Un plan perfecto
Harry Dean es un especialista en Arte que trabaja para Lionel Shahbandar, un despótico y egocéntrico multibillonario inglés al que decide dar una lección. Para ello elabora un plan con el fin de engañarle con un preciado y falso cuadro de Monet titulado ”Almiares al atardecer”. Pero, para ejecutar su farsa, Harry necesitará la ayuda de su viejo amigo “El comandante” Wingatey y de PJ Puznowski, una pueblerina tejana campeona de rodeos. (Cineycine).
Un especialista en Arte, un viejo militar metido a falsificador y una vaquera campeona de rodeos elaboran un plan para timar a un tiránico multibillonario. Es el momento de ejecutar… ‘Un plan perfecto’.
“Tengo un plan” (Harry Deane)
Crítica de Un plan perfecto
‘Un plan perfecto’ comienza con unos divertidos y simpáticos créditos animados que nos sirven de presentación a los personajes del film, y del rol que estos van a desempeñar en el mismo. Este “comienzo animado” me recordó, por ejemplo, al de aquella inolvidable y divertida película de los 80 titulada ‘Maniquí’ (Michael Gottlieb, 1987). A continuación, y en menos de 5 minutos, el director Michael Hoffman nos sitúa plenamente en la historia. El resto de un ajustado, y agradecido, metraje de unos 90 minutos resultan una simpática y clásica diversión.
Conviene aclarar que este film es una especie de remake de la película ‘Ladrona por amor’ (Gambit). Hablamos de una cinta dirigida por Ronald Neame en 1966 con Shirley MacLaine y Michael Caine como principales protagonistas. A este respecto, el director Michael Hoffman afirmó: “No estoy familiarizado con el film original. Todo lo que las dos versiones tienen en común es que ambas tratan sobre un hombre con un plan”. Sin embargo, el veterano productor Mike Lobell quedó tan encantado con ‘Ladrona por amor’ que contrató a los famosos hermanos Coen (Joel y Ethan) para escribir un nuevo guión de la misma historia. Y, básicamente, así es como ‘Gambit’ regresó a la gran pantalla.
Un servidor lo pasó bastante bien con esta graciosa comedia que tiene momentos realmente muy divertidos. Momentos en los que se mezclan situaciones casi imposibles… con otros de enredos francamente graciosos. Así las cosas, la cinta puede provocar más de una sonrisa e incluso alguna que otra carcajada entre los espectadores que se decidan a verla. Personalmente me quedo con todos los sucesos que acontecen en el Hotel Savoy porque resultan divertidos a más no poder. Creo que las palabras del anteriormente citado Mike Lobell definen muy bien lo que ofrece esta película: «Esta es una comedia clásica, sofisticada y extravagante con un gran reparto».
Además de lo divertida y amena que me resultó la cinta, cabe decir que la misma cuenta también con unas actuaciones francamente graciosas de todo el reparto que interviene en la historia. Especialmente destacada es la labor de la pareja formada por Cameron Diaz y Colin Firth con el aporte del mismísimo Alan Rickman. ¡Vamos con ellos!
Colin Firth y Cameron Diaz interpretan a Harry Dean y PJ Puznowski. Harry es todo un gentleman inglés especializado en Arte. Harto de su tiránico jefe idea un plan para “darle gato por liebre”. Y ahí es donde entra en juego PJ Puznowski, una campeona de rodeo de Texas que para nada está habituada a las finuras de la capital inglesa… La pareja formada por Firth y Diaz es uno de los puntos fuertes del film. Ambos derrochan simpatía y gracia para con el espectador. Colin Firth se muestra como un auténtico y educado caballero, mientras que Cameron Diaz se exhibe en pantalla con su jovialidad, chispa y alegría habituales. Ni que decir tiene que Cameron se lo pasa en grande como la vaquera PJ Puznowski. Personalmente conecté rápidamente con esta simpática y opuesta pareja.
En el reparto de secundarios del film hay que hacer mención especial a un genial Alan Rickman. Aquí se dejó llevar por el divertido tono de la propuesta dando vida a esa lagartija tiránica y egocéntrica que es Lionel Shahbandar. ¡Atención a cuando se pasea desnudo por su despacho! También aparece un simpático y caricaturesco Stanley Tucci. Finalmente, y acompañando al plan de Colin Firth y Cameron Diaz, tenemos al veterano actor Tom Courtenay que cumple sobrada y agradablemente con su papel de “El comandante” Wingate, un ex militar metido ahora a falsificador.
“Si quieres la pareja te tengo cogido por los cataplines” (PJ Puznowski)
En conclusión.
Culmino ya esta crítica de Un plan perfecto, un film con innegables toques clásicos, momentos extravagantes, situaciones cómicas y un agradecido metraje standard de 90 minutos. Pienso que es un simpático plan para pasar una agradable, entretenida y, por momentos, divertida tarde-noche sentado en el sofá de casa.
Tráiler de Un plan perfecto
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