Cube
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Hace 25 años, en 1998, hacía su presentación ante el gran público un cineasta llamado Vincenzo Natali. Su película de puesta de gala fue toda una revelación que dio lugar a cientos de imitaciones siguiendo su estela. El miedo, la paranoia, la sospecha y la desesperación se apoderarán de nosotros al ver ‘Cube’.

“Dios mío, ¿Dónde estamos?” (Holloway)

Crítica de Cube

Esta fue la primera película del director y guionista Vincenzo Natali, un realizador diferente que aquí ya dejaría muestras de su gran talento. Un talento no del todo explotado, pero que también nos ha dejado obras interesantes como ‘Cypher’ (2002) o Splice (2009). En el caso de ‘Cube’ el éxito fue inmediato, y la película fue premiada en varios de los más importantes festivales del horror y del fantástico. Rápidamente pasó a convertirse en una pequeña joya de culto.

Dada su trascendencia y eco, ‘Cube’ dio lugar a un sinfín de imitaciones y a una secuela, ‘Cube 2: Hypercube’, estrenada en 2002. No obstante, en esta continuación ya no habría ningún tipo de colaboración por parte de Natali. Como tampoco la hubo en su precuela, ‘Cube Zero’ (2004). Ambas cintas, secuela y precuela, contaron con la implicación directa de Ernie Barbarash, uno de los peores directores con los que ha venido trabajando Van Damme en sus últimos (y malos) tiempos.

‘Cube’ fue rodada sin exteriores. Toda la película está filmada en platós interiores en unos estudios de Toronto. Estos sets recrearon las diferentes estancias de la estructura cúbica en la que están encerrados los protagonistas. El diseño de todas las habitaciones es casi idéntico y sólo varía por los colores de fondo (rojo, azul, verde…) y por la presencia (o no) de trampas mortales. Parte del atractivo del film es ir recorriendo toda esta estructura buscando una salida junto a los personajes principales.

En el campo de los efectos visuales no encontraremos en ‘Cube’ casi nada de parafernalia. Básicamente todo se reduce a los ya comentados habitáculos de colores y trampas. Eso sí, es imposible reseñar este film y no acordarse de la espectacular muerte con la que se abre la película. Una muerte totalmente imprevista en la que un personaje es literalmente troceado. Por lo demás, mencionar el homenaje a Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) en la aparición y formación del título del film.

El guión es lo mejor de la propuesta. Hablamos de un libreto escrito por el propio Vincenzo Natali en colaboración con Graeme Manson y André Bijelic (su único script). En principio, puede parecer que el guión y la historia son sencillísimos: unas personas atrapadas que van pasando de habitación en habitación en busca de su libertad. Sin embargo, la película va ahondando en muchos y diferentes temas. Amén de realizar un perfecto retrato y mostrar varias caras de cada personaje con sus respectivas miserias y paranoias, tal y como bien dice El Troglodita: “Tenéis que salvaros de vosotros mismos”. No tenemos aquí a sujetos planos, sino que casi todos esconden sus propios secretos.

Respecto a la temática, ‘Cube’ va tratando muy diferentes temas y todos ellos relacionados con el misterio del creador de la estructura (los aliens, el gobierno, los ricos…) y con la estructura misma (sus trampas, número de habitaciones, salida…). Todas estas cuestiones están expuestas a través de muy buenos diálogos, frases y situaciones que impactan, tanto por la fuerza de las imágenes como por la implicación de los actores. Ahora bien, de entre todos los temas tratados uno se vuelve capital: las Matemáticas. La ciencia de los números será una constante referencia a lo largo del metraje como clave para intentar encontrar la salida. En este sentido, tendremos referencias a los números primos, las permutaciones o las coordenadas cartesianas.

Buena parte de culpa de que el guión funcione la tienen también los intérpretes. Aquí tenemos a seis protagonistas que se complementan como personajes. Es cierto que sus nombres no son de “dominio público”, pero en esta propuesta alcanzan grandes cotas. Uno de los que más destaca es Maurice Dean Wint en una enérgica interpretación dando vida a Quentin, un tipo carismático que dice ser policía y ser capaz de “ver a la gente como una radiografía”. Quentin se alzará con la jefatura del grupo dada su fortaleza física y psicológica. A su lado tenemos a Nicole De Boer como la universitaria Leaven, la principal protegida de Quentin y una experta en Matemáticas. Ella será la “llave” del grupo. Bien se puede decir que Maurice y Nicole son dos de los intérpretes que más destacan.

Por otro lado, uno de los nombres que más sonará al público es el de David Hewlett que da vida a Worth, un hombre acabado que no espera nada de su patética existencia. Atención a como lo enfila Quentin. Otra que tendrá sus más y sus menos con Quentin es la actriz Nicky Guadagni interpretando a la doctora Holloway. Atención al carácter con el que consigue dotar a su personaje y a cómo se encarará con Quentin en una escena que significará el punto de no retorno para ambos. El protegido de Holloway es Kazan, un chico retrasado e indefenso al que interpreta con mucho acierto y cariño Andrew Miller. Finalmente, al anteriormente citado Troglodita le da vida el veterano (más de 200 créditos a sus espaldas) Julian Richings. El Troglodita es un tipo de carácter individualista que tiene fama de haberse fugado de las prisiones más inexpugnables.

-“¿Qué hay ahí fuera?” (Leaven)
-“Estupidez humana ilimitada” (Worth)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Cube, una gran y original ópera prima que nos invita a convertirnos en el Gran Hermano de seis desconocidos que pululan como ratones por un laberinto de investigación. Una atmósfera atrayente, trampas físicas y mentales, algunas sorpresas y un ambiente que se irá caldeando y que no es más que un reflejo de nuestra sociedad son algunas de sus mejores bazas. No duden en echarle un vistazo.

Tráiler de Cube

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