Toy Story 3
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Tercera entrega de los juguetes con vida propia que llegaron a nuestros cines allá por 1995 gracias a Pixar. La saga Toy Story, pese a parecer infantil, está enfocada tanto a niños como a adultos. Es por este motivo que se gana las simpatías de todo el mundo. ¿Conseguiría la tercera entrega estar a la altura? ¡Bienvenidos a ‘Toy Story 3’!

«¡Juguetes nuevos!»

Toy Story 3

Crítica de Toy Story 3

Como no hay dos sin tres, y después de once años desde que se estrenara la segunda parte, en 2010 nos llegó la tercera entrega de Toy Story en la misma línea que las dos anteriores. A estas alturas era algo bastante ilógico cambiar nada si todo iba sobre ruedas con la fórmula original. Una fórmula en la que los niños sucumbían y los adultos quedaban asombrados con las increíbles posibilidades de esta franquicia. El director de las dos primeras, John Lasseter sólo intervino aquí como productor ejecutivo. De las riendas de la dirección se ocupó Lee Unkrich, quien ya co-dirigiera Toy Story 2’. En realidad poco nos importa quien la dirigiese porque el resultado vuelve a ser una maravilla.

A nivel visual la cinta hace gala de unos efectos totalmente superiores a todo lo visto hasta esa fecha. Al ver las imágenes, si no tenemos frescas las dos primeras partes, parece que poco ha cambiado. Pero eso no es cierto, la memoria nos juega malas pasadas. La lógica de once años de diferencia demuestra la evolución de la tecnología animada de Pixar. Si tras ver ‘Toy Story 3’ volvéis a ojear las dos primeras notaréis que el salto es gigantesco. Aquí tenemos muchos más juguetes juntos en pantalla, mil y un colores diferentes y todos mezclados y simultáneos, y unas animaciones muy superiores a las anteriores. Para que os hagáis una idea, la cara de Woody tiene en este film cerca de 230 puntos diferentes de movimiento, así como unos mil en todo el cuerpo (promedio aproximado para la mayoría de juguetes).

Toy Story 3

En la primera entrega casi nunca alcanzábamos a ver las caras de los humanos. Esto era debido a que una cosa era crear juguetes con medidas desproporcionadas y otra diferente intentar recrear a un humano, con toda la dificultad que ello suponía. En la segunda sí se empezaba a adentrarse en este campo, pero aún estaba en pañales. Ahora nos hinchamos a ver humanos: la madre, la hermana, el propio Andy… Por no hablar del montón de los chillones y ruidosos niños de la guardería. En ‘Toy Story 3’ todo esto ya fue posible, así como unos cuantos detalles que demostraron el arte de Pixar.

Dejando al margen la mejora con los humanos, cabe destacar a algunos juguetes. Entre ellos tenemos a una Barbie impecable y perfecta, un calco de la real con su típico pelo que tiende a enredarse y enmarañarse. Otro que se lleva gran parte del protagonismo y de los avances en cuanto a calidad visual es el viejo oso de peluche llamado Lotso. Su color rosa y tejido muestra 3.473.271 de pelos diferentes en varias capas de grosor y longitud. Francamente increíble. Tres años con más de cien ordenadores renderizando las 24h del día y un equipo humano de 150 personas fueron necesario para que este film viera la luz. No voy a seguir matizando sobre la animación. Cuando veáis la película os daréis cuenta de lo que quiero transmitir.

Pero algo tan importante como la calidad visual no sería nada sin un apartado sonoro a la altura. Y esto también lo consigue ‘Toy Story 3’ con grandes interpretaciones. Nombres como Tom Hanks y Tim Allen regresaron prestando su voz a Woody y Buzz. Junto a ellos tenemos a Joan Cusack, Don Rickles, Whoopi Goldberg o Michael Keaton. Pero no sólo las voces y efectos sonoros destacan, también lo hace la música. Música actual se mezcla con otra más clásica de la saga como “Hay un amigo en mi”, el conocido tema. En esta ocasión, lo escucharemos en su formato normal y, al final, en plan flamenco. Ya sabréis el motivo cuando veáis la película…

Toy Story 3

Otro punto importantísimo en la saga es el mensaje que siempre nos transmite. Si en las otras películas tocaban temas como la amistad y la lealtad, en esta, al igual que Andy, la historia de fondo crece y se hace algo más “adulta”. En esta ocasión se hablará de los cambios. Cambios en la vida que no todos están preparados para aceptar y cabalgar con ellos. Pensar sino en vuestra vida, ya sea el trabajo, los estudios o lo que desarrolláis en vuestro día a día. De repente, todo da un giro de 180º y lo que conocíais y cómo lo conocías se desmorona. Debéis saber adaptaros a una serie de circunstancias nuevas, no siempre favorables.

En la película ocurre lo mismo representando los cambios en la figura de Andy. El niño que conocimos en 1995 ha crecido y debe seguir con su vida. Atrás deben quedar los juguetes que tantos buenos momentos le dieron. Andy se ha hecho adulto y abandonará a sus juguetes, algo para lo que estos no están preparados. Ni siquiera la madre de Andy está preparada para que su hijo se marche a la Universidad dejando un vacío en su hogar… Esta es una trama tan seria y profunda como seamos capaces de ver. Al tocar estos temas un tanto más adultos se debe equilibrar la balanza de alguna manera. Esto se hace mediante la incorporación de grandes dosis de humor. El humor no falta y vuelve a ser la base para las nuevas aventuras de nuestro grupo de juguetes favorito.

Toy Story 3

Conclusiones.
Termino esta crítica de Toy Story 3. Se hace raro ver una tercera parte de un film de Pixar. Al principio puede dar miedo ya que una segunda y tercera parte suena a “direct to DVD”… por suerte, Pixar es mucho Pixar y nos obsequia con una película fabulosa. La fórmula “Toy Story” se potencia y lleva al extremo, no sólo por su apartado técnico… sino también por una exquisita trama. Una historia que, aparte de tener un planteamiento novedoso y adulto, nos dará qué pensar. Pixar lo volvió a conseguir.

Tráiler de Toy Story 3

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