Jurassic World

Veintidós años después de lo ocurrido en Jurassic Park, la isla Nublar ha sido transformada en un parque temático, Jurassic Wold, con versiones «domesticadas» de algunos de los dinosaurios más conocidos. Pero las visitas al parque comienzan a descender cuando el público ya no es capaz de sorprenderse como antaño. Por ese motivo es creado un nuevo dinosaurio híbrido, mucho más inteligente y violento, con el que poder captar de nuevo la atención del visitante.
Estamos ante una propuesta capaz de entusiasmar, emocionar y divertir casi tanto como lo hizo la película original de 1993. Creo que podemos considerar como un gran triunfo de Colin Trevorrow este resurgimiento de los dinosaurios. Las puertas se abren otra vez. Bienvenidos a… ‘Jurassic World’.
Crítica de Jurassic World
Antes de ser seleccionado por el mismo Steven Spielberg para encargarse de la revitalización de ‘Jurassic Park’, Colin Trevorrow nos sorprendió con su ópera prima ‘Seguridad no garantizada’ (2011). Con ‘Jurassic World’ la revitalización y el éxito es innegable, ahora bien, también es cierto que nos encontramos con el insalvable hándicap de la ausencia del efecto sorpresa, y es aquí donde el personaje interpretado por una siempre estupenda Bryce Dallas Howard recita un diálogo que representa a la perfección una interesante analogía entre el espectador de la sala de cine, y los personajes del universo ficticio de la película, y que viene a decir algo así como: “Los visitantes del parque ya no se sorprenden con nuestros dinosaurios. Los niños vienen aquí como si fueran al zoo a montar en elefantes”.
En efecto, nosotros (como espectadores) tampoco nos sorprendemos como antaño ni con los dinosaurios cinematográficos, ni con los efectos CGI (tan cotidianos hoy en día) que nos invaden desde que comenzaron a instaurarse en el cine gracias a cintas como ‘Terminator 2’ (James Cameron, 1991) o la propia ‘Parque jurásico’ (Steven Spielberg, 1993). Por lo tanto, la premisa argumental de la película, muy intencionada por parte de un Colin Trevorrow que es consciente de que el espectador siente exactamente lo mismo que los visitantes del parque, no es más que un modo de reconocer que una saga como ‘JP’ se encuentra narrativamente muy limitada como para volver a asombrar a un público que ya lo ha visto absolutamente todo en la gran pantalla.
Teniendo en cuenta lo ya expuesto, y a sabiendas de que no podrá ofrecer más de lo que Spielberg ya nos brindó hace más de veinte años, Trevorrow demuestra gran habilidad para explotar uno de los pocos recursos viables con los que poder entusiasmar al ya curtido espectador: volver a las verdaderas raíces de la franquicia, pero dando un valiente paso más allá y actualizándola a los tiempos que corren. Y ese paso no era otro que ofrecernos aquello que deseábamos ver desde el estreno de la primera película en el ya lejano 1993, y que no era otra cosa que contemplar en pantalla el sueño de John Hammond hecho realidad. Es decir, introducir de lleno al espectador en un parque totalmente operativo y abierto al público, rebosante de todo tipo de especies de dinosaurio y que se encuentra dotado de la tecnología más avanzada y de los recursos tecnológicos más actuales, siendo todo ello mostrado en pantalla través de una puesta en escena realmente brillante.
Sin entrar en detalles, el realizador logra de forma muy eficaz entusiasmarnos con un complejo parque temático durante un primer acto de película dónde se nos presentarán los personajes de la historia. Esta vez sí, personajes serios (aunque nunca exentos de sutiles y controladas gotas de humor que vienen muy bien), personajes íntegros con inquietudes y motivaciones, asentando con todo ello unas ajustadas pero sólidas bases sobre las que se desarrollará la trama. Insisto, dentro de sus evidentes limitaciones narrativas.
La polémica hibridación genética y la creación de un temible monstruo de laboratorio que sirven como excusa para dar rienda suelta a la trama quizás no sea lo más original posible, hecho que es incluso utilizado por Trevorrow a modo de autoparodia a través del comentario de uno de los operarios de la sala de control (en otra muestra más de que el realizador sabe muy bien en dónde se ha metido) pero es un pretexto que funciona perfectamente para desencadenar los acontecimientos narrados en la película a partir de su vibrante segundo acto, haciendo hincapié en una serie de agresivas secuencias de acción que cortan la respiración y que se mueven dentro del modus operandi del cine espectáculo de nuestros tiempos; es decir, mediante un redundante uso del CGI (quizás más del que desearíamos), pero con resultados más satisfactorios y realistas de los que personalmente me esperaba. Algo que, por otra parte, Trevorrow consigue llevar a cabo con una habilidad y ritmo verdaderamente trepidantes sin desatender factores esenciales como la creación de unos personajes que, sin conseguir emocionarnos como sí lo lograron Sam Neill, Jeff Goldblum o Laura Dern en el primer film, resultan lo suficientemente convincentes como para crear empatía y conectar con el espectador. Esto último en buena parte gracias a un casting muy acertado y cuyo peso de la trama recae sobre los actores Bryce Dallas Howard, Chris Pratt (y su interesante vínculo con los Velociraptores), Vincent D’Onofrio, Irrfan Ali Khan, y los jóvenes Ty Simpkins y Nick Robinson.
En cualquier caso, resulta imposible no añorar los brillantes efectos especiales tradicionales del film de 1993 y los increíbles animatronics con los que Spielberg deleitó al mundo entero, del mismo modo que aquel factor sorpresa resulta irrecuperable a día de hoy. Pero estamos en otros tiempos y, pese a que el trasfondo de la película no ha cambiado en exceso con respecto al de sus predecesoras (humanos van a una isla a ver dinosaurios, dinosaurios escapan al control humano, humanos son devorados por dinosaurios), si que estamos hablando de un nuevo y revitalizador punto de partida que, a su vez, no se esconde en absoluto a la hora de beber del primer film y de aceptar una conmovedora vinculación con aquel, algo que sin duda se convierte en uno de los mayores aciertos del director. Pero siempre de manera inteligente a través de constantes reminiscencias que tocarán la fibra más sensible de todos los que crecimos con la primera película. Porque recurrir a la nostalgia y al pasado es un recurso que, manejado con la adecuada coherencia y agudeza, resulta tan válido como, por momentos, necesario.
Además, Colin Trevorrow demuestra una interesante fuerza narrativa y un potente estilo visual que imprime a esta recomendable propuesta capaz de honrar con honestidad y de captar buena parte del espíritu de la original, ofreciendo a su vez una nueva dirección filmada con pulso que actualizará una franquicia que nunca debió de estancarse.
En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de Jurassic World, una continuación de la saga que muestra una deliciosa simbiosis entre lo moderno y lo añejo, equilibrando a la perfección ambos conceptos a través de un producto tan sensible como vibrante y espectacular. Por tanto, y pese a su “redundancia” argumental, la película se puede situar perfectamente en el segundo puesto de las mejores de la serie a pesar de que Colin Trevorrow carezca de la habilidad creativa que Spielberg demostró en ‘Jurassic Park’. En definitiva, un triunfo y una de las superproducciones más interesantes y espectaculares de los últimos años.
Tráiler de Jurassic World
Revisionada… es un buen disfrute, aunque tiene bastantes problemas, eso si, mejor que Terminator Geneshit es (porque esta comprende que es pertenecer a una saga mientras que la otra, se empeña en homenajear a la franquicia en vez de pertenecer a la misma), el I-Rex sigue molando cacho. Eso si, el 3D olvidable.
Ahora que leo tu comentario la verdad es que sí hicieron un buen trabajo respecto a continuidad. Vale, no querían tener lazos con la 2 y la 3 pues consiguieron un modo de que exista pasando de alto ellas pero si borrarlas de la realidad.
Algo similar tendrían que hacer con Cazafantasmas 3 y, SOBRETODO, que no vayan a fastidiar la saga de Alien con una secuela que borre la 3 y 4.
En cuanto a Jurassic World, y pese a que me encanta el tema de que todo suceda en un parque temático la realidad es que no hay manera de que esto continúe sin que la gente se harte.
Yo lo que haría es algo como El Planeta de los Simios. Que los dinosaurios conquisten el mundo….o al menos una parte o algún continente y/o país.
Recordemos que en uno de los primeros tratamientos de guion, se iban a desarrollar híbridos entre humanos y dinosaurios para combatir en guerras y usarlos como armas biológicas vivas (algo que se deja entrever levemente con las intenciones del personaje de Vincent D´onofrio). Desde luego, el tema se alejaría radicalmente de lo visto anteriormente. El problema de ese argumento sería… ¿realmente se podría considerar parte de Jurassic Park? Es decir, ¿tendría cabida un guion que transcurriese fuera de una isla? Si eso sucede, no faltarían críticas alegando que esa no sería la esencia de JP.
Yo otra idea que tengo, y que se me ocurrió a raíz del proyecto desechado de Jurassic Park: Extinción, sería llevar a los dinosaurios al mundo exterior con el propósito de reconquistar aquello que una vez fue de ellos: nuestro planeta, extinguiendo a la raza humana. La idea de una invasión mundial de dinosaurios podría dar mucho juego si se plantea bien. Desde luego, una quinta entrega de nuevo en una isla, con gente corriendo de los dinos, ya no sería suficiente.
A mi la película me ha gustado bastante, pasé una velada la mar de entretenida. Coincido prácticamente en todo lo que se comenta en la crítica, muy acertada en todos los aparados. Me gustaría poner especial énfasis en lo que se ha conseguido con el Indominus Rex, que tras el intento fallido en la tercera peli ha conseguido posicionarse como un tremendo villano, frío, inteligente y calculador. Hacía mucho tiempo que no oía aplausos en una sala de cine, eso ya dice mucho de esta peli.
A pesar de todo, la primera película de Spielberg sigue siendo insuperable en demasiados aspectos, pero Jurassic World supera con creces lo visto en JP3, y eso es mucho. Mejorar el trabajo de algunos secundarios de bulto y sacarse algo nuevo que nos sorprenda, esa es la clave si quieren hacer una quinta película.
La verdad amigo Carlos es que tienes toda la razón respecto a tu comentario del Indominus Rex. ¡Bien visto!
Mas o menos estoy deacuerdo con Juanma y David, se trata de una digna secuela, muy entretenida, lograda y bastante mejor que la mediocre JP3, sin embargo, esta tiene ciertos defectos heredados de aquella: el mensaje de las dos primeras se pierde a favor de un thriller de dinosaurios, entrenido, pero a ratos vacuo. Parte de los secundarios del film son mera carne adante para que el dinosaurio de turno se los coma y la escasez de animtronicas (aunque es mas subjetivo) es alarmante, sin embargo, Trevorrow consigue pasar la prueba, su peli es digna y merece estar en la saga, aun con los defectos e incongrugencias que pueda tener, pero vamos, El Mundo Perdido, sigue pareciendome una secuela (y con los defectos que tiene) mas loable que la presente, pero aun asi, recomendable.
Pues si, estoy totalmente OK con lo que mi compañero Juanma ha expuesto en la crítica. Puedo diferir en algunas puntuaciones de los diferentes apartados, pero comparto al cien por cien el fondo del texto. Es lo mismo que pienso yo…
En resumen: el film está bien pero el efecto sorpresa es limitado y la frase recogida del personaje de Bryce Dallas Howard me parece acertadísima… visto lo que vimos en ‘PARQUE JURÁSICO’ y en sus dos secuelas ya es complicado sorprenderse con un film de ‘JP’, aún así, este ‘JW’ es un producto muy notable.