Uno de nosotros
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“Esta es una historia sobre la familia. Entra en un terreno emocional que debería calar en mucha gente. Exploramos los límites de la familia, del cariño y de todo por lo que estamos dispuestos a luchar. ¿Qué debe hacerse en una situación semejante? Me siento profundamente atraído por esa idea”. El director y guionista Thomas Bezucha nos invita a ser ‘Uno de nosotros’.

“Voy a buscar a Jimmy. Lo traeré a vivir con nosotros” (Margaret)

Crítica de Uno de nosotros

Thomas Bezucha es un director con una corta trayectoria y que tampoco ha hecho mucho ruido. Hasta ahora. Actualmente trabaja para Disney y Marvel Studios como director de su nueva miniserie: ‘Secret Invasion’. Pero antes de marcharse al streaming ha tenido a bien dejarnos esta gran película que es ‘Uno de nosotros’. Resultará curioso ver cómo Bezucha pasa de un film adulto y realista a una ficción superheróica y repleta de CGI. Pero bueno, hoy toca hablar de este nuevo estreno de Focus Features distribuido por Universal Pictures. Así pues, vamos a ello…

‘Uno de nosotros’ está basada en la novela de Larry Watson titulada ‘Let Him Go’ y publicada en 2013. El propio Bezucha es el encargado de adaptarla al guión tocando temáticas muy diferentes. Entre todas ellas destaca el irrompible lazo de la familia unido por la sangre. La trama nos presenta un claro conflicto entre dos familias. Dos familias con educaciones y entornos muy diferentes que no están dispuestas a ceder lo que consideran suyo. Por un lado tenemos a Margaret y George Blackledge con una educación y valores respetables. En cambio, y por otro lado, está la matriarcal, dictatorial y brutal familia de los Weboy. Cuando familias tan diferentes colisionan todo puede pasar. A trazos muy gruesos esta vendría a ser la trama principal.

Junto al conflicto central también hay otros temas en los que conviene detenerse. Uno de ellos es esa breve pincelada en forma de denuncia que se hace contra el trato que se dio a los verdaderos nativos americanos: los indios. Esto queda reflejado en la figura de Peter, un joven indio que ayudará al matrimonio y que tiene unas frases que dicen mucho con muy poco. También está presente el tema del amor. Un amor maduro basado en la compañía y el cariño establecido por el paso de los años entre Margaret y George. Por último, y de manera inevitable, la venganza también terminará haciendo acto de aparición.

Las temáticas anteriores se desarrollan en ambientes muy diferentes. Hay una parte importante de la película que podemos considerarla como una road-movie. En ese segmento tenemos a Margaret y George recorriendo por carretera diferentes estados en su Chevrolet familiar en busca de la residencia de los Weboy. Por otra banda, todas las secuencias con los Weboy nos remiten al cine de terror con claras influencias deLa matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974). De hecho, la primera vez que vemos la siniestra casa de los Weboy vendrá a nuestra cabeza la imagen de la finca recreada en el remake de Marcus Nispel. Por no hablar de la cena de presentación o todo lo que sucede en un motel… Por supuesto, interpretando Kevin Costner a un viejo Sheriff tenemos nuestra ración de western moderno con un claro tono crepuscular. En definitiva, una gran y diferente ambientación.

La dirección de Bezucha es bastante buena adoptando una posición “contemplativa”. El director deja que todo se vaya cociendo poco a poco y que la dupla Lane & Costner sean los grandes protagonistas. Ellos y los escenarios naturales de Alberta (Canadá) que se hacen pasar por Montana y Dakota. Escenarios notablemente fotografiados por Guy Godfree. Bezucha sólo abandona su enfoque “externo” cuando rueda las escenas de acción. Estas secuencias recuerdan, y de alguna manera homenajean, al gran Sam Peckinpah. Y lo hacen mostrando una violencia sin perdón que alcanzará a todos los implicados.

“No empieces lo que no puedes acabar”. Un asunto de familia.

La gran protagonista de esta función es Diane Lane encarnando a Margaret Blackledge. Desde el momento en que su nieto es arrancado del rancho familiar la actriz toma totalmente el mando del film. Lane da una lección recreando a una mujer lanzada, decidida y plena de autoridad y presencia en pantalla. Al mismo tiempo, también nos ofrece a una mujer amistosa con quien lo merece y a una esposa que sigue amando profundamente a su marido. Gran recital el suyo, sin duda.

Como pareja de Diane Lane volvemos a tener a Kevin Costner. Recordemos que ambos ya dieron vida a un veterano matrimonio en El hombre de acero (Zack Snyder, 2013). Costner interpreta a George Blackledge. El mítico actor asume con total profesionalidad estar a la sombra de Lane, incluso dejando que el nombre de ella sea el primero en salir en los créditos finales. Costner da vida con gran templanza y saber estar a un viejo y laureado exSheriff que respeta y quiere a su mujer. Por ella, aunque le discuta los motivos y la empuje a ser realista, iría al mismísimo infierno… La pareja que ambos forman transmite un inequívoco romance y una gran ternura al público. De esta forma, el espectador rápidamente empatiza con ellos.

En la región más oscura de Dakota nos encontramos con Lesley Manville como la matriarca Blanche Weboy. La actriz inglesa también da un recital en los minutos que tiene y nos entrega a una auténtica jefa a la que ninguno de sus hijos se atreve a replicar. Nadie en su casa está por encima de ella y nadie le dice lo que tiene que hacer. Resulta impresionante como Lesley pone firme a todo el mundo sin caer en el esperpento. Las palabras que salen por su boca son amenazas realmente perturbadoras para los Blackledge. Sus cuatro hijos, ya talluditos y fuertes, son sus fieles esbirros. Entre ellos hay que destacar a Bill en una inquietante y maliciosa encarnación por parte de Jeffrey Donovan con sonrisa de tarado incluida.

Del resto de secundarios hay que alabar a Kayli Carter como Lorna, la exnuera de los Blackledge. Kayli entrega a una chica que no acaba de conectar emocionalmente con los que la rodean y termina pisoteada por los Weboy. Por último, papel importante para Booboo Stewart como Peter Dragswolf, un joven e inocente indio de triste pasado que establecerá una relación totalmente emocional y de confianza con los Blackledge y, dentro de sus posibilidades, les intentará ayudar.

“Aquí no damos explicaciones” (Blanche Weboy)

En conclusión.
Concluyo esta crítica de Uno de nosotros, un thriller en el que el drama se va cociendo poco a poco hasta terminar estallando muy violentamente. La familia, el amor en el matrimonio, la autoridad malentendida, el maltrato y muchos más temas de la vida que nos rodea nos esperan aquí. Yo ya soy “uno de nosotros”. ¿Lo será usted?”.

Tráiler de Uno de nosotros

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