Guardianes de la Galaxia: Volumen 1
Annihilus y “La ola de Aniquilación” llegada desde la Zona Negativa arrasó la mitad de la galaxia, y la otra mitad estuvo a punto de sucumbir ante la conquista de Ultron. El Imperio Skrull ha sido extinguido, y los Kree devastados y separados. Nuevas amenazas comienzan a surgir por cualquier lugar del espacio. El equilibrio del universo nunca había estado en este estado de ebullición en el que cualquier nueva disputa podría quebrarlo. Para impedir que eso ocurra, los héroes que derrotaron al líder de “La Falange Robótica” vuelven a unir sus fuerzas una vez más. Es tiempo de los ‘Guardianes de la galaxia’. (Cineycine).
Comentario de Guardianes de la Galaxia: Volumen 1.
El universo se enfrenta a su mayor peligro. Las múltiples guerras disputadas por toda la galaxia han resquebrajado el equilibrio en el que se regía y amenaza con desgarrarse. Pero es en esos momentos cuando un grupo de individuos decide unirse contra todo pronóstico para que el universo pueda sobrevivir un día más. Esto es Guardianes de la Galaxia: Volumen 1.
«La historia no se repite, Gamora, pero a veces, rima».-Adam Warlock.
Resumen.
Estos son los capítulos que componen el primer volumen de la colección «Héroes Marvel» publicado por la editorial Panini Comics, que incluye los números del 1 al 6 en su edición USA.
Capítulo 1: Alguien tiene que hacerlo.
Para detener las amenazas antes de que ocurran, un nuevo grupo de variopintos héroes es formado: Los ‘Guardianes de la galaxia’. Su primera misión les llevará a enfrentarse a “La Iglesia Universal de la Verdad”.
Capítulo 2: Legado.
Mientras investigan una especie de asteroide que ha quedado atrapado en el limbo del espacio-tiempo, descubren que es parte de la mansión de “Los Vengadores” de una época desconocida. Allí encontrarán que la historia está condenada a repetirse.
Capítulo 3: Más allá de las creencias.
Mientras los Guardianes se enfrentan una vez más a “La Iglesia Universal de la Verdad”, el recientemente refugiado del futuro conocido como “Mayor Victoria” es encontrado por un posible enemigo que va en busca de su cabeza.
Capítulo 4: Daños.
Comienzo del cruce con “Invasión Secreta”. El ataque de un terrorista Skrull infiltrado pone en pie de guerra la estación de Sapiencial. Todos comienzan a sospechar del resto.
Capítulo 5: Decepción.
Cruce con “Invasión Secreta”. Con todas las miradas dirigidas en Drax como el posible traidor, el equipo comienza una búsqueda contrarreloj para descubrir la verdad del ataque Skrull.
Capítulo 6: Muerte.
Fin del cruce con “Invasión Secreta”. Drax acaba de matar a todos los habitantes de Sapiencial… momentáneamente. Con los Skrulls descubiertos, la verdad es revelada… aunque no es lo único que acaba siendo descubierto.
Formando al equipo.
Peter Quill (Starlord), quien liderara un grupo de rebeldes para salvar a los Kree, vuelve a tomar el mando del extravagante grupo conocido como “Guardianes de la galaxia”. Junto a él, Cohete, el genio táctico del grupo (que casualmente tiene aspecto de mapache) y el mejor amigo de Quill. Phyla-Vell, hija del Capitán Marvel (ahora con los guanteletes de Quasar) también se une al equipo. Junto a ella el hechicero estelar Adam Warlock, quien apoya totalmente la creación de los “Guardianes”. Además y por recomendación de Richard Rider (único superviviente del cuerpo Nova y héroe de la Guerra contra Annihilus) se unen Drax y Gamora, ambos buscando un nuevo rumbo en sus vidas (el primero tras cumplir el objetivo por el que fue creado/resucitado: matar a Thanos; y la segunda, porque nunca tuvo uno). Completan el plantel otros dos miembros del grupo rebelde de Starlord, pero en calidad de soporte, el hombre árbol Groot (que aún no se ha recuperado de la anterior gran batalla y se mantiene regenerándose en un tiesto como si de una planta fuera) y la mental Mantis, quien usa sus poderes para ayudar a mantener la estabilidad emocional del grupo. Como miembro adicional contaría la presencia de Cosmo, jefe de seguridad de Sapiencial y contacto de apoyo de los guardianes que también es un perro salido del programa espacial ruso, telépata y muy servicial.
Formada esta fuerza preventiva, lo único que tienen que hacer es esperar a que una posible amenaza aparezca para sembrar el caos. Por supuesto, esto no se hace esperar. Una serie de fisuras aparecen por el universo, y “La Iglesia Universal de la Verdad” intentan abrirlas totalmente con alguna razón desconocida. Los Guardianes no tardarán en buscar respuestas mientras nuevas preguntas se van formulando.
Valoración: En la cabeza de un Celestial.
Durante los años donde en la Tierra tenía lugar la “Civil War” y sus subsiguientes sagas cobraban protagonismo en ventas y publicidad, el apartado galáctico del universo Marvelita comenzaba a gestarse, evolucionar y expandirse. De esta forma, en el “universo galáctico” surgieron miniseries que servían de entremeses para preparar el terreno a “Aniquilación”, que acabó con la aparición de la colección propia de Nova (quien ya disfrutara en los 90 de tener una, pero que acabó desapareciendo como tantas otras, incluida la de su grupo, los “Nuevos Guerreros»).
Con la siguiente saga galáctica, “Aniquilación: Conquista”, casi el mismo proceso: miniseries para apoyar la salida de la colección principal con la suma de la serie de Nova para completarla.
¿Adivináis el siguiente movimiento de la compañía? Exacto, colección propia para alguno de los integrantes de la saga, en este caso, para algunos de ellos en conjunto: los Guardianes de la galaxia.
A los guiones se pondrían la dupla de Dan Abnett y Andy Lanning, quienes comenzaran colaborando en Marvel (llevaban ya una serie de colaboraciones conjuntas en diversas empresas) con la miniserie de Nova anterior a “Aniquilación” y quienes seguirían con la colección propia posterior, amén de que serían los escritores de la segunda macrosaga galáctica moderna de Marvel.
La compañía les permitiría compaginar sus respectivos trabajos en otras empresas mientras continuaban con su «conquista» del universo Marvel (Abnett seguiría colaborando con ‘Games Workshop’ con sus novelas de ‘Warhammer Fantasy’ y ‘40K’, tales como la saga de ‘Malus DarkBlade’ y los ‘Fantasmas de Gaunt’). Dándoles tanto apoyo y libertad para desarrollar sus historias se pueden hacer paralelismos con Geoff Johns y su peso desarrollando la franquicia de «Green Lantern» para la Distinguida Competencia.
A los lápices Paul Pelletier (entintado de Rick Magyar y color de Nathan Fairbairn), quien acabaría dibujando enteramente la macrosaga de “Guerra de Reyes”, posterior a este tomo de “GDLG” y que saldría de los acontecimientos de este volumen, de “Invasión Secreta” y de “X-Men: Genesis Mortal”.
La empresa en la que se habían metido Abnett y Lanning era considerable: resucitar un apartado del universo Marvel que estaba casi en el olvido y darle vida propia y mantenerlo con fuerza. Un “universo galáctico’ del que sólo se hacía uso cuando convenía. También se les dio este encargo porque ellos mismos eran los que lo mantenían con las colecciones de “Nova” y de “Guardianes” apoyando a los macro-eventos galácticos que escribían de su puño y letra.
Pero el dúo no sólo se ha dedicado a construir un nuevo universo, sino que ha aprovechado los cimientos anteriores para preparar más fuertemente estas nuevas colecciones. Cada uno de los personajes que componen el grupo tiene una historia detrás (algunas recientes, otras de varias décadas) que son aprovechadas para completar y redondear la trama que se nos presenta. Así pues, podemos ver a “La Iglesia Universal de la Verdad”, quienes eran liderados por Magus, la versión futura y malvada de Adam Warlock. Para más inri, los creyentes tienen en su poder una especie de capullo contenedor, muy parecido al usado por Warlock para recuperar su poder durante las colecciones propias del personaje en los setenta. Otros de los personajes con bastante historia detrás son Drax y Gamora, aunque en este tomo se habla vagamente de ello y más acerca de las últimas sagas en las que han participado. El resto se podría decir más de lo mismo, salvo uno de los individuos misteriosos que se nos muestran durante las primeras aventuras de los Guardianes: El Mayor Victoria.
La inclusión de este personaje deja muchas incógnitas de cara a como se desarrollará la trama, y aunque para los nuevos lectores resultará desconocido, no lo será para aquellos que hayan disfrutado, por ejemplo, de la saga de Korvac de “Los Vengadores”. Vance Astro forma parte de los “Guardianes de la galaxia” originales (1969), un grupo de héroes que en el año 3000 luchaban contra los Badoon que amenazaban toda la Vía Láctea. Aparte de su entrenamiento de combate y su traje especial que le mantiene con vida, hace uso de sus habilidades psicokinéticas y además, porta el legendario escudo del Capitán América. Sería recuperado para esta colección de una forma un tanto interesante: encontrado en un bloque de hielo de un asteroide que viaja a la deriva del espacio/tiempo, portando su escudo. Mientras que Rogers venía del pasado, Victoria vendría del futuro. Como bien mencionaría Cohete, «alguien puso el homenaje simbólico a tope». Claro que, mientras que al héroe americano le recibieron con los brazos abiertos, el desconfiado grupo mantiene las distancias con el Mayor.
Sin desvelar más de una de las tramas principales de la colección y sin separarnos mucho de esa desconfianza creciente en la recién unida formación, llegamos al cruce con la macrosaga de Bendis, “Invasión Secreta”. La serie acababa de nacer y ya la introducían en medio de otra historia, obligando a contar una trama adicional que normalmente es considerado relleno y que sólo sirve para cansar al lector o que pierda el interés. Pese a ello, el dúo guionista consigue aprovecharlo para presentar con más soltura el ecosistema reinante en la «base» de los Guardianes (Sapiencial) y para desarrollar más tanto a los habitantes como los entresijos del nuevo equipo, y sus reservas para cada uno del grupo.
Conclusión final.
Presentación oficial del grupo en sociedad que cumple notablemente su objetivo. Lanning/Abnett dotan a cada miembro de su propia personalidad, su propio trasfondo y su propio desarrollo. Pese a que la introducción a la “Invasión Secreta” pueda ser un “coitus interruptus” en toda regla, logra mantener la atención del lector y añade nuevos matices a la trama. Quizás la falta de un antagonista singular es lo que le falta, pero siendo una colección joven en el momento en el que fue editada, era de esperar que este detalle fuese subsanado más adelante. Atractiva propuesta para aquellos que no sientan tanto aprecio por el héroe tradicional y estén interesados en la ciencia ficción o en las space operas.
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