Marea letal
Kate Mathieson es una experta en tiburones que vive en False Bay (Ciudad del Cabo-Sudáfrica). Kate los rastrea, los filma y se baña con ellos en directo. Desgraciadamente, un día en plena grabación, uno de sus ayudantes es atacado mortalmente por un gran tiburón blanco. Consternada y afligida por la culpa, Kate pone fin a las filmaciones. Un año después, mal vive como guía turístico-marítima. Hasta que reaparece su expareja con un interesante pero arriesgado contrato. Acosada por las deudas, Kate se verá obligada a volver hacer lo que mejor sabe hacer: nadar entre tiburones. (Cineycine).
Crítica de Marea letal
Tengo que empezar diciendo que me gustan mucho las películas de tiburones. Si en la tierra mi animal favorito es el león… en el mar me quedo de calle con el tiburón. El tiburón es un pez cartilaginoso que, al igual que a la protagonista del film, me fascina. Me encanta verlo libre por el mar y atacar a sus presas con ese salvajismo tan primitivo, tremendo e indomable. Me asombra, y a la vez me llena de terror, verlo abrir sus fauces mostrando todo el increíble poder de su terrible dentadura. Finalmente, me causa gran sensación ver su aleta moviéndose por la superficie marítima. Magnífico pez de sangre fría.
Pero bueno, ¿y la película qué tal? ‘Marea letal’ es un film entretenido para ver una tarde-noche de verano. La verdad, no es ninguna obra maestra ni pretende serlo. En este sentido, hay que ser justo con el film y más que menos te da lo que esperas. Esto es: entretenimiento marítimo con buenas y bellas escenas submarinas, y planos de tiburones francamente muy bien filmados. También es cierto que John Stockwell no es un primerizo en lo que al rodar en el agua se refiere. Ahí están títulos suyos como: ‘En el filo de las olas’ (2002) e ‘Inmersión letal’ (2005). Desde luego el que quiera ver una aventura marítima aquí tiene una opción aceptable.
Resaltar que la película fue filmada en Sudáfrica, ya que se considera la capital de los tiburones de todo el mundo. De hecho, en Ciudad del Cabo están los mayores expertos. En la filmación de las escenas, Stockwell y su equipo, utilizaron cámaras de 35 mm y la F900 Cámara Digital de Sony, así como la Canon 5D. Esta última adoptada por la comunidad de cine independiente por su baja sensibilidad a la luz, la profundidad de campo y la selección de lentes intercambiables.
Respecto a la trama, no se descubre la pólvora ni nada de eso. Su argumento o ideas centrales están muy vistas en muchos otros films. Me refiero a eso de la pérdida de una vida, el sentimiento de culpa y la redención. Son temas que hemos visto infinidad de veces en el cine (mientras escribo estas líneas me acuerdo, por ejemplo, de ‘Máximo riesgo’). No obstante, siempre se puede volver sobre estas ideas para construir un film. Hablamos de temas universales que casi siempre van a estar presentes en el mundo del celuloide de una u otra manera. Y siempre resulta interesante ver caer a un héroe o a una heroína para ver luego cómo se levanta, si es que lo hace…
Por otro lado, otro “pero” del film es su duración. Se va hasta casi las dos horas (114 minutos) y realmente creo que la historia tampoco da para tanto. Además, en este metraje hay claramente alguna escena que considero sobrante en el film porque no aporta nada al conjunto (me refiero en concreto a la pesca furtiva de tres buzos). Lo que sí suma en positivo es la banda sonora compuesta por Mark Sayfritz, que firma unas composiciones francamente buenas y con aires de suspense. Unas partituras que contribuyen a generar expectación en el espectador.
Los protagonistas principales son Halle Berry y Olivier Martinez. A ellos les acompañan Ralph Brown, Luke Tyler y Mark Elderkin. Destacar que tanto Halle Berry como el resto de miembros del reparto estuvieron rodando en un barco de 22 pies (“El Volante”) durante diez horas al día y sin privilegios de ningún tipo. “Fueron auténticos soldados”, según John Stockwell.
Halle Berry y Olivier Martinez interpretan a Kate Mathieson y Jeff. Kate es toda una experta en escualos de Ciudad del Cabo, “la mujer que susurraba a los tiburones”. Por su parte, Jeff es su ex y su principal grabador y apoyo submarino… Decir que me convenció la actuación de Halle Berry. La actriz de Cleveland demuestra que “la que tuvo, retuvo”. Aquí nos entrega una actuación tremendamente natural que, junto a las secuencias de los tiburones, es lo mejor del film. Olivier Martinez está correcto y destaca especialmente en la versión original por su inconfundible acento y forma de hablar en inglés. Esto le confiere un aire bastante curioso a su personaje.
En el resto del reparto importante destacan los secundarios encabezados por el veterano Ralph Brown dando vida al millonario Will Brady (“un capullo total”, una descripción muy acertada en palabras de su propio hijo Luke). A su lado tiene a Luke Tyler como Luke Brady, su sufrido hijo. Y, finalmente, mencionar también a Mark Elderkin como Tommy, el mecánico del barco de Kate.
“Tienen que confiar en ti para mostrarte quiénes son” (Kate Mathieson)
En conclusión.
Termino esta crítica de Marea letal, una película para pasar una entretenida tarde de verano sin mucho más que hacer. No pretende ser una obra maestra ni un film de culto, tan sólo ofrecer una aventura marítima en la que destaca el protagonismo de Halle Berry. Además, la cinta tiene el extra de ofrecernos unas buenas escenas submarinas, y un tratamiento de los tiburones algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en la gran pantalla.
Tráiler de Marea letal
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