El año más violento
1981, NY. Abel Morales es un empresario hispano que trata de hacerse fuerte en el duro negocio del gasoil. Sin embargo, todo se le va volviendo en contra poco a poco: atacan a sus conductores y comerciales para echarle del mercado, los plazos para los diferentes pagos se le van agotando y, para colmo, el fiscal del distrito quiere colgarse una medalla a su costa acusándolo de fraude y malversación. Con todo este panorama, Abel tratará de salir adelante manteniéndose limpio e íntegro… tema distinto es que lo pueda conseguir. (Cineycine).
En 1981 NY era una ciudad asolada por el crimen. En esas circunstancias, un inmigrante hispano llamado Abel Morales intentó introducirse en el sector del gasoil de la gran manzana. Eran tiempos duros para ganarse la vida y, además, 1981 fue calificado como… ‘El año más violento’.
“Para triunfar y ser grande no puedes rendirte” (Abel Morales)
Crítica de El año más violento
En 2013 ‘Cuando todo está perdido’ fue para mí toda una sorpresa, por eso puse “en seguimiento” a J.C. Chandor. En 2014 dirigió ‘El año más violento’, película que llegó a nuestras salas de cine en marzo de 2015. Mi espera esta vez no fue satisfecha al cien por cien. No me sentí decepcionado con este film pero tampoco entusiasmado. Creo que es una cinta algo más que correcta pero no la veo compitiendo en las “grandes ligas”.
Personalmente, uno de los principales problemas (acaso el que más) de ‘El año más violento’ es su excesiva calma en contarnos las cosas. Ciertamente el film empieza muy bien, poniéndonos en materia de toda la situación personal y económica del protagonista, Abel Morales. No obstante, luego pasan los minutos y la duración se prolonga de manera excesiva con situaciones que podrían haberse resuelto de manera más breve y eficaz. Tan es así que, después de 125 minutos, todo termina casi sin querer y de manera un tanto sencilla y hasta demasiado “fácil”. Así pues, parece que se me diera la razón en esto que he comentado de que las situaciones del film tendrían que haberse resuelto de forma más rápida y/o ágil.
Por otro lado, se denota una falta de chispa, vida, movimiento, animación… en lo que es la película. Es demasiado oscura en todos los aspectos y casi nadie sobresale salvo el citado Abel Morales, que tiene las mejores frases del film. Un Morales al que tampoco se le atisba un rival directo y claro que haga más “disfrutable” la cinta. Es cierto que están atacando a su gente y que lo quieren echar del mercado… pero no sabemos quién lo pretende y cuándo por fin se desvela el enigma no podemos más que sentirnos un tanto decepcionados. Me remito con esto nuevamente a lo comentado en el párrafo anterior sobre el modo de resolución de las situaciones de la película.
Expuesto lo que menos me ha atraído, toca ahora hablar de las cosas positivas que J.C. Chandor nos ofrece en este trabajo. El primer aspecto positivo es, sin lugar a dudas, la manera de mostrar la corrupción de algunos personajes, dejando claro que algunos no tienen escrúpulos para “presionarte” y/o “ayudarte” según les convenga y según cambien las circunstancias. Esto queda perfectamente reflejado en la figura del fiscal del distrito. Otro aspecto que destaca son las interpretaciones a las que me refiero en el próximo párrafo…
“Me gusta que las cosas que uso sean mías”… Un hispano en NY.
Entrando en el terreno interpretativo es muy claro que Oscar Isaac es quién aguanta todo el peso del metraje durante sus algo más de dos horas de duración. Isaac está muy bien dando vida a Abel Morales, un hispano íntegro que quiere mantenerse así cueste lo que cueste. Un buen tipo que sabe lo que le ha costado llegar a su posición y no quiere que nadie le arrebate lo que es suyo. Luchará por ello de manera limpia aunque las tentaciones de tomar caminos más fáciles serán muy grandes…
A su lado tiene como principal apoyo a Jessica Chastain, que hace las veces de Anna Morales, su esposa. Chastain no tiene tantos minutos como Isaac, pero cuando aparece brilla como una mujer temperamental. Una mujer nacida en el seno de una familia mafiosa que suele discrepar con Abel a la hora de solucionar según qué asuntos (“no te va a gustar si me meto yo” le dice en un momento determinado a su marido).
Del resto del reparto cabe citar también a David Oyelowo como el ambicioso e interesado fiscal del distrito. Un fiscal que quiere colgarse medallas acosando a quién quiere y puede. Destaca también Albert Brooks como Andrew, que vendría a ser el abogado y consejero de Abel Morales. Este es un papel pleno de credibilidad y que le sienta fenomenal al veterano actor. Finalmente, pequeña mención para Alessandro Nivola en un pequeño rol de amigo de Morales que también está metido desde hace tiempo en el negocio del gasoil y que quema las tardes jugando al tenis.
“No hay nada más difícil que mirar a la gente a los ojos y decirles la verdad” (Abel Morales)
En conclusión.
Finalizo esta crítica de El año más violento, un film que destaca casi principalmente por sus grandes interpretaciones con mención especial para un Oscar Isaac que aquí lo es todo. Él es la película y logra llevarla a buen puerto. Lástima que no se haya visto acompañado por un mejor desarrollo del argumento y su exposición en el film.
Tráiler de El año más violento
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Jue yo tambien tenia fe en este film. Isaac esta para un remake/secuela de ‘Carlito’s Way’.