares. Primero fue la adquisición de los derechos deSin remordimientos (Stefano Sollima, 2021), la adaptación de la novela de Tom Clancy protagonizada por Michael B. Jordan. El segundo en sumarse a filas fue el mostrenco de Alan Ritchson en la primera temporada de ‘Reacher’ (2022), que adaptaba uno de los libros de Lee Child. Y ahora, para rematar la faena, David DiGilio versiona la primera novela de Jack Carr bajo el título original de ‘The Terminal List’. Esta serie sigue al SEAL James Reece en su camino de venganza descubriendo una conspiración a nivel gubernamental. El telón de fondo es una operación fallida en Oriente Medio para cazar a un terrorista. En la referida misión, Reece tenía que haber muerto junto a todo su pelotón.

‘La lista final’ es un thriller que mezcla el nivel conspiranóico de Tom Clancy con un protagonista duro como el Reacher de Lee Child. Eso sí, sin los one-liners de Reacher y sumado un nivel de venganza que puede recordar a Frank Castle. El resultado final es muy sólido. Estamos ante una serie (que adapta solo el primer libro de Carr) que va de menos a más. Como bonus contamos con un Chris Pratt que se aleja, muy notoriamente, de algunos de sus roles más ligeros. Su James Reece es un hombre que lo ha perdido todo. Un tipo dolorido y que está dispuesto a llegar hasta el final para hacer que los responsables lo paguen… y, a ser posible, queden enterrados.

Personalmente me sorprende que, nada más salir la serie, gran parte de las opiniones hayan sido cuanto menos malas. Varios espectadores la han calificado como una serie aburrida y fallida en sus intenciones. Por mi parte, no comparto estos calificativos ni remotamente. Creo que lo mejor de ‘La lista final’ es no perder el ritmo en ningún momento después de su primer capítulo (el dirigido por Antoine Fuqua y el más errático a nivel narrativo). La serie va de cero a cien, alternando entre la trama de venganza de Reece con las pesquisas de investigación de Katie Buranek, una periodista que sabe que detrás de la operación que costó la vida de todo el pelotón de Reece algo se hizo mal.

Estamos hablando de una ficción con varios directores y no se siente inconexa. Incluso tiene a su favor una planificación muy competente. Los mejores capítulos son los dirigidos por Frederick E.O. Toye y Sylvain White. En el caso de Frederick destaca con el capítulo cuarto con una gran set-piece ambientada en México, siendo también este capítulo el más intenso y emocional. Por su parte, Sylvain dirige el sexto como un homenaje homenaje aAcorralado (Ted Kotcheff, 1982) con Reece escapando de las autoridades por las montañas. También destaca su labor en el octavo con un clímax final asaltando una mansión en las Islas Orcas que es digno de una película de gran presupuesto.

Desde un punto de vista técnico no se han reparado en gastos en cuanto a secuencias de acción se refiere. En este apartado puedo destacar la tremebunda emboscada en el capítulo uno, o las ya citadas set-pieces del cuarto y sexto episodios. La fotografía de Armando Salas y Evans Brown mantienen el tono grisáceo y realista durante los ocho capítulos. Y todo ello acompañado de la bruta partitura de Ruth Barrett, que dota a la serie de una carga tensa y dura en lo que concierne a sus secuencias más viscerales, pero que cuanto toca lo emocional también sabe salir airosa.

En el reparto sobresale Chris Pratt como James Reece. Para mi sorpresa, estamos ante el rol más diferente de su carrera. Interpreta a un hombre que lo ha perdido todo y que está dispuesto a todo con tal de culminar su lista de venganza personal. Eso sí, sin acabar con vidas civiles que no tienen nada que ver con su vendetta personal. James Reece es un tipo duro, parco en palabras y de rostro apesadumbrado. No escupe one-liners, pero tampoco se inmuta a la hora de finiquitar a sus objetivos… Pratt se entrega así a un personaje que hará las delicias de los que nos molan los fostiadores ochenteros.

Para ayudarle con su misión le acompaña su antiguo compañero de armas, Ben Edwards, metido ahora en la “agencia”. Este rol va para un melenudo y tatuado Taylor Kitsch. El actor da el pego total y absoluto de antiguo militar reinsertado en agencias de inteligencia. También destaca Liz, interpretada por Tyner Rushing, ex-piloto de las fuerzas aéreas y amiga de Reece. Liz le acompañará en los tres episodios centrales de la temporada. Cerrando el círculo de aliados tenemos a Marco Rodríguez como Marco Del Toro, un antiguo amigo del padre de Reece que lo acompañará en sus fatigas por tierras mexicanas. Y ya en un plano más emocional comentar las pocas aportaciones de Riley Keough y Arlo Mertz como la mujer y la hija de Reece. Ambas actrices dotan de un trasfondo dramático al antihéroe en varios episodios a lo largo de la temporada.

Dejando al margen a Pratt y aliados, hay una parte de la trama periodística que encabeza Constance Wu en su papel de Katie Buranek, antigua reportera de guerra y ahora reconvertida en periodista de investigación. Katie se da de bruces con “el caso Reece” viendo como el tema va a mayores con altas esferas implicadas… Esta narrativa se ha llegado a considerar lo peor de la serie, pero yo la veo como un buen complemento junto a la parte principal de venganza de Reece. Además, ambos argumentos se cruzan en no pocos momentos. Otro hilo colgando es el que sigue a Layun, un agente del FBI interpretado por JD Pardo. El federal sigue de cerca los pasos de Reece con la esperanza de poder atraparlo. Sin duda, esta subtrama nos recuerda al Sam Gerard de Tommy Lee Jones en El fugitivo (Andrew Davis, 1993).

En el bando de los malnacidos que quieren acabar con el personaje de Chris Pratt, las dos cabezas más visibles son las de Jai Courtney y Sean Gunn. El primero es Steve Horn, un empresario millonario adicto al ejército y tatuado hasta arriba. El segundo es Saul Agnon, la mano derecha de Horn en sus negocios más sucios y deplorables. Y ojo al resucitamiento de Nick Chinlund como el almirante Pillar, el superior de Reece en los SEAL. Por último, mencionar la poderosa presencia de Jeanne Tripplehorn como Hartley, la secretaria de Defensa que quiere cambiar las cosas para aquellos que dan la vida por su país.

En conclusión.
Termino esta crítica de La lista final: Temporada 1, una ficción que nos retrotrae a aquellos tiempos de militares cabreados y fostiadores dispuestos a enterrar a todos los malosos. Se notan las formas del thriller de Tom Clancy con algunas gotas de Jack Reacher. El show está firmado con buen pulso y bien interpretado por un casting sólido encabezado por un Chris Pratt que puede estar ante uno de sus mejores papeles. Sin duda, ‘The Terminal List’ hará las delicias de los que nos gusta el género.

Imágenes: Prime Video.

Tráiler de La lista final

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