Mátalos suavemente
Un sujeto apodado “El Ardilla” contrata a dos desgraciados para que roben el dinero de una partida de cartas de la mafia local. Según “El Ardilla” todo saldrá a pedir de boca pues las culpas recaerán sobre el mafioso Markie Trattman, un tipo que ya anteriormente fue sospechoso del robo del dinero de otra "timba". Sin embargo, las cosas se complicarán mucho para todos cuando un representante de la mafia apodado "El Conductor" decida contratar al “arreglador” Jackie Cogan. Coogan deberá investigar el asunto y poner orden en el gallinero. (Cineycine).
Han asaltado y robado una partida de póquer de la mafia con mucho dinero sobre la mesa. Es hora de llamar a Jackie Cogan para que se ocupe de restablecer la honra y poder de la mafia. Y la orden para Cogan es clara… ‘Mátalos suavemente’.
“Me gusta matarlos suavemente, a distancia” (Jackie Cogan)
Crítica de Mátalos suavemente
El director Andrew Dominik adapta la novela ‘Cogan’s Trade’ de George V. Higgins con la inestimable colaboración de Brad Pitt como protagonista y productor. Para el paso a la gran pantalla lógicamente se introducen cambios. Entre ellos el más significativo radica en situar la acción en el año 2008 y no en la década de los 70. El resultado que nos ofrece ‘Mátalos suavemente’ es un film de gangsters con claras influencias “tarantinianas”. A esto le suman algunas escenas muy violentas y un trasfondo político muy notable y marcado.
En primer lugar decir que las influencias “tarantinianas” se dejan notar no ya sólo por según qué personajes… sino también por esos diálogos totalmente subidos de tono que salpican la película a lo largo de los 97 minutos que viene a durar. Atención, en este sentido, al diálogo que tendrá lugar en la habitación de un hotel entre Jackie Cogan (Brad Pitt) y Mickey (James Gandolfini), un amigo al que Cogan llama para ayudarle a finiquitar a los dos patanes que robaron la pasta. Es un diálogo exagerado, tremendo y cachondo a más no poder. Resulta imposible no reírse con las burradas que va soltando Mickey por la boca. ¡Ah! y atención al detalle/guiño de “la propina” que deja Cogan en un bar.
En la cinta también encontraremos secuencias violentas bien filmadas. Entre estas destacan aquellas en las que apalizan o dan el finiquito a según qué personajes marcados con una diana en la cabeza desde el robo del dinero de la timba. Brutales escenas rodadas sin compasión alguna y con todo lujo de detalles (alguna de ellas incluso rodada a cámara lenta para que no nos perdamos nada).
Respecto al trasfondo político de la película decir que resulta innegable. La acción transcurre cuando Obama pugnaba con John McCain por la presidencia de los EE.UU. Resulta muy curioso observar cómo, a través de los diferentes discursos políticos que se escuchan en el film a través de televisores/radios, podemos llegar a establecer una comparación entre el modo del funcionamiento de la política y la mafia. Atención al detalle de la comparación de los inicios de las guerras con la frase de Jackie Cogan de que hay que buscar un cabeza de turco que pague el pato de cara “a la calle…”. También presten atención al modo en que se puede complicar “un arreglo” por las diferentes negociaciones y exigencias de cada parte. Vamos, como cuando dos políticos discuten sobre según qué acuerdos, transferencias o cuotas de poder… «Sistema puro y duro».
La banda sonora de ‘Mátalos suavemente’ está compuesta por varios temas musicales. Así pues, aquí tienen otro aspecto en el que se imita lo que hace Quentin Tarantino en sus películas. Por ejemplo, entre otros temas podremos escuchar el “The Man Comes Around” de Johnny Cash.
“Sólo es pasta”… Con la mafia hemos topado.
En el reparto empiezo hablando de Brad Pitt y James Gandolfini que interpretan a Jackie Cogan y Mickey, respectivamente. El primero es lo que diríamos “un arreglador o liquidador” de la mafia. Esto es, alguien a quién se recurre cuando hay que realizar un ajuste de cuentas. Mickey es otro “arreglador” al que Cogan llama porque no quiere mancharse las manos con según qué tipos… Ambos actores están muy bien plantados en su roles. Especialmente gana terreno el ya fallecido Gandolfini porque sus líneas de diálogo son realmente exageradas y bastante más llamativas que las de Pitt. Las frases de este último, como su personaje, son más sobrias.
Scoot McNairy y Ben Mendelsohn encarnan a Frankie y Russell, los dos perdedores a los que “El Ardilla” (en mala hora) decide contratar para robar la timba de la mafia. Frankie no logra encontrar trabajo por medio de la condicional y Russell se dedica a realizar todas aquellas chapuzas por las que saque algo de pasta como robar mogollón de chuchos al mismo tiempo… De esta dupla de actores hay que llamar la atención sobre la genial interpretación de Ben Mendelsohn que se curra un papel genial. Ojo a cómo va en determinados momentos totalmente puesto de droga hasta las cejas como “un zombie viviente”.
Entre los secundarios destacan Vincent Curatola, Ray Liotta y Richard Jenkins. Este trío interpreta a Johnny Amato alias “El Ardilla”, Markie Trattman y “El conductor”. El primero es un sujeto que, de puertas para fuera, lleva una honrada tintorería. Sin embargo, y de puertas para adentro, se dedica a organizar pequeños golpes. Su error más sonado será dejarse llevar por Frankie y hacerle caso a la hora de contratar al “sonado” de Russell. Por su parte, Frankie Trattman es un mafioso que quedó marcado con anterioridad cuando otra partida de la mafia fue asaltada. A día de hoy todavía no ha podido borrar esa mancha y este nuevo robo le pondrá en una situación muy complicada. Finalmente, “El Conductor” es un abogado muy calmado que hace de enlace/portavoz de los altos jerifaltes mafiosos y que es quién trata con Cogan el “arreglo de la situación”.
De los actores citados en el párrafo anterior hay que decir que cumplen destacadamente con sus papeles. Ahora bien, destaca especialmente Ray Liotta que se marca una buena performance en los minutos que tiene en pantalla. No obstante, esperaba verlo visto con más minutos de metraje. Como curiosidad decir que Liotta se presentó al casting para varios papeles, pero realmente quería que le dieran el de Markie Trattman. Al final lo consiguió.
“Estados Unidos no es un país. Es un negocio” (Jackie Cogan)
En conclusión.
Termino esta crítica de Mátalos suavemente, una entretenida y hasta “divertida” película de “gangsters menores” con importantes interpretaciones de todo el reparto. Una cinta en la que sus llamativos e interesantes diálogos se imponen con total claridad al fuego de las armas. Recomendada especialmente para los amantes de los films de mafiosos.
Tráiler de Mátalos suavemente
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