Una pareja de tres
Una pareja decide adoptar un cachorrito de Labrador, ante el no atrevimiento a tener hijos. Al principio será todo muy bonito pero cuando el animal de cuatro patas empiece a liarla en todo el piso, probarán las mil y una con tal de domesticar a Marley (el perro). (Cineycine).
Basada en el libro de John Grogan ‘Marley & Me’ (Marley y yo), nos llegó en el año 2008 esta comedia a nuestras pantallas con un mensaje de fondo realmente conmovedor, no apto para corazones sensibles y que nos enseñará que la lealtad y amor incondicional que nos brinda nuestro compañero de cuatro patas es algo realmente maravilloso. Cualidades estas que, por desgracia, el ser humano tiende a olvidar.
John y Jenny Grogan son una pareja recién casada plena de felicidad que empiezan a planificar su futuro. Para empezar deciden mudarse a una zona más cálida como la zona Oeste de Florida, tras ver como el propio día de su boda les ha nevado fuertemente. Y es que los duros inviernos de Michigan no perdonan. En Florida encontrarán trabajo como periodistas en diarios rivales y la vida parecerá sonreírles hasta que Jenny le transmite a John su deseo de ser madre. En ese momento el cielo se le caerá encima a John. No es lo mismo estar casado que estar casado y tener hijos. Es una gran responsabilidad que obliga a madurar y asentar la cabeza a los padres y John no las tiene todas consigo sobre el querer tener hijos por el momento. Además, su amigo íntimo, el solterón de oro siempre rodeado de chicas, Sebastian, decide hacerle olvidar la idea de tener hijos regalándole un cachorrito.
El cachorrito en cuestión es un Retriever Labrador, y pese a ser una verdadera preciosidad no tardará mucho en dejarse ver como realmente es. Y es que desde su llegada la casa de los Grogan los adornos varios, muebles, armarios, sofás, alfombras y cortinas jamás volverán a ser las mismas debido a que Marley (el adorable perrito) arrasará con todo cual ejército implacable de termitas destructoras. El tiempo irá pasando en la vida de los Grogan, cambiarán de ropa, de estatus social, de vivienda pero lo que nunca cambiará en sus vidas será el amor hacia su cada vez más querido Marley.
Crítica de Una pareja de tres.
Esto hace que mucha gente se conforme con estas escenas “bonitas” sacrificando si fuera necesario el hecho de profundizar lo justo en un guión a la altura. Pero es que en este film nos encontramos con las dos cosas, no solo lo fácil sino una gran historia que podría ser la historia de mi vida, o la historia de la tuya, querido lector. Y eso es lo que hace que la gente conecte tan fácil y directamente con lo que vemos en el film. Quien más y quien menos ha tenido, tiene o le gustan los perros… y lo que se nos narra es algo por lo que algunos hemos pasado o pasaremos, nos vemos reflejados en ello. Y si nos ponemos a pensar, nos daremos cuenta que en la película no se usa la historia para enseñar al perrito (como muchos se pueden suponer) sino que usan al perrito para narrarnos una historia. Una historia que, en realidad, gira en torno a una familia, con un perro como catalizador en todo ello siendo una comedia con un trasfondo emocional, según palabras del escritor de ‘Marley y yo’, el verdadero John Grogan.
Finalmente, atención a la última media hora de la película, tremenda, llena de verdades como puños sobre la vida, los amigos, el matrimonio, los hijos y el amor que el ser humano tiene o debería tener hacia sus prójimos y hacia los animales. Esos minutos se vivirán con tal intensidad que conseguirán haceros recordar la película durante mucho tiempo. Está claro que termino esta crítica de Una pareja de tres recomendando claramente su visionado.
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