Toy Story 4
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Josh Cooley: “Creo que tengo un punto de vista interesante porque no trabajé en ninguna de las películas anteriores. Me incorporé como un simple fan. Para mí, los personajes de ‘Toy Story’ se han convertido en parte del vocabulario del cine”. Llegó el momento de reencontrarnos con nuestros juguetes favoritos y, quizás, de decirles adiós de manera definitiva. Es hora de volver a jugar con ‘Toy Story 4’.

“Se llama fidelidad… algo que un juguete perdido no entiende”.-Woody.

Crítica de Toy Story 4

Josh Cooley es el nuevo director de ‘Toy Story 4’, de hecho, estamos ante su ópera prima. Anteriormente había destacado en el corto ‘¿La primera cita de Riley?’, la jovencita protagonista de Del revés (2015). Cooley nos presenta así su película: “Toy Story 3 fue el final de la historia de Woody con Andy. Pero cada final es un nuevo comienzo. Woody ahora está en una nueva habitación, con nuevos juguetes y una nueva niña”.

La trama del film prácticamente se limita a repetir esquemas clásicos de la franquicia con algunas novedades importantes y trascendentes. Así pues, básicamente volvemos a tener entre manos un problema grave que afrontar y un rescate que ejecutar. En este sentido, ‘Toy Story 4’ no descubre la rueda y se aferra al dicho: “Si no está roto… ¡no lo arregles!”.

La novedad más importante es retomar a Bo Peep y darle la importancia que nunca tuvo. Si recordamos, Bo Peep ya no apareció en Toy Story 3 (2010) y la única referencia hacia ella fue tan sólo una frase. A esto se agarran los guionistas para ofrecer lo novedoso de la trama. Aquí nos contarán cuál fue el destino de Bo. Además, la veremos coprotagonizar la nueva aventura al lado de Woody. De este coprotagonismo saldrán importantes y maduros debates. Aquí se pondrán sobre la mesa valores como la fidelidad pero también se hablará de la necesidad de adaptación y cómo afrontar el futuro cuando ya no eres “una estrella”.

Otra novedad destacada de la historia y la película es la presentación de un nuevo “juguete”, Forky. Hablamos de un muñeco construido a base de “basura” que será el detonante de la nueva odisea. Al margen de esto, introduce en el film un tema tan trascendente como es la búsqueda de la identidad propia y lo que decides ser. Ambas cosas deberá resolverlas Forky con ayuda de Woody.

Volviendo a las películas anteriores, hay algo que la trama de ‘Toy Story 4’ no consigue. Me refiero a dar importancia a todos los juguetes y a una sabia combinación entre los viejos y los nuevos. Esto es algo que, más que menos, siempre se había hecho y que en esta nueva entrega no funciona. En esta película, los nuevos juguetes chupan mucha cámara y algunos prácticamente no aportan nada más que chistes, tal es el caso de Bunny y Ducky. Por el contrario, amigos clásicos como Rex, Mister Potato o Slinky quedan como meros figurantes. No hay equilibrio. Entiendo que los nuevos amigos tengan que tener sus minutos… pero sin despreciar a los viejos. Basta con mirar al pasado y ver cómo este elemento siempre estuvo equilibrado.

En el terreno de la animación ‘Toy Story 4’ roza la perfección. No sólo se mantiene el gran trabajo ya exhibido en la tercera entrega, sino que se lleva más allá. Resulta alucinante el nivel de realismo que la película alcanza en según qué personajes y escenarios. Por ejemplo, Bunny y Ducky lucen como si fueran peluches auténticos, la muñeca Gabby Gabby es un prodigio y el gato de la tienda de antigüedades parece real. Sin olvidar detalles como el tono de porcelana de Bo Peep, o la fabulosa y suave elipsis que nos lleva del final de ‘Toy Story 3’ al comienzo de estas nuevas aventuras.

Ahora bien, de todos los logros animados hay que resaltar la tienda de antigüedades. Hablamos de un descomunal logro “hiperrealista”. En verdad parece que estuviéramos en una tienda física con sus lámparas, polvo, cableado,… ¡Alucinante! Igual de alucinante resulta la feria y su iluminación. Todo aquel que sea fan de la animación está obligado a ver el film y a tomar nota. Amén de que tanto la feria como la tienda están repletas de “easter-eggs”.

“Hay un amigo en mí”. La tienda.

Respecto a los protagonistas decir que la clásica pandilla queda muy tapada. Dejando al margen a Woody, los únicos que hacen algo son Buzz y Jessie. Ambos llevan nuevamente las voces de Tim Allen y Joan Cusack. Respecto a Woody aka Tom Hanks, decir que vuelve a ser el protagonista de la aventura. A su lado regresa Bo Peep, con la voz de Annie Potts, convertida ahora en toda una jefa y muñeca superviviente. Bo vive sin dueña ni más normas que las suyas. En cierta manera, la suya es una evolución lógica. Ahora bien, es muy claro su utilización para representar la nueva ola de feminismo reinante. Bo resulta perfecta en todo y no comete errores… en cambio, Woody presenta dudas e imperfecciones. Precisamente esto lo hace más “humano” y por eso lo queremos tanto hoy como ayer.

La fórmula del muñeco malvado utilizada en la segunda y tercera parte se retoma en esta cuarta entrega. No obstante, ya no hablamos de un villano sino de una villana, la muñeca Gabby Gabby. Ahora bien, no estamos ante una malvada al uso… de hecho, ni tan siquiera la podríamos calificar como tal. Simplemente es un juguete que, por causas importantes, se “descarrió” y ahora busca una oportunidad. En la versión original su voz es la de Christina Hendricks. Al igual que Lotso en ‘Toy Story 3’, Gabby Gabby también tiene un esbirro gigante y perturbador. Si allí era el bebé aquí es Benson, un aterrador muñeco ventrílocuo.

Otros juguetes nuevos que merecen destacarse son los siguientes: Duque Boom, un muñeco especialista con la voz de Keanu Reeves y que no fue capaz de hacer justicia a su fama televisiva. Giggle McDimples, muñeca en miniatura que es la mejor amiga de Bo Peep con la voz de Ally Maki. Por su parte, Bunny y Ducky son dos peluches de feria que se verán metidos en la aventura siguiendo a Buzz. Su aportación es hacer chistes y aportar cierta ironía. Su voz la ponen Jordan Peele y Keegan-Michael Key. Finalmente queda Forky del que ya comenté antes su función. En la versión original la voz se la presta Tony Hale.

Los personajes humanos también tienen su parte de protagonismo, especialmente Bonnie interpretada por Madeleine McGraw. La pequeña debe pasar por el trauma de incorporarse a la escuela. Por su parte, sus padres lo dan todo por ella y quieren lo mejor. Al padre le pone voz Jay Hernandez y a la madre Lori Alan. Básicamente son un punto de apoyo, quedando el padre para recrear situaciones cómicas a su costa. También hay varios actores relevantes que prestan voz a diferentes personajes. Este el caso de Carl Weathers, Bill Hader, Timothy Dalton o la mismísima Patricia Arquette.

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Toy Story 4, una película técnicamente irreprochable y con un buen final que puede (o no) abrir nuevos horizontes. Sin embargo, desde un punto de vista argumental viene a explotar la misma fórmula no consiguiendo superar a sus antecesoras. No obstante, la calidad global sigue puntuando muy alto. Además, resulta imprescindible para completar la historia de Bo Peep que tan flojamente se despachó en ‘Toy Story 3’.

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Tráiler de Toy Story 4

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