Masters del Universo: Revelación (Parte 2)
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“La espada sólo era la canalizadora. Pero la chispa siempre fui yo. Y a veces me pregunto qué fantásticos poderes secretos se me revelarían si no tuviera la espada, pero dijera las palabras… ¡Por el poder de Grayskull!”. El mito continúa en ‘Masters del Universo: Revelación (Parte 2)’.

“Después de todos estos años por fin conozco el verdadero secreto de Grayskull. No hay más que poder. Y ahora… ¡Yo tengo el poder!” (Skeletor)

Resumen.
A continuación, una breve descripción-sinopsis de los cinco episodios que componen la segunda parte de Masters del Universo: Revelación (Parte 2). Esta serie fue estrenada el 23 de noviembre de 2021 en Netflix. Por razones argumentales esta review puede contener revelaciones de la trama.

Episodio 1: Partido en dos.
Skeletor es el nuevo amo del universo empuñando la espada e invocando el poder. Con Adam yaciendo moribundo, a los habitantes de Eternia no les queda más que admitir que serán dominados por el caos.

Episodio 2: Cordura y sangre.
Teela recibe la bendición de la Hechicera para tomar su testigo. Adam se prepara para volver al castillo y plantar cara a Skeletor. Sorprendentemente, acaba por invocar el poder sin tener la espada con consecuencias inesperadas.

Episodio 3: Rata de alcantarilla.
Evil-Lyn se rebela contra Skeletor, incapaz de ver más allá de su plan de someter a Eternia a la penumbra. Mientras evalúa como fue rescatada por Skeletor, Beast-Man y Man-At-Arms la instan a la rebelión.

Episodio 4: La esperanza de un destino.
Teela comienza a ser cada vez más y más consciente de su nuevo poder. Evil-Lyn decide actuar contra Skeletor. Adam intenta recomponer la relación con sus padres y acaba recibiendo una visita totalmente imprevista.

Episodio 5: Viene con todo lo que ves aquí.
En plena batalla por el universo, los masters de uno y otro lado luchan por el poder definitivo. Sin embargo, las alianzas no siempre son de fiar y el destino de cada uno lo marcarán sus acciones.

Crítica de Masters del Universo: Revelación (Parte 2)

Para la historia de los berrinches de “creadores” enfermos de su propio ego, y vendedores de humo licenciados, quedará por siempre la invitación de Kevin Smith a “madurar”. Una invitación lanzada a todos aquellos que se atrevieron a criticar la Parte 1 de este show. A Smith no pararon de lloverle, con total justicia, críticas negativas al estrenar los primeros capítulos en Netflix. Kevin Smith presumía de su puesta al día del mito de Masters del Universo de 1983. Sin embargo, lo que hizo Smith, y el resto de su equipo de amiguetes, fue mostrar en formato de animación, y con los icónicos juguetes ochenteros, su propia versión de ‘Juego de tronos’ más ‘El señor de los anillos’. Y todo eso pasado por el filtro del MeToo.

Lógicamente, y para tal infamia, contó con el beneplácito de Mattel y Netflix. Ahora, y viendo el resultado final, seguro que ambas compañías acabaron encantados de ello. Comento esto porque lo visto aquí encaja de lleno en su estilo de diversidad y canto al empoderamiento. Falta ver sí los números les salen bien en cuanto a filón futuro y venta de merchandising.

El resultado de estos 5+5 capítulos está claro y el que no viera verlo está totalmente cegado. Estamos ante una estocada mortal a un serial nostálgico. Un viejo show cutre en medios y escasas animaciones repetidas en bucle. Sin embargo, aquella era una serie con encanto y cierto mensaje. Imposibles de olvidar eran sus sentencias finales sobre el episodio que acabábamos de ver a modo de lecciones de vida. Pero, sobre todo, la serie de 1983 era un añadido al “juguete”. Al universo que cada niño quería crear con su propio poder: el de la imaginación y el Grayskull.

En 2021 el “poder” ya no merece ser invocado. Ahora ese poder se revela ante nuestros ojos como machista, maltratador, egoísta y malsano. En resumen, un ajuste de cuentas tardío y rancio por parte de Mattel. La juguetera siempre luchó contra la leyenda de que volcar las historias hacia She-Ra, y compañía, costaron en su día el fin de He-Man y los Masters del Universo… En ‘Revelación’ (Parte 2) nos encontramos, en su mayor parte, con una soporífera trama de 22 minutos por capítulo. Aquí seremos testigos de la llamada a filas más infame que ha llevado a cabo Netflix. Una llamada en pos del empoderamiento y la supuesta revelación de la mujer contra los abusos físicos y mentales. Inenarrable toda la sub-trama que envuelve a Evil-Lyn contra su “amo” Skeletor. Y a como, llegado el momento, decidirá ajustarle cuentas por décadas de sometimiento.

Y nos preguntamos: ¿Qué necesidad había de esto? ¿Cuánto del público potencial de esta serie son mujeres? ¿Y cuántas de ellas creen que ese era el devenir que merecía este resurgimiento? ¿Cuántos niños y niñas querrán comprarse los juguetes de estos Masters del Universo estas Navidades o en Navidades futuras? La respuesta queda en manos de los espectadores. El tiempo, como siempre, dará y quitará razones.

Por supuesto, ante tanto canto a la libertad de baratillo, los personajes que los espectadores quieren realmente ver aparecen lastrados por todas las tramas de modernidad de Smith y sus secuaces. Aunque es de justicia recalcar que Skeletor aquí es prácticamente co-protagonista. Lo de He-Man ya es otra historia. Entregando otro cameo de no más de diez minutos… y esto hablando de una duración de esta segunda parte de 110 minutos. Eso sí, de la misma manera que decimos lo malo, justo es decir que sus diez minutos ya valen por toda la serie y son casi lo único salvable del evento.

La serie, en su conjunto, claramente se ve perjudicada por las decisiones tomadas en la primera parte. Aunque en aquella había momentos de lucidez, que podían llevar a tener algo de fe, apenas desde el primer episodio de esta segunda parte uno ya descubre como el show ha caído en el tedio más absoluto. Los capítulos se suceden sin apenas contar nada. Además se vuelve de manera cansina sobre los personajes de Teela (tan poco carismática como en la anterior, pero ahora más poderosa) y Evil-Lyn (igualmente más poderosa, pero sin nada de calado y rebelándose como una niña acomplejada y enrabietada). Si tanto querían que destacaran, entonces, se podía y debía de haber trabajado mejor los personajes femeninos. En cambio, lo que percibimos de ellas es un total y absoluto aire de rebeldía mal entendida. Unos esbozos malencarados y fallidos a todas luces.

Quitando a Skeletor, sobre quien pesa (junto a las damas protagonistas) el grueso de los capítulos, poco se puede decir del resto de personajes. Apuntar algunas recuperaciones para la causa (Los reyes de Eternia y padres de Adam/He-Man) o el arrinconamiento de otros como Man-At-Arms, quien es convenientemente encerrado en una mazmorra hasta el clímax.

“Quiero que sepas lo que se siente al salvar al universo” (He-Man)

En resumidas cuentas.
Termino esta crítica de Masters del Universo: Revelación (Parte 2), un serial que acaba por vagar totalmente sin rumbo, sin saber a qué publico dirigirse y dando 100 minutos de tedio y moralina de telenovela. Apenas entrega al verdadero fan unos diez minutos del show que venía a ver. En fin, una caída de careta monumental para Kevin Smith y otra producción prescindible de Netflix.

AVISO: Hay una escena post-créditos con un desenlace especialmente infame.
Relacionado: Masters del Universo: Revelación (Parte 1).

Tráiler de Masters del Universo: Revelación (Parte 2)

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