El Código Da Vinci
Robert Langdon se encuentra en París para dar una conferencia sobre simbología. Durante su estancia, el conservador del Museo del Louvre, Jacques Saunière, concierta una cinta con él. Sin embargo, la policía francesa le informa de que ha encontrado el cadáver del conservador marcado con unos extraños símbolos en su cuerpo y con un mensaje: la secuencia de Fibonacci y una serie de letras sin sentido. A partir de aquí, Langdon intentará resolver un misterio que le enfrentará con el Opus Dei y con un despiadado monje llamado Silas. Ambos intentan hacerse con algo que el Priorato de Sion guardaba en secreto. Un secreto que ha estado oculto durante mucho tiempo. (Cineycine).
Un crimen terrible ha ocurrido en el museo del Louvre y la policía francesa recurre al único hombre capaz de resolverlo: Robert Langdon. Sin embargo, todo resulta una trampa y Langdon se ve obligado a huir para resolver el misterio. En su huida estará acompañado por Sophie Neveu. Ambos deberán resolver el misterio que se oculta tras… ‘El Código Da Vinci’.
“Protegían un secreto. Un secreto que, de ser revelado, derrumbaría los cimientos del Cristianismo” (Sir Leigh Teabing)
Crítica de El Código Da Vinci
Desde el momento de su estreno en cines, allá por mayo del 2006, ‘El Código Da Vinci’ estuvo sujeta a una gran polémica. La cinta fue calificada de “anticristiana” y “provocadora”, pasando montones de penurias. Además, a Dan Brown lo intentaron llevar a juicio por razones de lo más ridículas. Por si fuera poco, se llegó a la prohibición de estrenar el film en ciertos países por su contenido. Aunque todo esto sirvió de poco, si tenemos en cuenta que la cinta consiguió una genial recaudación a lo largo del mundo. Esto fue debido gracias, obviamente, al éxito que tuvo la novela de Brown antes que se estrenara la película.
Entrando en materia, ‘El Código Da Vinci’ es un más que aceptable thriller. Una cinta que entretiene y que se hace disfrutar. Su pega más importante es que se toma demasiado en serio a sí misma… cuando no debería, más aún si tenemos en cuenta su argumento. Por otro lado, en términos literarios, este film debería haber sido una secuela, ya que ‘Ángeles y Demonios’ fue la carta de presentación del personaje de Robert Langdon. Tras el éxito de ‘El Código Da Vinci’, sus productores no se lo pensaron dos veces y decidieron llevar también ‘Ángeles y Demonios’ a la gran pantalla.
En la dirección cabe destacar como Ron Howard resuelve la papeleta gracias a un ritmo trepidante; a pesar de la manía de que todas las películas importantes deben durar cerca de las dos horas y media de metraje. Su labor se refuerza gracias a un más que competente reparto y a una muy buena banda sonora de Hans Zimmer. La música del germano acompaña a la cinta dotándola del ritmo y misterio necesarios. Además, algunos momentos quedan grabados a fuego en la mente del espectador.
Centrándome en el reparto, cabe decir que está repleto de actores muy conocidos (algo que en la filmografía de Howard siempre está muy presente). El casting lo encabeza Tom Hanks, actor que en sus inicios estaba vinculado a la comedia de la que terminó desligado. Hanks interpreta muy bien a Robert Langdon, aunque el personaje difiere bastante del mostrado en la novela (quizás por la edad de Hanks). A su lado tenemos a la actriz francesa Audrey Tautou en el papel de Sophie Neveu. Audrey está bastante acertada, pero en el fondo su rol no deja de ser el del típico acompañante del protagonista principal.
Destacar también a un magistral Ian McKellen (Sir Leigh Teabing) y a unos notables Jean Reno (Bezu Fache) y Alfred Molina (Obispo Aringarosa). Mención también para un brillante Paul Bettany en el papel del monje-sicario Silas. Sorprendentemente creo que es el personaje con más fondo dramático en comparación al resto, en especial al de Sophie.
Finalmente, quizás la cinta de Howard peque de ser demasiado seria (lo que decía más atrás que se trata de un film que se toma demasiado en serio a sí mismo). En este sentido, en ciertas ocasiones parece un tanto «gafapastista» (quizás para caer mejor a los críticos más duros del sector, aunque le sirvió más bien de poco). Si a eso le sumamos algunos fallos de ritmo, debidos a la duración excesiva del producto, el resultado puede llegar a ser un tanto «disfuncional».
“Se esconde bajo la rosa” (Robert Langdon)
En conclusión.
Acabo esta crítica de El Código Da Vinci, una más que correcta y entretenida cinta de suspense. A pesar de los probables fallos que tiene se disfruta. Puede «pecar» de ser demasiado seria y «prepotente». Sin embargo, no se le puede negar su genial factura técnica, sus loables interpretaciones y un guión (un tanto pesado) pero decente. Al final deja la sensación de que podía haber sido mucho mejor.
Tráiler de El Código Da Vinci
Escucha nuestro podcast
