Las ruinas
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De vez en cuando, en el género de terror, sale una película que realmente sorprende y muestra algo nuevo en pantalla. Creo que es el caso de este film del que me ocupo ahora mismo. Un film que nos invita a una original visita a unas ruinas mayas. Es hora de aceptar la invitación de Mathias y acompañarle en su búsqueda de… ‘Las ruinas’.

“Esto no puede pasar. Cuatro norteamericanos de vacaciones no desaparecen sin más. Alguien nos va a encontrar. Alguien vendrá” (Jeff)

Crítica de Las ruinas

Al ver ‘Las ruinas’ me encontré con una original, exótica y muy buena propuesta de terror y aventuras. Un film con sustos sorprendentes y algo más de gore del que estamos acostumbrados a ver en cintas que tengan una distribución normal en cines. Además, estamos ante una película notablemente contada, muy bien interpretada y filmada de manera valiente con mucha sangre y no dejando nada al azar. Se puede decir que Carter Smith, contando casi exclusivamente con un único escenario (la cúspide de la pirámide), logra mantener en vilo al espectador de principio a fin.

Dentro de sus conscientes limitaciones, ‘Las ruinas’ es una joyita. Una destacada propuesta a la que le falta poco para ser perfecta dentro su género. De hecho, creo que bien podría ser un film redondo contando con los medios con los que se hizo (apenas 8 millones de $ de presupuesto). Otro dato que la hace sobresalir es el hecho de ser la ópera prima de su director, el ya citado Carter Smith. Anteriormente tan sólo había rodado un par de cortos. El proyecto cayó en sus manos cuando se iba de vacaciones de verano y se llevaba para leer, precisamente, la novela ‘Las ruinas’. Fue entonces cuando, curiosamente, recibió una llamada de su agente que le preguntó si estaría interesado en ser el director que adaptara la novela al cine. En la producción se colocó Ben Stiller a través del sello Red Hour.

Cierto es que, partiendo de un planteamiento de guión algo típico y trillado (un grupo de jóvenes norteamericanos se meten en un apuro), luego el relato sabe dar sus buenos y sorprendentes giros. De esta manera se aleja de lo que estamos acostumbrados a ver en pantalla para mostrarnos algo diferente. Incluso los jóvenes protagonistas (las dos parejas norteamericanas y el alemán) no son los típicos tontainas absolutos que suelen protagonizar este tipo de películas. Tan es así que, en vez de “celebrar” el horror que les espera, llegaremos a sentir lástima por ellos y a temer por su destino. Sin duda, un gran acierto del libreto escrito por Scott B. Smith, el mismísimo autor de la novela original.

En la película destaca, y mucho, el tema de la “nueva amenaza” que causa el horror en los protagonistas. Me refiero a la pirámide maya o, mejor dicho, a lo que “habita” dentro de ella. Realmente no me esperaba esta clase de «nuevo enemigo» y, en verdad, me dejó muy sorprendido. También deja gratamente sorprendido la cantidad de sangre que se exhibe en pantalla. Aquí veremos increíbles costalazos, tremendas amputaciones de miembros y operaciones al límite. Y todo esto a plena luz del día para que no perdamos detalle. Me quedé con la boca abierta en más de una escena ya que no me esperaba esa cantidad de gore en un film comercial.

Resaltar que Grant Major, el diseñador de producción, ya había ocupado este puesto en la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’ y esto se nota para bien. En este aspecto mencionar que la filmación tuvo lugar en Australia haciéndola pasar por México. Y para evitar tener que rodar en platós o estudios se construyó una verdadera pirámide maya dividida en dos secciones: la pirámide como tal, y el campamento de la cima (que en realidad era un set a ras de suelo). Otro punto importante y realista de la producción fue el hecho de hacer aprender maya a los actores que los interpretan en la película.

Como elemento más negativo resaltar que algunos efectos del “nuevo enemigo o amenaza” que presenta esta cinta no están todo lo logrados que cabría esperar. Hay algunos «efectillos» de animación digital que cantan lo suyo, pero creo que dentro de la buena originalidad de la propuesta, y sus carencias presupuestarias, son absolutamente perdonables. Atención también a la llamativa y natural fotografía de Darius Khondji. Y, antes de repasar el casting, también es de justicia resaltar la mínima e inquietante banda sonora de Graeme Revell.

Los actores que «visitaron» la ruinas mayas están todos francamente bien en sus papeles y sorprenden por su nivel en una producción como esta de cine de género. Jonathan Tucker da vida a Jeff, el líder del grupo tomando decisiones muy importantes y que no siempre gustan al resto. Una increíble Laura Ramsey las pasa verdaderamente canutas en el papel de Stacy. Personalmente creo que es la que más brilla porque su rol es de los más agradecidos del film. El antiguo «X-Men» Shawn Ashmore interpreta a Eric, el novio de Stacy. Finalmente, también tiene gran protagonismo Jena Malone como Amy, la novia de Jeff. Estas dos parejas dan vida a los turistas americanos.

No obstante, sería muy injusto por mi parte al hablar de los actores no destacar también a Joe Anderson como Mathias. Y es que sólo por lo que el pobre Mathias sufre en pantalla ya es digno de mención y de acordarse de él. ¡Pobrecillo el amigo Mathias! ¡Qué mal lo pasa en su visita a las ruinas mayas con costalazo del siglo incluido! ¡Ah! y no pasemos por alto el breve pero gran papel que realiza Sergio Calderón como líder “sin perdón” de los mayas.

“¿No te alegras de haber venido?” (Jeff)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Las ruinas, una película muy buena en su género. Una cinta de esas que sólo salen cada “x” tiempo. Un film consciente de sus propias limitaciones que nos hará pasar casi en un único escenario (ojo que sólo los más grandes consiguen algo así) un terrible y original rato viendo a un grupo de jóvenes sufrir el horror de una nueva forma de terror. Recomendada.

Tráiler de Las ruinas

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