Cangrejo negro
Caroline Edh, antigua patinadora sobre hielo, es reclutada por los altos mandos del ejército para una misión prácticamente suicida: sumarse a un pequeño contingente para llevar un cargamento de suma importancia desde donde están hasta una base cerca de la frontera del archipiélago. Caroline acepta el cometido porque le permitirá reencontrarse con su hija que se encuentra en la citada base, o eso afirman sus superiores. (Cineycine).
En una Suecia devastada por la guerra, un grupo de soldados tiene la misión de transportar un cargamento que podría cambiar el curso de los acontecimientos. Nuevamente tenemos a Noomi Rapace abanderando una producción de acción. Nosotros nos ponemos los patines de hielo para seguirle los pasos en ‘Cangrejo negro’.
“Esto no es el final de la guerra. Es el final de todo” (Malik)
Crítica de Cangrejo negro
Esta es una de esas veces en las que me he llevado una grata sorpresa con una propuesta de Netflix. No estamos ante la habitual producción post-apocalíptica que una plataforma usa como gancho en busca de potenciales espectadores. En este caso hablamos de una película venida de Suecia que se destapa como un alegato brutalmente antibelicista. Al margen de su mensaje, ‘Cangrejo negro’ es un film bien facturado, con sus dosis adecuadas de acción y supervivencia. Además cuenta con una de esas direcciones que sorprenden para ser la segunda película de su director, Adam Berg. El realizador llevaba sin filmar un largometraje desde hace más de 11 años, su primer film lo estrenó en 2011.
De entrada, ‘Cangrejo negro’ se presenta como cualquier cinta post-apocalíptica. El escenario es una Suecia destruida por un conflicto bélico provocado por el calentamiento global. A continuación tenemos a una protagonista, en este caso Noomi Rapace, con una misión que puede cambiar el signo de la guerra y, de paso, salvar a su hija. Con este planteamiento inicial, el film de Adam Berg toca todos los tópicos del cine de género. Ahora bien, lo hace de una forma convincente y correctamente perpetrada.
Respecto al guión, aclarar que el film adapta la novela ‘Svart krabba’ del escritor sueco Jerker Virdborg y publicada en 2002. En este sentido, se han hecho dos cambios sumamente importantes en cuanto a la adaptación. En primer lugar el personaje de Rapace en el libro es un hombre. Y, en segundo lugar, en la novela no hay ninguna hija. El primer cambio se produjo porque Berg quería a Rapace como protagonista. Por su parte, el segundo se introdujo para buscar un anclaje emocional para el personaje de la actriz. Esto con respecto al guión y a la adaptación.
A medida que avanza la película se empiezan a destapar elementos que convierten a ‘Cangrejo negro’ en una producción superior a la media de este subgénero. El espectador sabe que hay una guerra, pero no sabe contra quién… De hecho, el film no presenta a un villano o a un grupo malvado detrás del conflicto. Así pues, no importa con quien se está guerreando… pero sí que importa la guerra como tal. Como bien dice uno de los personajes: “No hay buenos ni malos y, a veces, los que se creen buenos comenten atrocidades que los hacen peores que el supuesto enemigo a combatir”.
Teniendo en cuenta lo anterior, el guion de Berg y Pelle Radström plantea el concepto de que la guerra en sí misma es inútil y quienes terminan pagando son aquellos que no tienen nada que ver. Tan es así que el grupo que forma el comando encargado de la misión no dejan de ser civiles. Gente normal que, a la fuerza, se vieron involucrados en el conflicto. Un conflicto que muy probablemente fuera provocado por su propio gobierno. Son detalles como estos los que hacen enriquecer el relato. Además, este concepto de la guerra se convierte en un pivote a la hora de introducir otras ideas que rodean al argumento. Ideas como pueden ser: las dudas del grupo para cumplir con la misión o la posibilidad de que el enemigo esté entre sus filas. Todo adquiere así un cierto aire de desolación que se suele ver poco.
La acción se desarrolla en un magnífico escenario que acompaña a los personajes en su travesía con patines por el hielo. Este film cuenta así con algunas de las mejores escenas visuales que he visto en un film de Netflix. Me atrevería a decir también que ‘Cangrejo negro’ no tiene nada que envidiar a los grandes blockbusters de estudio. Aquí tenemos un soberbio apartado fotográfico a cargo de Jonas Alarik que fotografía a los protagonistas patinado sobre el hielo con bombardeos y fuego como fondo “pictórico”. Por su puesto, veremos algunos escenarios naturales de Suecia nevados en todo su esplendor. Se consigue así el ambiente gélido buscado desde el primer minuto.
Otro elemento a destacar es la banda sonora del trío de músicos compuesto por Dead People. Su BSO se aproxima a la partitura de cintas con aires electrónicos de gente como Vangelis o John Carpenter como máximos referentes. Se acentúa de esta manera, y todavía más, el paisaje desolado y post-apocalíptico que recorren los protagonistas.
La gran protagonista es Noomi Rapace, una de esas actrices que parece no tenerle miedo a nada. Noomi es una “bestia parda” en cuanto a cuestiones puramente físicas (y más en esta película) e incluso emocionales. Noomi tiene un potente talento más que demostrado y esta actuación es una nueva prueba de ello. Hablamos de una actriz todoterreno y tremendamente versátil. Recomiendo ver la película en versión original para apreciar cómo se enfrenta al personaje que interpreta en esta ocasión: Caroline Edh.
El resto de sus compañeros, si bien el guion no los dota de una historia para empatizar como la de Edh, sí que resultan bastante identificables para lo que es el relato en sí mismo. Los que más voy a resaltar son: Dar Salim como Malik y Jakob Oftebro como el teniente Nlyund. Ellos dos son los únicos que tienen cierto desarrollo narrativo.
Por último, decir que la cinta presenta un enorme defecto en su clímax que termina dándole una enorme puntada cuando el film alcanza su estabilidad narrativa. El final acaba siendo excesivamente explicativo y alargado. Hasta el punto de que, cuando llega el propio final, te deja una sensación de detalle que no encaja con el resto del metraje. Y esto es una gran lastima.
En conclusión.
Termino esta crítica de Cangrejo negro, una propuesta superior a la media en lo que concierne al género post-apocalíptico que suelen llegar a las plataformas de streaming en estos tiempos. Esta es una película bien filmada, muy bien interpretada, con una fotografía muy destacable y una banda sonora que acentúa el ambiente desolado que recorren nuestros protagonistas.
Tráiler de Cangrejo negro
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