Ju-On: Orígenes: Temporada 1
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Basada en las populares películas e historias desarrolladas por Takashi Shimizu, llega el momento de adentrarnos, como nunca antes, en las estancias de la maldita casa del matrimonio Saeki. Toda historia tiene un principio y toda casa tiene su maldición. Sed bienvenidos a ‘Jun-On: Orígenes: Temporada 1’.

“Fui a una casa extraña. No debí haber ido” (Tetsuya)

Resumen.
A continuación, una breve descripción-sinopsis de los seis capítulos que componen ‘Ju-On: Orígenes: Temporada 1’. Esta serie fue vista en exclusiva a través de Netflix. Los resúmenes se presentan sin títulos (no los tienen en original) y sin importantes destripes.

Episodio 1.
1988. Haruka es una actriz conocida que acude a un programa paranormal para contar que escucha extrañas pisadas en su apartamento. El investigador Yasuo Odajima se interesa por su caso. Por otro lado, la adolescente Kiyomi se incorpora a su nuevo Instituto y se hace amiga de Yoshie y Mai.

Episodio 2.
1988. Yoshie y Mai preparan una encerrona a Kiyomi en una casa en venta entregándosela a Yudai, un amigo de otro Instituto. Por su parte, Haruka sufre la pérdida de Tetsuo, su prometido. Al parecer, Tetsuya visitó la misma casa esperando instalarse allí con Haruka.

Episodio 3.
1994. Kiyomi y Yudai han iniciado una nueva vida juntos cambiando su identidad y cuidando de su hijo, el pequeño Toshio. Sin embargo, su relación es violenta y abusiva.
1995. Yasuo visita a Haruka para entregarle su último libro sobre espíritus malignos. Además le pregunta por la dirección de la misteriosa casa que visitó Tetsuo.

Episodio 4.
1995. Yasuo visita en la cárcel a “M”, un asesino de niñas que dice saber algo de la casa maldita. Finalmente, un tremebundo crimen lleva a Yasuo a localizar la finca supuestamente embrujada.

Episodio 5.
1995. Yasuo por fin logra visitar la casa maldita gracias a la policía. Allí recuerda parte de su propia infancia olvidada en ese mismo lugar. Por su parte, Kiyomi pone punto final a su traumática relación con Yudai.

Episodio 6.
1997. Un joven matrimonio se instala en la casa y Yasuo acude a advertirles del peligro que corren si deciden vivir allí.

Crítica de Ju-On: Orígenes: Temporada 1

Netflix nos presenta su primera serie de terror original producida en Japón. Para ello nada mejor que apoyarse en una de las historias más conocidas del país nipón. Me refiero a ‘Ju-On’, la saga cinéfila escrita y dirigida por Takashi Shimizu. Una saga que nos presentó la maldición que habita en una sencilla casa de Tokio y que dio lugar a la espeluznante criatura conocida como Kayako.

Expuesto lo anterior, en ‘Jun-On: Orígenes’ no vamos a ver nada de Kayako ni tampoco de su hijo Toshio ni de su marido Takeo Saeki. Los eventos que se describen en la serie son anteriores a que la familia Saeki habitara la famosa casa. Aquí retrocederemos en el tiempo para, a través de breves pinceladas, conocer cuáles fueron los violentísimos sucesos que provocaron la macabra impregnación de la morada. Creo que es importante comenzar destacando esto para aquellos que esperasen ansiosos ver por el show a Kayako. Esto último es algo que yo mismo esperaba…

En la dirección de los seis capítulos tenemos a Shô Miyake y en los guiones a Hiroshi Takahashi y Takashige Ichise. El director destaca por entregarnos una filmación que sobresale mucho en la recreación de ambientes. Ambientes de todo tipo: clase alta, media y baja. Atención a la gran recreación de estos últimos con ese oscuro, sucio y pequeño apartamento en el que terminan viviendo Kiyomi y Yudai. Lógicamente también sobresale el montaje que, al igual que las películas, está trufado de saltos temporales y de personajes e historias que van entrando, saliendo y cruzándose.

El nexo común siempre tendrá relación con la futura casa de los Saeki. De un modo u otro, todos los personajes que veremos terminarán afectados por la misma. Respecto a la casa, volveremos a adentrarnos en su interior y la veremos vacía y también amueblada, en color y en horribles flashbacks en blanco y negro. Por si fuera poco, se nos dejará la inequívoca sensación de que estamos en un lugar maldito donde el tiempo parece “plegarse” para que los protagonistas de las diferentes historias pueden llegar incluso a verse… Al margen de los hechos de la serie, también podremos escuchar referencias a sucesos reales que tienen que ver con el mal. Entre estos últimos estarían varios casos de asesinatos, el atentado con gas sarín en el metro de Tokio ocurrido en 1995 o alguna referencia a Chernóbil.

Respecto al terror y otros elementos de horror resaltar algunos puntos importantes. En primer lugar aquí no hay CGI ni fantasmas generados por ordenador. Los entes descarnados que veremos son personas disfrazadas y maquilladas con peor o mejor fortuna. Especialmente destacado es el caso de la dama de blanco. Una figura que tendría que haber sido de horror puro a mí me dejó bastante indiferente. Lo que no deja indiferente son las imágenes en blanco y negro a los flashbacks del pasado con secuencias y figuras muy inquietantes. Ojo a una espectral aparición totalmente negra. Por otro lado, llamar la atención sobre algunas psicofonías y sobre algún puntual jumpscare.

Párrafo al margen merece el gore y la sangre que se desatan por completo en el Capítulo 3. Mucho ojo con el tremebundo crimen que veremos en ese episodio y con sus consecuencias. Seguro que esas imágenes no dejarán indiferente a nadie… En otros capítulos también veremos una violación, palizas y algún acuchillamiento… pero nada similar en cuanto a exposición visual a lo ya referido.

Y antes de entrar con los personajes me gustaría comentar la banda sonora. La música de la serie es absolutamente minimalista. Básicamente está compuesta por una especie de timbres suaves. También hay breves pasajes deprimentes y de miedo. Para los más curiosos la canción que siempre se repite en los créditos finales se titula “Sonkayno” interpretada por el grupo Marewrew. Destaca cómo se te termina metiendo en la cabeza su estribillo.

En las interpretaciones sobresale con luz propia Ririka, la joven actriz japonesa despliega varios registros y en todos ellos triunfa como Kiyomi. A lo largo de la serie la veremos como una tímida adolescente abusada por su madre y amigas hasta convertirse en una mujer tremendamente desgraciada. Llama la atención como Ririka, en un mismo episodio, es capaz de retratar a la víctima de una violación y a una adolescente capaz de controlar y someter a su violador para vengarse de sus “amigas” y de su propia madre. Brutal es también su sobrecogedor descenso a los infiernos de la prostitución y su violentísima relación con Yudai. Ojo a su última frase que revela una joven vida de dolor: “¿Puedo volver a la época del Instituto?”.

También resulta muy efectivo el papel desempeñado por Yoshiyoshi Arakawa como el investigador paranormal Yasuo Odajima. Lejos del histrionismo que presentan otros actores japoneses en esta misma serie, Yoshiyoshi aporta una calmada performance que nos hace cogerle bastante estima a su personaje. Un personaje cuyo pasado también se vio salpicado por la maldita casa que ahora busca con ahínco. En un momento dado Yasuo conocerá a Kimie Ariyasu, una asistente social bien interpretada por Kana Kurashina. Su papel será de ayuda y terminará haciendo equipo con Yasuo y Haruka para intentar detener la maldición.

En relación a lo anterior toca ahora hablar de Yuina Kuroshima encarnando a Haruka, una actriz conocida que pierde a su novio, Tetsuo, al quedar impregnado. La performance de Yuina sigue la senda marcada por Yoshiyoshi entregando una chica muy tranquila y de claro perfil clásico. Al citado Tetsuya lo interpreta Kai Inowaki y es un ejemplo del histrionismo que comenté antes. Cada vez que su personaje ve un fantasma se pone a gritar y a gesticular de una manera tan tremenda que más que terror provoca risa. Siguiendo con Tetsuya tengo que citar a Nobuko Sendo como Michiko Fukazawa, la madre de Tetsuya. Sus decisivas intervenciones son todo lo contrarias a Kai recreando a una médium que irá sumando importancia poco a poco.

Finalmente, comentar la intervención de Kohki Osamura con un papel muy desagradable. En el show interpreta a Yudai, un joven que comienza violando a Kiyomi y luego termina enganchado a ella en una relación abusiva y maltratadora. En lo que más destaca Koki es en sus arrebatos violentos de los que te puedes esperar cualquier cosa… Del resto poco que decir pues son intérpretes que intervienen en capítulos aislados recreando sucesos conectados con la casa.

“Si no la detenemos… más gente sufrirá por culpa de esa casa” (Haruka)

En conclusión.
Termino esta crítica de Ju-On: Orígenes: Temporada 1, una serie que puede resultar mejor que las películas tomadas como base. A pesar de que la estructura episódica y los cruces de personajes se mantienen intactos, el hecho de indagar en los “orígenes” de la maldita morada de los Saeki te empuja a ver el show. Eso y la tremenda crudeza de según qué episodios. Capítulos que te recuerda el daño tan bestial que algunos hombres pueden provocar sin necesidad de ser fantasmas…

Imágenes: Netflix.

Tráiler de Ju-On: Orígenes: Temporada 1

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