Jurassic World
Veintidós años después de lo ocurrido en Jurassic Park, la isla Nublar ha sido transformada en un parque temático, Jurassic Wold, con versiones «domesticadas» de algunos de los dinosaurios más conocidos. Pero las visitas al parque comienzan a descender cuando el público ya no es capaz de sorprenderse como antaño. Por ese motivo es creado un nuevo dinosaurio. Un híbrido mucho más inteligente y violento con el que poder captar de nuevo la atención del visitante.
Estamos ante una propuesta capaz de entusiasmar, emocionar y divertir casi tanto como lo hizo la película original. Creo que podemos considerar como un gran triunfo de Colin Trevorrow este resurgimiento de los dinosaurios. Las puertas se abren otra vez. Bienvenidos a… ‘Jurassic World’.
Crítica de Jurassic World
Steven Spielberg seleccionó a Colin Trevorrow para encargarse de la revitalización de ‘Jurassic Park’. Anteriormente, Colin nos había sorprendido con su ópera prima, ‘Seguridad no garantizada’ (2011). Con ‘Jurassic World’ la revitalización y el éxito de los dinosaurios es innegable. Ahora bien, también es cierto que nos encontramos con el insalvable hándicap de la ausencia del efecto sorpresa. Es aquí donde el personaje interpretado por Bryce Dallas Howard recita un diálogo que representa a la perfección una interesante analogía entre el espectador de la sala de cine y los personajes del universo ficticio de la película. Estas frases vienen a decir algo así como: “Los visitantes del parque ya no se sorprenden con nuestros dinosaurios. Los niños vienen aquí como si fueran al zoo a montar en elefantes”.
En efecto, nosotros tampoco nos sorprendemos ya como antaño con los dinosaurios cinematográficos. Tampoco lo hacemos con los efectos CGI tan cotidianos hoy en día. Efectos que nos invaden desde que comenzaron a instaurarse en el cine gracias a cintas como ‘Terminator 2’ (James Cameron, 1991) o la propia ‘Parque jurásico’ (Steven Spielberg, 1993). Por lo tanto, la premisa argumental de la película es muy intencionada por parte de Colin Trevorrow. El cineasta es consciente de que el espectador siente exactamente lo mismo que los visitantes del parque. Así pues, esto no es más que un modo de reconocer que una saga como ‘JP’ se encuentra narrativamente muy limitada como para volver a asombrar a un público que ya ha visto absolutamente todo en cines.
Teniendo en cuenta lo ya expuesto, y a sabiendas de que no podrá ofrecer más de lo que Spielberg nos brindó hace más de veinte años, Trevorrow demuestra una gran habilidad en este film. Gran habilidad para explotar uno de los pocos recursos viables con los que poder entusiasmar al curtido espectador. Me refiero al hecho de volver a las verdaderas raíces de la franquicia. Ahora bien, lo hace pero dando un valiente paso más allá y actualizándola a los tiempos que corren.
Así pues, aquí se nos ofrece aquello que deseábamos ver desde el estreno de la película original. Hablo de contemplar en pantalla el sueño de John Hammond hecho realidad. Es decir, introducir de lleno al espectador en un parque totalmente operativo y abierto al público. Un parque rebosante de todo tipo de especies de dinosaurio. Un gran recinto que se encuentra dotado de la tecnología más avanzada y de los recursos tecnológicos más actuales. Todo ello nos es mostrado a través de una puesta en escena realmente brillante.
El realizador logra entusiasmarnos con un complejo parque temático. Esto lo consigue durante un primer acto dónde se nos presentarán los personajes. Esta vez sí personajes serios (aunque nunca exentos de sutiles y controladas gotas de humor), personajes íntegros con inquietudes y motivaciones. Estos protagonistas están asentados con unas ajustadas pero sólidas bases sobre las que se desarrollará la trama. Insisto, dentro de sus evidentes limitaciones narrativas. La polémica hibridación genética y la creación de un temible monstruo de laboratorio sirven como excusa para dar rienda suelta a la trama. Es cierto que quizás no sea lo más original posible. Incluso es utilizado por Trevorrow a modo de autoparodia a través del comentario de uno de los operarios de la sala de control. Sin embargo, es un pretexto que funciona para desencadenar los acontecimientos narrados a partir de su vibrante segundo acto.
Un segundo acto que hace hincapié en una serie de agresivas secuencias de acción que cortan la respiración. Estas set-pieces se mueven dentro del modus operandi del cine espectáculo actual. Me refiero al redundante uso del CGI (quizás más del que desearíamos), pero con resultados más satisfactorios y realistas de los que me esperaba. Algo que, por otra parte, Trevorrow consigue llevar a cabo con habilidad y ritmo trepidantes. Amén de no desatender factores esenciales como la creación de los protagonistas. Protagonistas que no consiguen emocionarnos como los de ‘JP’ pero que resultan convincentes como para crear empatía y conectar con el público. Esto último en buena parte gracias a un casting muy acertado. Aquí sobresalen Bryce Dallas Howard, Chris Pratt (y su interesante vínculo con los Velociraptores), Irrfan Ali Khan y Vincent D’Onofrio. Sin olvidar a los jóvenes Ty Simpkins y Nick Robinson.
En cualquier caso, resulta imposible no añorar los brillantes efectos especiales tradicionales del film de 1993 y los increíbles animatronics con los que Spielberg deleitó al mundo entero, del mismo modo que aquel factor sorpresa resulta irrecuperable a día de hoy. Pero estamos en otros tiempos. No obstante, y pese a que el trasfondo de la película no ha cambiado en exceso con respecto al de sus predecesoras (humanos van a una isla a ver dinosaurios, dinosaurios escapan al control humano, humanos son devorados por dinosaurios), si que estamos hablando de un nuevo y revitalizador punto de partida. Un «reinicio» que, a su vez, no se esconde en absoluto a la hora de beber del primer film. Tampoco se esconde a la hora de aceptar una conmovedora vinculación con aquel. Factores como estos se convierten en uno de los mayores aciertos del director.
Todo lo anterior Trevorrow siempre lo consigue de manera inteligente. Para ello se sirve de constantes reminiscencias que tocarán la fibra sensible de los que crecimos con la primera película. Porque recurrir a la nostalgia y al pasado es un recurso que, manejado con la adecuada coherencia y agudeza, resulta tan válido como, por momentos, necesario. Además, el director demuestra una interesante fuerza narrativa y un potente estilo visual. Todo esto lo imprime a esta recomendable propuesta. Una película capaz de honrar con honestidad y de captar buena parte del espíritu de la original. Trevorrow también ofrece una nueva dirección filmada con pulso que actualizará una franquicia que nunca debió de estancarse.
En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de Jurassic World, una continuación de la saga que muestra una deliciosa simbiosis entre lo moderno y lo añejo. Ambos conceptos quedan equilibrados a la perfección a través de un producto tan sensible como vibrante y espectacular. Por tanto, la película se puede situar perfectamente en el segundo puesto de las mejores de la serie. Y todo pese a que Colin Trevorrow carezca de la habilidad creativa que Spielberg nos demostró en ‘Jurassic Park’. En definitiva, un triunfo y una de las superproducciones más interesantes y espectaculares de los últimos años.
Tráiler de Jurassic World
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Revisionada… es un buen disfrute, aunque tiene bastantes problemas, eso si, mejor que Terminator Geneshit es (porque esta comprende que es pertenecer a una saga mientras que la otra, se empeña en homenajear a la franquicia en vez de pertenecer a la misma), el I-Rex sigue molando cacho. Eso si, el 3D olvidable.
Ahora que leo tu comentario la verdad es que sí hicieron un buen trabajo respecto a continuidad. Vale, no querían tener lazos con la 2 y la 3 pues consiguieron un modo de que exista pasando de alto ellas pero si borrarlas de la realidad.
Algo similar tendrían que hacer con Cazafantasmas 3 y, SOBRETODO, que no vayan a fastidiar la saga de Alien con una secuela que borre la 3 y 4.
En cuanto a Jurassic World, y pese a que me encanta el tema de que todo suceda en un parque temático la realidad es que no hay manera de que esto continúe sin que la gente se harte.
Yo lo que haría es algo como El Planeta de los Simios. Que los dinosaurios conquisten el mundo….o al menos una parte o algún continente y/o país.
Recordemos que en uno de los primeros tratamientos de guion, se iban a desarrollar híbridos entre humanos y dinosaurios para combatir en guerras y usarlos como armas biológicas vivas (algo que se deja entrever levemente con las intenciones del personaje de Vincent D´onofrio). Desde luego, el tema se alejaría radicalmente de lo visto anteriormente. El problema de ese argumento sería… ¿realmente se podría considerar parte de Jurassic Park? Es decir, ¿tendría cabida un guion que transcurriese fuera de una isla? Si eso sucede, no faltarían críticas alegando que esa no sería la esencia de JP.
Yo otra idea que tengo, y que se me ocurrió a raíz del proyecto desechado de Jurassic Park: Extinción, sería llevar a los dinosaurios al mundo exterior con el propósito de reconquistar aquello que una vez fue de ellos: nuestro planeta, extinguiendo a la raza humana. La idea de una invasión mundial de dinosaurios podría dar mucho juego si se plantea bien. Desde luego, una quinta entrega de nuevo en una isla, con gente corriendo de los dinos, ya no sería suficiente.
A mi la película me ha gustado bastante, pasé una velada la mar de entretenida. Coincido prácticamente en todo lo que se comenta en la crítica, muy acertada en todos los aparados. Me gustaría poner especial énfasis en lo que se ha conseguido con el Indominus Rex, que tras el intento fallido en la tercera peli ha conseguido posicionarse como un tremendo villano, frío, inteligente y calculador. Hacía mucho tiempo que no oía aplausos en una sala de cine, eso ya dice mucho de esta peli.
A pesar de todo, la primera película de Spielberg sigue siendo insuperable en demasiados aspectos, pero Jurassic World supera con creces lo visto en JP3, y eso es mucho. Mejorar el trabajo de algunos secundarios de bulto y sacarse algo nuevo que nos sorprenda, esa es la clave si quieren hacer una quinta película.
La verdad amigo Carlos es que tienes toda la razón respecto a tu comentario del Indominus Rex. ¡Bien visto!
superar JP3 es bastante sencillo la verdad….
La idea de Jurassic World de ver como funcionaría el parque estando operativo y toda la maquinaria funcionando es bastante acertada, así como homenajes que se hacen a la primera película. Los personajes de los niños son de lo peor de la cinta, a veces dan ganas de que el Indominus se salga con la suya, sobre todo con el mayor, y creo que la película tiene una de las muertes mas crueles de toda la saga (junto con la de Eddie en el Mundo Perdido). La secretaria que se encarga de «cuidar» a los «niños». Bastante angustiosa.
Mas o menos estoy deacuerdo con Juanma y David, se trata de una digna secuela, muy entretenida, lograda y bastante mejor que la mediocre JP3, sin embargo, esta tiene ciertos defectos heredados de aquella: el mensaje de las dos primeras se pierde a favor de un thriller de dinosaurios, entrenido, pero a ratos vacuo. Parte de los secundarios del film son mera carne adante para que el dinosaurio de turno se los coma y la escasez de animtronicas (aunque es mas subjetivo) es alarmante, sin embargo, Trevorrow consigue pasar la prueba, su peli es digna y merece estar en la saga, aun con los defectos e incongrugencias que pueda tener, pero vamos, El Mundo Perdido, sigue pareciendome una secuela (y con los defectos que tiene) mas loable que la presente, pero aun asi, recomendable.
Pues si, estoy totalmente OK con lo que mi compañero Juanma ha expuesto en la crítica. Puedo diferir en algunas puntuaciones de los diferentes apartados, pero comparto al cien por cien el fondo del texto. Es lo mismo que pienso yo…
En resumen: el film está bien pero el efecto sorpresa es limitado y la frase recogida del personaje de Bryce Dallas Howard me parece acertadísima… visto lo que vimos en ‘PARQUE JURÁSICO’ y en sus dos secuelas ya es complicado sorprenderse con un film de ‘JP’, aún así, este ‘JW’ es un producto muy notable.